El estilo narrativo llamado Microcuento o Microrrelato, pese a lo que muchos creen, es uno de los más difíciles de lograr. Se requiere una gran precisión en el lenguaje, a menudo una sorpresa en el final y, a pesar de su brevedad, contar con todas las partes de un texto narrativo (personajes, acción, etc.)
Recordamos que hace algunos años, aún no se hablaba de teléfonos con pantalla digital y menos aún de whatsapp, ANTEL solía organizar este tipo de concursos: concursos de microcuentos. Entre las condiciones estaba que debían no superar determinada cantidad de caracteres, justos los que cabían en un mensaje de texto de aquellos convencionales.
Insistimos: debido a las características del género, el autor debe ajustarse a una serie de exigentes condiciones.
A nivel mundial, uno de los más famosos microcuentos es “Sola y su alma”, del norteamericano Thomas Bailey Aldrich (1836-1907) y dice:
“Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta”.
Hoy, esta página hace simplemente un muestreo. Los autores son ambos salteños y de apellido Menoni. Rocío es maestra y vive en Salto, como siempre afincada a su querido barrio Cerro. Jorge, también oriundo de ese barrio, vivió los últimos cuarenta años en Ámsterdam, Holanda, y allá falleció a mediados de octubre del año pasado.
CUENTOS BREVES
(de Rocío Menoni)
I
Detrás del cortejo vio llorar a su mujer, a sus hijos, a su hermano. Cuando vio a la barra del bar y notó que él no estaba comprendió que había muerto.
II
Corrían los dos hacia la casa, pero el fuego corría más rápido y llegó primero. Quiso entrar por la ventana, pero el fuego nuevamente le ganó y entró primero.
III
Escuché al unísono la voz del médico, mi llanto y el gemido de mi madre. Entonces supe que había nacido de nuevo.
IV
Una sola vez Olga vio caer una estrella. No tuvo tiempo de pedir su deseo. Desde entonces lamenta su soltería.
V
El único dato de su marido que Griselda le dio a la policía el día que él desapareció fue que era adicto a los espectáculos de prestidigitación, magia e hipnosis. Ahora ella mira con cariño al perro callejero que desde hace un tiempo se echa a dormir en la puerta de su casa. Le encuentra cara conocida.
MICRORRELATOS
(de Jorge Menoni)
El Ladrón
El ladrón sabía que el escritor había escondido el dinero en su biblioteca. Lo buscó en vano todo el día. Lo había escondido en las palabras.
El loco
El loco inició el viaje al pasado. Cuando llegó al Paraíso, lo entendió todo.Se volvió al manicomio.
El artista
El artista dibujó una puerta de vidrio. Escribió un cartelito que decía “prohibido la entrada”. Se dibujó entrando. Cuando quiso dibujar la salida, el cristal le cortó la mano.
El actor
Cuando el actor que hacía de mago se quitó la máscara, se dio cuenta que el teatro estaba vacío.
El velorio
El velorio fue muy breve. El muerto despertó a los 10 minutos.
El alpinista
Avanzada la noche, el alpinista equivocó la entrada al oscuro túnel. Nunca más pudo salir del aljibe.
El escritor
Cuando el escritor terminó su novela la arrojó al fuego. Cuenta la leyenda que el diablo fue quien escribió el Fausto de Goethe con el manuscrito aún al rojo vivo.
Jugando a volar
Jugando a volar, se cayó al abismo No se quebró ningún hueso. Tampoco encontró el fondo.
El náufrago
El náufrago escribió SOS en la arena con sus dedos ensangrentados. La actriz lo vio desde el avión y comentó: me pintaré las uñas de rojo para provocar a los fotógrafos del festival.“El avión continuó su ruta normal.
El sueño
Soñó que se casaba en un sueño que a su vez otros soñaban. Cuando despertó no supo si era su mujer la que dormía a su lado o la estaba soñando.
La escalera
Subió lentamente la escalera prohibida que ya no conducía a ningún lugar. Cuando llegó a la cima vio la cara de enojo del ángel.
