“Más allá que Orsi sea el presidente, Uruguay está obligado a seguir fortaleciendo los lazos políticos, comerciales y económicos con Estados Unidos”
Pablo Perna, Diputado suplente electo por Partido Colorado
El pasado lunes asumió su segundo mandato Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos, quien en su discurso de asunción tocó algunas aristas que podrían llegar a repercutir en nuestro país y que ha llevado a largos intercambios en los medios de comunicación capitalino durante toda la semana. El Contrapunto de EL PUEBLO de este domingo quiso conocer la opinión de referentes políticos salteños. Pablo Perna fue electo Diputado suplente por el Partido Colorado y con él conversamos.
– ¿Cuál es la primera reflexión que le provocó el inicio del segundo mandato de Trump?

– En primer lugar, el mundo no esperaba que Donald Trump llegara nuevamente a la presidencia después de la cantidad de denuncias penales que tenía contra su persona y críticas hacia su gobierno. Y contra todo pronóstico, y a pesar del atentado hacia su vida, que se salvó milagrosamente y que él lo atribuye a una intervención divina, más allá de todo eso, llega a la presidencia. Comparando los anuncios que hacía Trump en su primera presidencia y que luego no concretó, terminó siendo un excelente presidente. Un país que prácticamente ha estado continuamente en guerra, uno pensaba que llegaba Trump y tiraba la bomba atómica, y sin embargo no participó de ninguna guerra.
Hoy repite una segunda presidencia con Órdenes Ejecutivas que deja sin efecto todo lo iniciado por su antecesor, haciendo anuncios rimbombantes que habrá que ver que se concreten, pero que en definitiva, creo que va a hacer una muy buena presidencia para los Estados Unidos.
– Analizando el discurso de Trump, se ven anuncios de cierto nacionalismo proteccionista con la suba de aranceles a los productos que ingresen a Estados Unidos, ¿esa postura podría llegar a incidir de alguna manera en nuestro país?
– De las declaraciones de Donald Trump en su primer día de asunción cuando se le pregunta cómo va a ser su relación con América Latina, responde claramente que la relación debe ser excelente, pero que en definitiva no necesitamos de América Latina, es América Latina la que necesita de nosotros. Eso es real, y vemos, por ejemplo de Uruguay, que tenemos a 70 mil uruguayos que hoy están en Estados Unidos. Casualmente en el día de ayer (miércoles) en el diario El País salió una nota muy interesante donde se entrevistaban a uruguayos viviendo en Estados Unidos donde alguno de ellos viven de forma legal y otros de forma ilegal, incluso cruzando la frontera en un doble piso de una camioneta. Algunos consideraban que las medidas anti migratorias que quiere impulsar Trump son correctas, criticando que muchos inmigrantes van, trabajan y quieren salir adelante pero que otros abusan del sistema. Algunos tenían miedo, a otros les pareció bien y otros estaban expectantes de lo que pudiera suceder. Así que están divididas las opiniones de los uruguayos que viven en Estados Unidos sobre los anuncios migratorios de Trump.
De todas formas, más allá que Uruguay es un país muy chico y económicamente insignificante para los intereses políticos y económicos de Estados Unidos, la realidad es que Donald Trump tiene intereses en Uruguay, ha sido amigo de nuestro país. Prueba de ello es que existe una Torre Trump en Punta del Este, y que su hijo ha venido varias veces a Uruguay. O sea que ha elegido a nuestro país porque más allá que económicamente no sea un país atractivo, políticamente está claro que brinda todas las garantías necesarias de un país serio para poder venir a hacer inversiones.
– En marzo asume un gobierno de izquierda, y el gobierno de Trump está identificado con una postura conservadora y de derecha, ¿cómo estima que pueda llegar a ser el relacionamiento entre ambos gobiernos?
– Las inversiones que hizo Trump en Uruguay fue durante los gobiernos del Frente Amplio, que tanto en la presidencia de Tabaré Vázquez como de José Mujica, más allá que se hayan identificado con la izquierda han mantenido una economía liberal, de apertura. Hay que recordar que Uruguay ha tratado de hacer un TLC (Tratado de Libre Comercio) con Estados Unidos y el Frente Amplio no se lo permitió. Acá la política uruguaya es formidable en el sentido de que hay un discurso político y un discurso de la responsabilidad de lo que se debe hacer. Hoy Estados Unidos en la exportación de carne está en el 4° lugar, pero no solo eso, sino que hoy el 70% de los productos de bienes y servicios que se llaman TICs, que refiere a la exportación de productos tecnológicos informales y de comunicación, nos lo compra Estados Unidos. Y eso me consta porque tengo clientes que asesoro que le venden sus productos tecnológicos a los Estados Unidos, es un servicio que a los uruguayos le significa millones de dólares de ingresos mensuales. A esto hay que sumar que el 7% de las inversiones que recibe nuestro país son de Estados Unidos. Entonces, más allá del discurso político y que el presidente sea de izquierda, lo que ha demostrado la política uruguaya es que sabe separar las aguas. Por su discurso político es opositor a Trump, pero en relación a las políticas económicas, Uruguay va a hacer todos los deberes posibles y necesarios para seguir teniendo una buena relación con Estados Unidos. Es lo que ha sucedido en los gobiernos de izquierda, así que más allá que sea Orsi el presidente, Uruguay está obligado, y creo en la clase política que nos va a gobernar, que seguirá fortaleciendo los lazos políticos, comerciales y económicos con Estados Unidos.
