Con Luis Alberto Arreseigor, el presidente. Tiempo del juicio final.
«Cuando planteamos lo relativo a la televisión y partidos en directo, pareció que más que una idea fuese una amenaza contra el mismo fútbol. O las posibilidades de asistencia. Lo que vimos y vivimos fue exactamente lo contrario. La respuesta de la gente en la cancha. Si tenemos claro, que la televisión jugó a favor del fútbol, de los técnicos, de los jugadores. Poder tener la chance de ver al rival que vendrá, observar partidos en diferidos, analizar todo lo que se relaciona al propio juego. Y como neutrales no tenemos ninguna duda que la motivación se planteó para el propio jugador. Sabe que su accionar llegará a más gente. Para la Liga el contrato con CableVisión Salto asegura una continuidad de cinco años. Es una garantía en el tiempo. Hubo voluntad y criterio de las partes. Es posible encontrar soluciones cuando el objetivo es el bien común»

Fue concluyendo un año especial. Acaso distinto. Con el cúmulo de experiencia no habituales. Sobre todo dos aspectos singulares, de los cuales no se desapega el presidente de la Liga Salteña de Fútbol, LUIS ALBERTO ARRESEIGOR: el contrato con la televisión y haber afrontado la mayoría de los partidos en el Parque Dickinson. En el segundo de los casos, en la medida que fue siendo posible jugar porque los efectos de la pandemia se fueron arrinconando, los neutrales cortaron por lo sano. El Dickinson se transformaría en eje vital.En el estadio, fue una manera de unificar el fútbol.Con Luis Alberto, la cosa es clara. Porque además los hechos han alimentado la certeza. «Jugar en el Dickinson potenció a todos los equipos: ¿existe otra verdad que esa?. No hemos escuchado a técnicos o jugadores quejarse por afrontar los partidos en el estadio. El estadio hace al estímulo. Es la cancha grande que tenemos. El clima ayudó. No hemos tenido días de lluvias. No hubo destrozos que lamentar en el campo de juego. Pedro Sánchez realizó un notable trabajo de mantenimiento y la resistencia quedó comprobada pese a los más de 100 partidos. Uno se pregunta si no hay motivos para reconocer que ha sido un año a favor del fútbol, porque además desde los clubes hubo sumas directas. A favor de una corriente que fue necesaria. La Liga Salteña demostró la potencialidad de su competencia interna».