En la tarde de este lunes, la sala de la Junta Departamental recibió a dos de los principales responsables de la conducción económica de la Intendencia de Salto. Allí, el secretario general, Cr. Walter Texeira Núñez, y el director de Hacienda, Ec. Nicolás Irigoyen, llegaron para exponer ante los ediles los detalles del Informe Integral de Diagnóstico Financiero, Marco Jurídico, Plan de Obras 2025–2030 y la Propuesta de Financiamiento de Largo Plazo.
El presidente del Legislativo, Dr. Enzo Molina, acompañado por los coordinadores de bancada Mario Furtado (Frente Amplio) y Facundo Marziotte (CORE), encabezó la recepción. En un clima de trabajo institucional, los técnicos del Ejecutivo fueron dando cuenta del proceso que llevó a la elaboración del documento que, según remarcaron, forma parte de una estrategia mayor de ordenamiento y proyección del desarrollo del departamento.
Texeira explicó que la decisión del intendente Carlos Albisu fue “abrir toda la información disponible”, reafirmando el compromiso del Gobierno de Salto de trabajar con total transparencia junto a todas las fuerzas políticas. Según relató, el Ejecutivo entiende este paso como “un ejercicio de responsabilidad y cooperación”, donde la Junta tiene un rol clave para analizar con rigor los instrumentos financieros que se proponen.

A su turno, Irigoyen detalló el panorama financiero que enfrenta la Intendencia. Señaló que el departamento arrastra una estructura de pasivos exigente y un deterioro acumulado de la infraestructura pública, lo que obliga a implementar medidas de reordenamiento. Explicó que el análisis técnico realizado por la Dirección de Hacienda confirma que la Intendencia tiene capacidad para reconfigurar su perfil de deuda, siempre que se haga mediante un instrumento “responsable, de largo plazo y alineado con la capacidad real de repago”.
El planteo central, presentado bajo el marco jurídico vigente, es avanzar hacia un financiamiento de hasta 60 millones de dólares. Texeira e Irigoyen coincidieron en que este monto permitiría cumplir dos objetivos fundamentales: “ordenar y reestructurar el perfil de deuda”, liberando margen operativo, y “retomar un ritmo sostenido de inversión pública” capaz de atender necesidades históricas de la ciudad y el interior.
El Plan de Obras 2025–2030 fue otro de los ejes fuertes de la presentación. Los jerarcas describieron que se priorizan corredores viales estratégicos, proyectos deportivos y comunitarios, mejoras urbanas y una intervención ambiental de alto impacto: la transformación del vertedero en un relleno sanitario técnico, algo que consideraron “un cambio estructural para el departamento”. Todas estas iniciativas, señalaron, derivan de estudios técnicos y de los planteos recogidos en los gobiernos locales y organizaciones sociales.
Durante el intercambio, los ediles consultaron sobre diversos aspectos del financiamiento y las condiciones de aplicación. El Ejecutivo insistió en que la propuesta “no es solamente un mecanismo financiero, sino una visión de gestión” basada en la combinación de responsabilidad fiscal, planificación a largo plazo e inversión estratégica.
Antes de concluir, Texeira y Irigoyen subrayaron que todo el proceso requiere “diálogo democrático, responsabilidad institucional y construcción de consensos”. Ambos remarcaron que la decisión final debe surgir de un análisis serio y transparente, orientado exclusivamente al interés de Salto y al bienestar futuro de su población.









