El carnaval es una fiesta popular que se celebra en muchos países del mundo. Cada uno tiene sus propias tradiciones y costumbres, pero todos comparten la alegría y la diversión. Cada uno tiene su propia magia y encanto, y todos son una oportunidad para disfrutar de la fiesta y la alegría.
Pero también hay que decirlo, porque son temas que aparecen en cada fiesta:
Los carnavales también son una época de celebración y expresión, y a menudo se utilizan para abordar temas sociales y políticos. En algunos carnavales han generado controversia al criticar las políticas de gobiernos, de países, de personas e instituciones.
LICENCIAS Y DESENFRENOS
El Carnaval es conocido por ser un período de permisividad y cierto descontrol. Durante este tiempo, las normas sociales y culturales suelen relajarse, permitiendo a las personas disfrutar de la diversión y la alegría sin las restricciones habituales. Esto incluye el uso de disfraces, la participación en desfiles y fiestas callejeras, y la indulgencia en comida y bebida.
La crítica sin restricciones son elementos tradicionales y fundamentales del Carnaval en muchas culturas. Estas características permiten a las personas expresar sus sentimientos, opiniones y frustraciones de una manera que no sería socialmente aceptable en otros contextos.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Uno de los aspectos más liberadores del Carnaval es la posibilidad de decir y actuar como se quiere. Este espíritu de libertad permite a la gente expresar sus pensamientos y emociones sin temor a las represalias. Es un tiempo en el que las máscaras y disfraces no solo esconden identidades, sino también permiten explorar aspectos de uno mismo que normalmente permanecen ocultos.
CRÍTICA SOCIAL
El Carnaval también es un espacio para la crítica social desenfrenada. Las representaciones teatrales, las canciones y los disfraces pueden abordar temas políticos, económicos y sociales con una franqueza y una audacia que difícilmente se encuentran en otros momentos del año.
En resumen, el Carnaval ofrece un respiro del orden y la normativa diaria, proporcionando un espacio seguro para la expresión sin restricciones, la diversión y la crítica social.
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EN CADIZ SIN FRENOS, EN URUGUAY EL GRITO EN EL CIELO
En este carnaval 2025, tanto en Uruguay, como en algunos países del mundo, entre ellos España, y en particular en el carnaval de Cadiz, se han puesto en tela juicios guerras como las de Rusia – Ucrania, la de Israel y Hamas, sobre todo se ha puesto énfasis de Israel en relación con el conflicto palestino y la Franja de Gaza.
Estas críticas han generado diversas reacciones. Algunos defienden el derecho a la libertad de expresión y consideran que el carnaval es un espacio legítimo para denunciar injusticias y crear conciencia sobre la situación en Palestina. Argumentan que las críticas se dirigen hacia las políticas del gobierno israelí y no hacia el pueblo judío en general.
Otros, en cambio, critican estas representaciones y las consideran antisemitas, argumentando que demonizan a Israel y fomentan el odio hacia los judíos. Señalan que algunas representaciones pueden caer en estereotipos.
Es importante señalar que no todos los carnavales abordan este tema de la misma manera. Algunos se centran en la denuncia de la violencia y la defensa de los derechos humanos, mientras que otros pueden caer en representaciones más polémicas.
En cualquier caso, es fundamental promover un debate constructivo y respetuoso sobre el conflicto palestino-israelí, evitando la incitación al odio y la discriminación. El carnaval puede ser un espacio para la crítica y la reflexión, pero siempre dentro de los límites del respeto y la tolerancia.
EN CÁDIZ, “LOS PODEROSOS” FUERON MUY DUROS
La comparsa «Los Poderosos» ha causado un gran impacto en el Carnaval de Cádiz 2025 con su fuerte crítica hacia Israel. Durante su actuación en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC), la agrupación denunció el genocidio que Israel está cometiendo contra el pueblo palestino. Utilizaron una potente analogía entre Jesús y un niño palestino para exponer la hipocresía de Occidente, que celebra la Navidad mientras ignora las masacres en Gaza.
Durante las preliminares, la comparsa transmitió un mensaje de unidad y esperanza para la ciudad de Cádiz. Su repertorio combinó sensibilidad y crítica social, destacando especialmente en el popurrí.
