Desde un padre a EL PUEBLO , para que no todo pase de largo.
«Si quieren publicarla la publican. No quiero que aparezca mi apellido, porque en nada quiero rozar a mi hijo, pero de repente importa el pensamiento que tengo, porque es el de muchos padres y madres que pensamos lo mismo. No es fácil para nosotros hablar de estos temas, porque a veces los técnicos piensan distinto y el que paga el plato roto, es el hijo de uno. Yo me llamo Carlos y vivo en el barrio Ceibal desde hace 30 años. Si quieren publicarla, haganlo, pero no se fijen en las faltas ortográficas, porque algunas tengo».

La reflexión de CARLOS llegó a EL PUEBLO en sobre cerrado. Después enviaría un audio, para darle marco a su objetivo. Como además, es un lector de años de este diario y un futbolista que supo de algún esplendor, no queda menos que darle cabida. Porque más que su nombre, trasciende el contenido de ese pensamiento. Obliga a la reflexión.«Cuando llega el momento de la citación a los jugadores juveniles para los combinados, siempre pienso que las injusticias no faltan. Parece que los técnicos siempre apuntan para el mismo lado, como si la mayoría de los clubes restantes, no fueran parte del Consejo Único Juvenil. Aquí los técnicos y los dirigentes de la Liga se la juegan a la gloria de muy pocos, porque siento que a quienes son parte de esos clubes no les importa mucho el tener o no tener jugadores en la selección. A los técnicos les importa que la selección gane, para asegurarse el año siguiente y nadie piensa en las injusticias, por esos jugadores que pudieron estar y nunca estuvieron.Nunca escuché a ningún neutral del Consejo Único Juvenil, referirse a esos temas, porque a ellos solo les importa una copa ganada y dejan de saber si ese jugador campeón es parte de la casualidad o existe una razón de convocatoria detrás. Hubo padres de la última selección Sub 14 que se sintieron defraudados por el manejo previo de nombres de gurises que finalmente integraron el plantel, pero ninguno de ellos puso el grito en el cielo, para evitar represalias en el futuro, contra sus propios hijos.
El mío juega porque el fútbol lo apasiona, mi hijo tiene 16 años y desde los 6 es uno más en el club, pasando por el Baby Fútbol, donde algo o mucho aprendió, porque es de los gurises que uno les da crédito porque condiciones no le falta. Pero a partir de los 13 años, ya la competencia cambia y se acabó el disfrute para varios, porque les van metiendo en la cabeza la obligación de ganar. Mi hijo es de los que lo sabe por haber jugado bajo ese tipo de presión, ya sea en su equipo o en las selecciones que integró.Con la madre y un hermano, vamos a verlo siempre, porque sentimos que ese acompañamiento no deja de necesitar; que nosotros lo veamos es parte de su alegría, pero también digo que estoy harto que lo escupan y estoy harto que le peguen, mientras la mayoría de los jueces no hacen lo mínimo para evitar la destrucción sobre la base de la violencia o de esa actitud que se pasa de la raya. Ustedes, los cronistas deportivos, no van nunca a los partidos del Consejo Único Juvenil en la temporada, de repente en algún partido de la liguilla.Nunca los ví y conozco a la mayoría de los cronistas, porque con algunos tengo ida y vuelta y otros de mi parte y de mi familia, cuanto más lejos mejor. Ustedes no saben lo que pasa abajo, ustedes saben lo que pasa arriba y no siempre saben todo, porque si tienen que agarrar la guitarra, la agarran. Hay muchas cosas que pasan con el fútbol juvenil que no están bien y no responden a ninguna idea que beneficie a la mayoría de los clubes en esta materia.Pregunto si en el Consejo Único Juvenil el fin es solo ganar o importa cual es el método, el cómo llegar a lo que se pretende. También de este tema, nunca leí una declaración de los neutrales del Consejo Único Juvenil, mientras algunas canchas en las que juegan los gurises son un desastre y de eso tampoco se habla. Hacerlos jugar en algunas canchas a los gurises, como actitud es miserable y como padre no quiero ni debo callar, ni mamado voy a ser un cómplice másOjalá que esto que digo algún valor tenga y no pase de largo y menos mal que mi hijo va agarrando para el estudio también, para que en el futuro, no siga siendo uno más de esta carnicería»