Estas poesías reflejan la importancia de la protección y el afecto en la infancia, destacando la responsabilidad de los adultos en el bienestar de los niños. Un llamado a la conciencia y al compromiso con las nuevas vidas.
El eco de la inocencia: un llamado a proteger y amar a nuestros niños desde sus primeros pasos
NACIDO INOCENTE
Pequeños ojitos tristes
que tu nacer no pediste,
la vida ya te demuestra
la falta de amor que existe.
¿Y quién calmará tus miedos?
¿Quién alentará tus pasos?
¿Quién velará tu sueño?
¿Quién te extenderá sus brazos?
Tú no eres el culpable
si te han negado el afecto,
¡si el ser humano es tan pobre
para brindar sentimientos!
No mendigas un abrazo,
no mendigas unos besos,
a pesar de tus carencias
a ambos tienes derecho.
Entre toda esta miseria,
de la inocencia de tu alma,
esbozas una sonrisa
de esperanza de un mañana.
¿QUÉ HACEMOS POR ELLOS?
Les dimos la vida
¿qué hacemos por ellos?
Aunque aún no hablen
tienen sus derechos,
a tener un nombre
con una familia,
y a la identidad
que les corresponde.
Mujeres y hombres que vidas despiertan
Mujeres y hombres que vidas despiertan
por simple deseo, sin tomar conciencia
que son responsables de ese nuevo aliento
que han generado sus propias falencias.
Despierten a tiempo, enmienden el hecho
de esa personita que espera presencia.
Se la trajo al mundo sin pedir su anuencia,
no es justo que sufra por vuestras ausencias.
Protección y afecto el vástago espera,
al abrir sus ojos la imagen que llega
debe ser atenta, los brazos ternura
al sentir el pecho de la piel que augura.
Ésa es su demanda a tiempo completo:
necesita besos, imagen, momentos.
Que tenga de infancia felices recuerdos,
para que su vida tenga fundamento.
Autora: Sonia S. Martínez Camino
Aporte del grupo literario “Horacio Quiroga”