Con 17 votos en 30 triunfó la moción oficialista que respaldó a los ministros del Interior, Eduardo Bonomi, y de Defensa, Luis Rosadilla, y consideró satisfactorias las explicaciones que dieron en la interpelación que llevaron adelante los legisladores Sergio Abreu y Tabaré Viera, sobre el caso del mentado video o imágenes de supuestos militares que advertían una maniobra para liberar uniformados detenidos.
El senador Jorge Saravia acompañó la moción oficialista, pero en su argumentación dio un fuerte rezongo a los ministros interpelados.
Saravia fue enviado al Tribunal de Ética del Frente Amplio (FA) por no acatar el mandato de votar la ley interpretativa de la Ley de Caducidad en el Senado. “Apoyamos al presidente Mujica que ha respaldado a los dos ministros llamados a sala” –dijo- pero señaló que ambos dejaron preguntas sin responder y luego agregó: “Con el respeto y cariño que le tenemos a los compañeros ministros, les pedimos que trabajen en los esquemas de seguridad que están fracasando”, agregó.
En determinado momento, esto fue antes de las 14 horas, el legislador blanco interpelante, Abreu, reaccionaba así luego de que los ministros dijeran desconocer quiénes le habían mostrado las imágenes al presidente José Mujica.
“Si no nos dicen quiénes son las personas que dieron esta información obviamente el Poder Ejecutivo está fuera de sus responsabilidades políticas. ¿Quiénes son las personas que hablaron con el presidente de la República? ¿Quiénes son los que le mostraron las imágenes? El único que lo sabe es el presidente. ¡No puedo creer que los ministros digan que no hablaron con el presidente de la República!”
Más tarde, cuando le tocó hablar a Rosadilla, contestó con mucha mesura y señaló varios logros de este Gobierno y el anterior. También lo hizo el ministro Bonomi.
Cuando sí se molestó Rosadilla fue cuando Abreu sostuvo que no les creía, y dijo que aceptaba las discrepancias pero no toleraría que lo trataran de mentiroso.
A la hora de argumentar su voto a las mociones presentadas, Jorge Larrañaga dijo esto: “Consideramos que las explicaciones brindadas por los señores ministros son absolutamente insatisfactorias. Se ha retaceado de manera total la información al Parlamento, hay vídeos que ahora no existen, imágenes que no se vieron. Nos parece que el manejo ha sido equivocado y absolutamente desprolijo. No fue la oposición la que sacó a relucir el tema del vídeo. Estamos en una suerte de pactos que se develan y se empiezan a conocer en una suerte de actividad de clandestinaje y conspiración”.
A las 14.15, el presidente Mujica llegó al Parlamento y lo recibió Bonomi. Estuvo apenas 10 minutos y al retirarse, los periodistas le preguntaron a qué había venido. Dijo cuatro palabras: “solidaridad con los ministros” y se fue sin más.
Unos minutos después y cuando la sesión de interpelación superaba las cinco horas, Bonomi hizo uso de la palabra y estaba algo molesto. Entre otras cosas, dijo esto: “Desde que estoy hablando de esto estoy diciendo que no es grave. Acá se ha tratado de agravar la situación para poder plantear lo que ahora se plantea: que no damos respuesta. ¡Claro que damos respuesta! La respuesta es que lo que importa no es si existe un vídeo, lo que importa es todo lo que se ha generado alrededor de ese vídeo. Y eso no lo generó el Poder Ejecutivo porque en el momento en que se plantea en un medio de prensa esto crece y nosotros hemos tratado de tirarlo abajo. Lo que hoy dije: si existen las imágenes o no existen es algo que no podemos afirmar. Lo que importa es si la amenaza es verosímil. Y no lo es. Lo que importa es si esa amenaza tiene la posibilidad de concretarse. No las tiene”.
Los ministros repitieron unos cuantos argumentos que venían sosteniendo y dijeron un par de puntos novedosos. Dijeron que el caso estaba investigándose en la Justicia, que había que dejarla actuar y resaltaron que el presidente Mujica se entrevistó con el juez de la causa, Jorge Díaz, y le dijo cómo accedió él a esas imágenes.
El Espectador le preguntó a Rosadilla a la salida del Palacio Legislativo si él ya sabía quién le mostró las imágenes a Mujica. El ministro se puso un poco molesto y dijo que de ninguna manera él se lo iba a preguntar al presidente, porque entendía que no correspondía.
Esto es lo que contestó el ministro Rosadilla a la salida del Parlamento: “Esto no ameritaba una interpelación, así quedó demostrado en el día de hoy. Se recurrieron a argumentos que entreveran tiempos históricos y fuentes cuando el tema tendría que haber sido muy concreto”.
A la salida también hablamos con el ministro del Interior, quien criticó al ministro interpelante Sergio Abreu recordando su accionar en el caso Berríos, el químico chileno que murió en Uruguay, durante la administración de
cuando Abreu era gobernante en la administración de Luis Alberto Lacalle.
“No había elementos para esta interpelación. Me parece incongruente plantear la falta de credibilidad del Poder Ejecutivo de parte de un miembro interpelante que hace unos 18 años trajo una foto y una carta al Parlamento en la que se establecía que vivía Berríos cuando el senador Yamandú Fau tres días después recibió una llamada telefónica diciendo que estaba muerto y enterrado, cosa que se descubrió tres días después”.
Apuntemos que Abreu le contestó en sala. Le dijo que él nunca le vio la cara a los militares que habían hallado a Berríos, pero algunos tupamaros sí.
Después sí reflexionó a propósito de la interpelación y del famoso video, cuyo contenido minimizó, una vez más.
“Para mí es un supuesto vídeo. ¿Cuánto hace que venimos diciendo que si existe no supone un peligro para la democracia? Se ve que nuestras respuestas no los han conformado”, concluyó.
(Observa.com.uy)