“En 1993 estuve a punto de morir en Cuba”
Cual caja de Pandora que sintetiza la vida de un mexicano creativo y descollante como lo es Salomón Reyes, vamos navegando por los fiordos de su movimentada realidad y desenvainando historias multicolores… algunas experiencias un tanto más perturbadoras… como ésta en la que experimentó una cercanía con la muerte.
– Una experiencia desquiciada que nos pueda compartir…
-”A lo largo de mi vida me han ocurrido muchas cosas locas… algunas extrañas, misteriosas y raras.
Pero voy a elegir una de las más divertidas, curiosas y locas que me ha tocado vivir. Acaeció una vez que estuve a punto de morir en Cuba. Estamos hablando del año 1993.
Habíamos salido de gira hacia un festival, el Festival del Fuego en Santiago de Cuba. Viajamos una delegación de unos treinta y tres mexicanos.
En esa delegación había gente de teatro, músicos y otros artistas, pues ese año estaba dedicada a México.
Al llegar, rápidamente comenzamos a socializar con la gente de la isla y estábamos disfrutando mucho… hasta que ocurrió lo impensado.
Estaba a punto de comenzar la función en la que presentaba una obra para niños y comencé a sentirme mal.
Transcurrieron dos horas y comencé a vomitar, tener escalofríos y diarrea.
En un principio pensé que todo eso se me iba a pasar y continué en el teatro.
El público ya estaba dentro de la sala y era complicado decirle no a la función.
La temperatura imperante era altísima… lo cierto es que no pude seguir adelante pese a todos los esfuerzos y la función se suspendió.
Me sentía gravemente enfermo y algunos compañeros decidieron llevarme al hospital. Me cargaron porque yo ya no podía sostenerme.
Me subieron a un auto y yo atinaba respirar el aire por la ventanilla.
Llegamos a una clínica internacional donde atienden a extranjeros y luego de medicarme me trasladaron a otro hospital… pero nadie me decía lo que tenía.
Me practicaron estudios y allí fue cuando realmente empezó mi odisea.
Me percaté luego que otros mexicanos también habían caído enfermos.
Se rumoreaba algo extraño acerca de esas hospitalizaciones.. decian que habíamos ingerido algo en algún lugar donde intentaron boicotear a la delegación mexicana.
De pronto las habitaciones estaban custodiadas por el servicio secreto de las autoridades cubanas y nadie podía ingresar allí. Mercy, una amiga se disfrazó de médico para entrar a vernos y nos relató lo que estaba sucediendo, se decía que todo había sido intencional.
Interrogaron a uno de mis amigos quien comentó que habíamos compartido una bebida en una de las casas que habíamos visitado”.
-¿Y cómo lograron zafar de la situación?
A los tres días nos sentimos mejor y nos dieron el alta, llevándonos a un hotel para descansar… aún nos sentíamos débiles y quienes nos estaban cuidando hicieron como una especie de conjuro para curarnos.
Mi amigo me aseguró que fue una chica la que nos embrujó.
Volvimos a agravarnos y nos retornaron al hospital… finalmente me dicen que yo podía volver a México pero mi amigo tenía que quedarse porque estaba padeciendo problemas cardíacos…. él se pone como loco y finalmente le piden a la embajada mexicana para poder viajar a nuestro país.
Nos enteramos que de 72 personas se infectaron 33.
En esa época mi cuñado trabajaba como gerente de personal de una empresa que elaboraba comida para aviones. Le avisaron que venía un vuelo con mexicanos enfermos que provenían de Cuba y que se sospechaba de la comida servida en el avión. Le comentó a mi hermana quien le comunicó que en ese vuelo venía yo… era una situación cada vez más caótica.
Cuando aterrizó el avión lo hicieron carretear hasta el fondo del aeropuerto, rodeándolo ambulancias y patrullas…. era como de película.
Se respiraba pánico afuera.. subieron personas vinculadas a la salud con unos tubitos para que nos tomáramos una muestra en la región anal. Luego de las muestra finalmente bajamos.. uno de nuestros compañeros se golpeó accidentalmente la cabeza con las maletas y comenzó a sangrar…ciertamente fue una situación que acrescentó toda la tensión… al cabo de cuatro horas recién logramos salir del aeropuerto. Lo que habíamos tenido fue Salmonelosis y el médico me dijo que me había salvado de milagro… esa fue sin dudas una de las experiencias más locas que viví”. ( Continuará).
