Parque Solari 3 – Tigre 0
Cuando alguien se fuga de la realidad. Cuando deja de ser…se convierte en leyenda. Quedará entonces, el rescate de lo que fue… en el ámbito que sea. Pero con este Wilson Núñez, no hay leyenda. No hay pasado. No hay rescate ninguno, porque solo vale el peso de su vigencia sagrada. Y fue en el segundo tiempo. A los 4’ nomás. La habilitación por izquierda. La diagonal primero y la clase en la pegada después. La pelota levantó vuelo y se metió arriba. Bien arriba. Donde no llegó Cristian Igarzábal. Simplemente no-ta-ble: guión y ejecución. Talento vigente. Wilson.
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Por los 10’. La pelota le cayó desde la izquierda. Wilson ahora en versión de la zona quemante. Saliendo del área menor. La estaciona. Engancha. Limpia la senda, el espacio para el fusilamiento… y fusila. El 2 a 0. ¡Qué leyenda ni leyenda con este Wilson de la vigencia!. Por eso la clase está viva. Por eso. Y al fin de cuentas, la razón más clave de ese Parque Solari que decidió el partido en el primer cuarto de hora de la recta final. Cuando esperó. Cuando se le vino Tigre. Cuando aparecieron los espacios. Con espacios, Parque se siente como pez en el agua. Caso contrario, puede pasar lo del primer tiempo: confuso, centralizando, más de choque que de apertura. Más expuesto a la resta, que a la suma en tiempos de construcción.
CUESTA TIGRE, CUESTA…
El ordenado Tigre del primer tiempo. Como frente a Ferro a veces. El punto es uno: le cuesta cuando debe progresar y hacerse protagonista en ataque. Por eso, en 90’ de juego, no es fácil descubrirle chances. Acaso a los 25’ del primer tiempo, con ese cabezazo de Cristian Alvez que hasta pudo ser gol. Por más que Parque reportó la expulsión de Henry Píriz a los 16’ del segundo tiempo, el equipo de “Frutilla” Mintegui disfrutó del desnivel, porque además José Píriz tendió la velocidad desparramando marcas y por más que Marcelo Soria fue enemistándose con el gol e incluso malogró un penal (la mandó desviada), concluyó exigiendo siempre.
Se sacó el gusto la mufa, después de tres o cuatro chances que Parque fue malogrando. Al cabo, el Parque de la resolución. La razón individual y la estructura colectiva superior. La influencia de Wilson Núñez…capital, generosa. Porque no hay leyenda, Wilson no la hay. No hay fugas de la realidad. Solo vigencia, ¡la sagrada y aplaudible vigencia!!!.
ELEAZAR JOSÉ SILVA
Detalles
Campo de juego: Parque Ernesto Dickinson. Entradas vendidas: 115. Recaudación: $ 8.700. Árbitro central: Ever Fernández (Mal). Asistentes: Flores-Samit.
PARQUE SOLARI (3)- Marcelo Malaquina 3; Henry Píriz 2, Alejandro Bravo 3, Richard Pintos 3, Limber Yaque 3; Javier Zabala 4, Diego Ruiz Díaz 3, José Píriz; Wilson Núñez 4 (Daniel Pintos), Marcelo Soria 2, Gabriel Castrón 2 (David De Lima). Director Técnico: Juan Manuel Mintegui.
TIGRE (0)- Cristian Igarzábal 3; Javier Pertuzatti 3, Yoni Alonso 2, Roberto Ramírez 2, Cristian Brazeiro 2 Fabricio Pedrozo 2, Cristian Alvez 3, José González 2 (Faccio); Martín Machado 2 (Rivero), Ignacio Bueno 2, Luis Machado 2.
Director Técnico: Ramón Osvaldo Torres.
GOLES: ST- 4’ y 10’ Wilson Núñez (P.S); 45’ Marcelo Javier Soria (PS).
Expulsado: 16’ del segundo tiempo, Henry Píriz (P.S).
EL MEJOR DE LA CANCHA:
Wilson Núñez.
EL MEJOR DE TIGRE:
Cristian Alvez.
