Taximetristas lo consideran “lamentable” pero aclaran que “no hay pruebas” y no descartan que pueda tratarse de información falsa para perjudicarlos
En las últimas horas, un caso que involucró a turistas que llegaron a Salto y contrataron un taxi para ser trasladados desde el aeropuerto hasta la terminal de Salto Shopping ha causado gran repercusión. Los visitantes afirmaron haber sido estafados por el taxista, quien les cobró $2.400 (dos mil cuatrocientos pesos uruguayos). Este hecho generó cientos de comentarios en distintos canales de comunicación que hoy permite la tecnología, así como en medios de prensa tradicionales. Muchos de los comentarios compararon esa tarifa con otras partes del país y del extranjero, llegando a la conclusión de que lo sucedido en Salto era «un disparate».
Sin embargo, el Centro Unión Taximetristas de Salto informó a EL PUEBLO que no existen pruebas fehacientes del hecho y que podría tratarse de una acción malintencionada contra los taxistas que han estado operando en el aeropuerto últimamente. El presidente de la Unión, Alberto Brizuela, expresó: «Es lamentable el hecho, nos perjudica a todos», pero aclaró: «Lógicamente, hay que tener pruebas. No sabemos de dónde salió esa información, ni si realmente esas personas se acercaron a la prensa para hacer la denuncia».
El aeropuerto ya había sido alertado
Consultado sobre cómo ha estado funcionando este servicio desde que el aeropuerto ha retomado su actividad, Brizuela comentó: «Desde que nos enteramos que comenzarían a llegar vuelos al aeropuerto de Salto, hablamos con la gente del aeropuerto y les explicamos cómo funciona el servicio de taxis en Salto. Llegamos a un acuerdo con los precios, y se publicó una lista de tarifas desde el aeropuerto a varios puntos de la ciudad, así como a otros destinos del departamento, como las Termas del Arapey, con precios fijos e inamovibles».
El viaje que se denunció como cobrado a $2.400 tiene un precio oficial de $650, según Brizuela. «Reitero que tenemos un acuerdo con la gente del aeropuerto para trabajar con ellos. No tenemos un convenio ni prioridad, pero sí un acuerdo. Les hemos alertado, y con esto los alertamos nuevamente, ya que esto nos perjudica a todos: al aeropuerto, al turismo y a nosotros», afirmó. También mencionó que se les permitió colocar publicidad de Taxi Naranja en el mostrador del aeropuerto, y esperan que se difunda más en las redes sociales.
¿Cómo debe trabajar un taxi?
Brizuela explicó que, desde hace algún tiempo, varias empresas se han unido para formar el grupo Taxi Naranja. Invitó a los usuarios a seguir este servicio, que, según él, representa a un grupo de personas que «quieren trabajar como debe ser».
«Trabajar como debe ser» implica, según Brizuela, «tener la tarifa oficial visible y el reloj en condiciones. Eso es lo que la gente debe exigir». Taxi Naranja está bien identificado con un logo, pero «la gente es libre de elegir», añadió. Sin embargo, pidió que en caso de denuncias, se identifique bien el taxi con la matrícula, el horario, el conductor y el recorrido, para no poner a todos los taxistas «en la misma bolsa», ya que no todos están involucrados en prácticas indebidas.
«No tenemos pruebas»
Finalmente, Brizuela insistió en que «es lamentable lo que pasó», pero subrayó que «habría que comprobar en qué momento subió esa gente, qué día fue y qué taxi fue». Añadió que «no tenemos pruebas» y que «uno también podría pensar que se trata de información falsa, incluso proveniente de personas del mismo rubro que saben que nosotros trabajamos en el aeropuerto».