El primer pasodoble hablaba sobre la vida y la necesidad de vivir plenamente para ser recordados como «gaditanos hasta la muerte». Sin embargo, el segundo pasodoble generó controversia al abordar la situación de Palestina, comparando a Jesucristo con un niño palestino y criticando la indiferencia ante las masacres.
El grupo también utilizó cuplés con un enfoque crítico hacia temas sociales, como los cines nudistas y el regreso de Bienvenido. En general, «Los Poderosos» dejaron una buena impresión con su mensaje claro de esperanza y lucha por la mejora de Cádiz.
La propuesta escénica de «Los Poderosos» en el Carnaval de Cádiz 2025 generó una reacción mixta del público. Mientras algunos espectadores aplaudieron su mensaje crítico y la calidad de su actuación, otros expresaron su descontento con abucheos y cánticos durante la presentación.
El público se dividió entre quienes apoyaban la denuncia de la comparsa sobre la situación en Palestina y aquellos que consideraban que el tema era demasiado controversial para el carnaval. A pesar de la controversia, «Los Poderosos» lograron transmitir su mensaje y generar un debate significativo en la audiencia.
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EL MERCADER DE VENECIA, PARODISTAS CABALLEROS
La primer sacudida en Uruguay, fue la protesta por la parodia El Mercader de Venecia propuesta por Parodistas Caballeros, donde hubo acusaciones incluso de antisemitismo.
El mercader de Venecia es una obra de teatro escrita por William Shakespeare. La historia se centra en un mercader llamado Antonio, que pide un préstamo a un prestamista judío llamado Shylock. El préstamo es para su amigo Bassanio, que quiere casarse con Portia, una rica heredera. Shylock accede a prestar el dinero, pero con la condición de que, si no se le paga a tiempo, Antonio le dará una libra de carne de su propio cuerpo.
Cuando Antonio no puede pagar el préstamo, Shylock exige su libra de carne. El caso llega a juicio y Portia, disfrazada de abogado, defiende a Antonio. Portia argumenta que Shylock tiene derecho a la libra de carne, pero no tiene derecho a la sangre de Antonio. Shylock se da cuenta de que no puede tomar la carne sin derramar sangre, y se ve obligado a renunciar a su demanda.
La obra es una comedia, pero también tiene elementos de tragedia. Explora temas como la amistad, el amor, la venganza y la justicia. También plantea preguntas sobre la discriminación y la intolerancia.
El personaje de Shylock es uno de los más controvertidos de la obra. Algunos lo ven como un villano, mientras que otros lo ven como una víctima de la discriminación. La obra ha sido objeto de muchas críticas y análisis a lo largo de los años, y sigue siendo una de las más representadas de Shakespeare.
Parodistas Caballeros toman esta obra, la parodian, y según una nota capitalina de periodistas vinculados al carnaval, vista en redes sociales dice: “la parodia de Caballeros incluso no toma la figura de Shylock como centro de su espectáculo, y omite incluso el final (en que el judío es forzado a convertirse al cristianismo). El director del conjunto Raúl Sánchez luego aclaró que “Lo del conflicto [bélico entre Israel, Hamás y Hezbolah] ni lo tomamos en cuenta. A mí ni se me pasó por la cabeza, porque ni se me pasó por la cabeza que alguien pudiera molestarse por esto que estamos haciendo, que no tiene nada que ver ni con el antisemitismo, ni con la judeofobia, ni con el fascismo que nos han dicho”.
LA GRAN MUÑECA TAMBIÉN…
El cuplé de la murga La Gran Muñeca (LGM) tiene un carácter diferente a la parodia de Caballeros, porque milita claramente en apoyo a la lucha del pueblo palestino, no solamente repudia y denuncia la masacre de la población gazatí sino que reivindica la rebelión contra este genocidio”. (Rafael Fernández, periodista capitalino)..
“El mundo de hoy es una bomba que va a explotar […] Aumentaron las potencias el gasto en armamento/ llueven las amenazas, crecen los sufrimientos/ dicen que están luchando para vencer el mal/ pero se ve muy claro que el final es dominar”. Con el latiguillo de “caen bombas”, el coro continúa: “Lucha de territorios se vuelve genocidio/ fe ciega y peligrosa/ donde se matan niños/ bombas caen bombas caen bombas/ otra ciudad se desploma/ bombas caen y el mundo ya no se asombra/ intereses desmedidos y gastos innecesarios/ con lo que cuesta un misil, ¿cuántos comen por un año?” (Murga La Gran Muñeca).