Con la reciente renovación de autoridades en la Junta Departamental de Salto, el edil reelecto Facundo Marziotte inicia un nuevo ciclo legislativo al frente de la coordinación del bloque Coalición Republicana, espacio que reúne a los ediles del Partido Nacional y del Partido Colorado.
En esta nueva etapa, Marziotte asumirá un rol de articulación interna entre las fuerzas que conforman la coalición oficialista y, además, será una de las principales voces del legislativo en el proceso de discusión del presupuesto quinquenal. En ese marco, la búsqueda de autonomía presupuestal para la Junta Departamental aparece como una de las propuestas centrales de su agenda.
“La Junta Departamental de Salto es la única en todo el país que no cuenta con un área contable propia ni maneja directamente su presupuesto. Esta situación no solo limita la capacidad de gestión del legislativo, sino que además lo coloca en una situación de dependencia administrativa frente a la Intendencia”, expresó Marziotte en entrevista con EL PUEBLO.
El edil considera que avanzar hacia una mayor independencia financiera e institucional no implica un enfrentamiento con la Intendencia, sino por el contrario, representa una mejora para ambas partes. “Es una transformación necesaria que le permitirá a la Junta operar con mayor eficiencia, profesionalismo y responsabilidad. Y al mismo tiempo, aliviará a la Intendencia de una carga que no debería tener”, explicó.
Junto al nuevo presidente de la Junta, Enzo Molina y con el respaldo de otros ediles con experiencia como Pablo Williams, Marziotte se propone impulsar este cambio estructural que, según afirma, debe formar parte de una mirada moderna sobre el funcionamiento de los poderes del Estado a nivel departamental. “Estamos convencidos de que es momento de profesionalizar aún más la Junta, dotarla de capacidades técnicas y financieras reales, y empezar a verla como un actor institucional con peso propio, no como un apéndice de la Intendencia”, subrayó.
Una Junta bipartidista que requiere puentes permanentes
Más allá de la discusión presupuestal, este nuevo período se inicia con una característica inédita: una Junta Departamental estructurada en dos grandes bloques, la Coalición Republicana por un lado y el Frente Amplio por el otro. Esta configuración, reconocida por el propio Marziotte como un cambio sustancial en la dinámica política local, demanda una vocación de diálogo más firme que nunca.
“Si hay una palabra que define el trabajo que se viene, esa es diálogo. Esta Junta va a requerir de muchísimo diálogo, tanto interno como externo. Interno entre los compañeros de la coalición, blancos y colorados y externo con los ediles del Frente Amplio, que tienen representación importante y con quienes vamos a compartir decisiones clave para el departamento”, afirmó.
En ese sentido, Marziotte reconoció que el nuevo escenario no será más fácil ni más difícil, sino diferente. “Implica negociar, escuchar, tener paciencia, respetar las diferencias y buscar puntos de encuentro. La ciudadanía espera resultados, no excusas. Salto no nos perdonaría que no construyamos desde el acuerdo, aun pensando distinto”, remarcó.
Uno de los grandes retos será lograr consensos en torno al presupuesto quinquenal, tanto el de la Intendencia como el de la propia Junta. Marziotte adelantó que, por lo menos desde el bloque que lidera, la intención es darle al presupuesto de la Junta un nuevo enfoque, que contemple esa mayor autonomía institucional que se plantea como objetivo principal.
“Queremos cambiar el foco del presupuesto de la Junta. En este momento, por ejemplo, ni siquiera contamos con personal contable propio, lo cual es impensado en cualquier otro departamento del país. Eso lo tenemos que revertir”, explicó, insistiendo en que no se trata de una demanda corporativa, sino de una necesidad institucional.
Otros temas sobre la mesa: el rol del edil y su reconocimiento
Consultado sobre la posibilidad de retomar el debate en torno a algún tipo de ingreso o compensación económica para los ediles, Marziotte fue claro en señalar que, si bien es un tema legítimo y que se discute en varios departamentos, no está en la prioridad del bloque para este período. Sin embargo, no rehuyó el debate de fondo.
“Yo soy defensor del rol del edil y creo que debería estar mejor valorado. No lo digo porque hoy lo sea, lo pienso incluso si en el futuro no ocupo más este lugar. El edil cumple una función importante en el control, en la representación y en la cercanía con la ciudadanía. Pero también creo que es un tema que debe abordarse con madurez política, sin populismos ni oportunismos”, sostuvo.
Para Marziotte, la prioridad en este momento es construir una Junta más fuerte, más eficiente, más profesional y con mayor capacidad de decisión propia. El camino insiste, es el de la negociación constante.
“Va a haber momentos en que no estemos de acuerdo. Es lógico. Pero si mantenemos el respeto, el diálogo y la voluntad de trabajar por el bien común, estoy convencido de que vamos a lograr avances significativos. Y que esta Junta pueda dejar un legado institucional importante”, concluyó.