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miércoles, 2 de julio de 2025
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Estela Valverde : una catedrática uruguaya que vive en Sidney pero nunca olvida a “su paisito”

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Diario EL PUEBLO digital
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Agradezco la bendición de haberme formado en un país democrático”
La Dra. Estela Valverde una catedrática que vive en Sidney y desempeña su actividad profesional en la Universidad de Macquarie.
“Tienes suerte de haber nacido en Uruguay. El paisito aún ocupa un lugar muy importante en mi corazón. Siempre agradezco la bendición de haberme formado en un país democrático cuya educación laica, gratuita y obligatoria marcó para siempre mi vida. Grandes logros para una país tan pequeño, que nunca debemos olvidar en el futuro, porque el futuro siempre es incierto y necesita nuestra aferrada fe en la paz y en la justicia” – expresó a EL PUEBLO.

  • Cuéntenos cómo es su día a día en la Universidad de Macquarie…
    “Yo he dejado la docencia en este momento y trabajo como investigadora desde casa, que es algo que siempre se nos a permitido hacer a los profesores universitarios aquí en Australia, pero que ahora se ha vuelto casi obligatorio. Además, soy la Editora Académica de la revista JILAR (Journal of Iberian and Latin American Studies) para la Editorial Taylor and Francis y trabajo de voluntaria con la Cruz Roja en sus Servicios de Emergencia de Apoyo Psicológico. Últimamente he estado trabajando sobre todo en el teléfono, dando apoyo a los viajeros que vienen llegando y deben de hacer cuarentena en los hoteles. Muchos de ellos están muy estresados ,con la perspectiva de estar recluidos por tantos días y necesitan apoyo para sobrellevar el aislamiento”.
  • ¿Qué tipo de investigaciones se llevan a cabo en dicha universidad?
  • “Macquarie es una universidad enorme y las áreas de investigación son muy diversas. En mi departamento realizamos investigaciones literarias y lingüísticas de distinta índole. Hasta el 2016 fui la Directora del Departamento de Estudios Internacionales que ahora ha sido amalgamado con otros departamentos para reparar la crisis económica que afecta a todo el sector universitario aquí en este momento”.
  • Cuéntenos acerca de su conexión con Teresa Porzekanski y en qué se inspiró usted para escribir el libro Los mundos de Teresa Porzekanski
  • “Terminé mi doctorado con una tesis sobre el escritor argentino David Viñas, (David Viñas: En busca de una síntesis de la Historia argentina, Plus Ultra, 1989), comencé a leer obras de mujeres uruguayas, con la idea de escribir algo sobre ellas. Fue entonces que descubrí la obra de Teresa Porzekanski y me fascinaron sus propuestas ontológicas y su visión exuberante de la realidad. Pronto me di cuenta de que necesitaba escribir un libro entero sobre su obra, para poder hincarle diente a su mensaje lírico. Luego conocerla fue todo una experiencia: una mujer que brilla como el lucero del amanecer, magnética y vital. La entrevisté varias veces y esas entrevistas están incluidas en mi libro Perfumes letales y banquetes eróticos: los mundos de Teresa Porzecanski (Linardi y Risso, 2005). En esta obra analizo sus novelas como un intento de Porzecanski de devolverle el poder creador a la mujer, reivindicando su papel de guardiana de las tradiciones y de la continuidad de la especie. Vale la pena leerlo, no por lo que yo digo sobre Porzecanski, sino para descubrir todo lo que se nos ha ocultado y prohibido tener acceso como mujeres. Su formación antropológica le ha acusado su poder de observación y así sus obras son un reflejo perfecto de su vida familiar y sus antepasados judíos. Para mí Porzecanski es una de las más brillantes narradoras latinoamericanas viviente. Es un honor contar con su amistad”.
  • ¿Cuáles son sus proyectos
    actuales?
  • “Con mi esposo, el Prof Michael Humphrey, estamos terminando en este momento un libro sobre amnistías y justicia transicional (Transitional Justice, Impunity and the Judicialization of Politics). Para lograr un equilibrio de análisis hemos comparado estos procesos en diversos países que han sufrido una dictadura de estado y han negociado la transición a la democracia de diversas maneras. Uruguay, claro está, es uno de los que utilizó las leyes de amnistías, pero también estudiamos los procesos en Colombia y más allá de América Latina, en España, Líbano y Kenia. Para combatir la impunidad es necesario no solamente rechazar las leyes de amnistía sino desafiar los acuerdos políticos en los que estas leyes han sido ancladas. El libro aspira a proponer un modelo de justicia transicional como un camino a la elaboración de leyes de derechos humanos más eficiente que las que actualmente existen”.
    ¿Cómo ha vivido y vive el contexto de pandemia?
    “Soy muy afortunada de vivir con mi hija y su pequeña familia. Tenerlos a ellos compartiendo nuestro diario vivir es revitalizador y muy gratificante. Ha sido un proceso muy arduo para la mayoría. Nosotros fuimos privilegiados en contar con una casa con espacio para desahogarnos en el jardín o jugando con los niños y además vivir en un barrio tranquilo, cerca de un bosque donde podemos respirar todo el aire puro que necesitemos”.
    ¿Cómo ha sido su experiencia de crear vínculos entre Australia y América Latina?
    “Yo siempre he visto mi función como profesora universitaria un tanto como una embajadora de mi disciplina de Estudios Latinoamericanos. Gran parte de mi carrera la he dedicado a crear lazos entre universidades australianas y latinoamericanas y españolas. Yo creé tres de los programas en esa disciplina en Australia: en la Universidad de Western Sídney; la Universidad de Queensland y últimamente en la Universidad de Macquarie. En cada uno de esos programas inserté intercambios de estudiantes y organicé cursos de idioma español en el extranjero. Además, dentro del Festival de Cine Latinoamericano en Sídney, creé una sesión en Macquarie sobre cine de Derechos Humanos, donde exhibíamos películas relevantes al tema y traíamos a especialistas internacionales para el panel de discusión al final de la función. Esto abrió América Latina a la comunidad australiana de una manera muy favorable y proveyó a los latinoamericanos viviendo aquí la oportunidad de discutir asuntos políticos y de derechos humanos que muchos de ellos nunca habían tenido la oportunidad de explorar”.
  • ¿Cómo ve el futuro de la cultura a nivel global?
    “Estamos en este momento en una encrucijada, con dos potencias que alardean de poder controlar el mundo… Todo dependerá de cómo podamos manejar la paz, porque la guerra puede traernos secuelas funestas. Yo siempre he sido una optimista y apuesto a la libertad y a la convivencia. No creo que la sangre llegue al río”
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