“Difícilmente traiga algo positivo para Latinoamérica”
Daniel Dalmao, Diputado suplente del Frente Amplio
Por su parte, Daniel Dalmao, Diputado suplente del Frente Amplio e histórico dirigente del Partido Comunista del Uruguay, tiene una visión crítica de lo que pueda resultar del gobierno de Donald Trump para nuestro continente.
– ¿Cuál es la primera reflexión que le provocó el inicio del segundo mandato de Trump?

– Lo primero que pensamos es que difícilmente traiga algo positivo para Latinoamérica sobre todo y para nosotros en particular. Después hay que ver de todos esos anuncios qué es lo que realmente concreta.Trump es quizás la expresión más preponderante en este momento de todo este resurgimiento de la ultraderecha a nivel occidental, en Europa y América, por lo menos así lo demuestra en su discurso y hasta de cómo se paró de acuerdo a quienes invita. Invitó a aquellos presidentes con los que se siente más identificado, como Milei, Bukele de El Salvador, como Noboa de Ecuador, incluso, por ejemplo no invita de Brasil a su presidente Lula pero lo invita a Bolsonaro, quien al final no pudo ir por tener problemas con la Justicia brasilera.
Algunos de sus anuncios son preocupantes, con un discurso con nostalgia imperialista con eso de amenazar a México, sobre todo con la frontera, con lo de apropiarse de Groenlandia, lo de quitarle el Canal a Panamá, son anuncios que son preocupantes. Pero ahora también amenaza a Canadá en convertirlo como un nuevo Estado de Estados Unidos, con ese discurso de campaña de hacer nuevamente grande a América, en referencia a su país. Sumado a la confrontación con China, y a un discurso ultra conservador que se identifica con el discurso de Milei y de otros por el estilo.
Todos quienes tenemos algunos años, recordaremos cuando se hablaba de la globalización, de la gran aldea global y con eso de romper con todas las barreras proteccionistas.Hoy estamos viviendo lo contrario, y el discurso de Trump tiene mucho de eso, amenazando con poner aranceles muy altos de aquellos productos que ellos importarían, lo que puede complicar a Uruguay y a toda Latinoamérica. Así que en principio, son todos anuncios que preocupan y que tendremos que estar muy atentos.
Lo que nos preocupa es que quizás estamos en un momento donde Latinoamérica no se encuentra unida como quisiéramos, porque podemos ver discursos muy distintos, y esas diferencias son notorias. Si nos encontrara con una visión continental más unitaria sería más auspicioso, pero nos preocupa que existan visiones tan distintas, como la de Milei, que tiene una mirada bastante parecida al presidente uruguayo que ya le queda poco de su mandato, pero también hay otras visiones como la de Lula, que es mucho más amplia. Habría que llamar a la unidad y al intercambio entre países de forma civilizada, independientemente de los signos políticos, lo que tiene que predominar es la relación de pueblo a pueblo, que tiene que ser de respeto, más allá de las dimensiones de cada uno.
– Si bien ya existe un antecedente de una presidencia de Trump durante un gobierno del Frente Amplio en Uruguay, ¿cómo cree que será esta nueva etapa del relacionamiento de ambos países a partir de la asunción en marzo de Yamandú Orsi?
– Pensamos que tiene que ser normal, porque está eso de que una cosa son los anuncios, porque también en su primer período de gobierno había empezado con anuncios muy fuertes, después y en los hechos fue buscando una relación más normal. Me parece que con Uruguay no tendría por qué no ser una relación normal, civilizada. Por lo menos del lado del gobierno uruguayo va a ser así. Esperemos que esos anuncios dados en su discurso, que cuando tenga que definir cada cosa de las medidas que tome no llegue a esas tensiones que en el discurso preocupan. Estamos convencidos que el gobierno que asume el 1° de marzo en Uruguay pondrá sus esfuerzos para que las relaciones sean normales, que no afecte el relacionamiento tanto en lo cultural, en lo diplomático y en lo comercial.
– El mismo día que asumió la presidencia, tuvo un récord histórico en que un presidente norteamericano firmaba las llamadas Órdenes Ejecutivas, entre las que autorizaba al FBI y a la DEA a extraditar a personas de sangre latina, y en Estados Unidos hay una población uruguaya bastante importante. ¿Esta decisión podría afectar de alguna manera a los uruguayos que se encuentran en Estados Unidos?
– Si se concreta con esa agresividad como la planteada en su discurso, puede llegar a ser muy preocupante. En general, los uruguayos no han tenido ese tipo de problemas, siempre se piensa más en aquellas poblaciones que son mucho más numerosas en Estados Unidos, porque se habla de unos 11 millones de personas. En la globalidad, podría estar afectando a los uruguayos que están allí, esperemos que no, y esperemos que eso también quede como parte de su discurso. Escuchábamos a la presidente de México cuando él una de esas cosas que hace es un decreto que retoma con respecto a la frontera con México, y la presidenta decía que en su primer gobierno, estando como presidente de México Manuel López Obrador, el anuncio fue el mismo pero luego en los hechos el relacionamiento se fue atenuando y mantuvieron formas de cooperación entre sus cancillerías. Así que esperemos que ahora pase lo mismo.
Otra cosa que llama la atención en esas medidas que tomó rápidamente, es que algunas ya están cayendo por la propia Justicia norteamericana. Una de estas Órdenes Ejecutivas que firmó es la de terminar con que aquellas personas que nacen en Estados Unidos tienen automáticamente la ciudadanía, pensando en hijos de extranjeros, y un Juez Federal que tiene incidencia nacional ya decidió en contra de esa resolución a raíz de algunos reclamos realizados por Estados que se ven más afectados. Esa Orden Ejecutiva ya cayó, así que tampoco parecería que todo será inmediato como planteó Trump. De todas maneras prima nuestra preocupación.