Hoy viernes en la noche, con el plantel superior de Cerro arribando a Salto, a los efectos de desarrollar una pretemporada de 6 días, donde la intensidad de hecho no faltará. Las gestiones apuntadas para que los albicelestes sumen esta secuencia previa ,a su participación en el Campeonato Apertura de Primera División, escalón inicial de la temporada 2023.
Ya con Cerro en nuestro medio, la ocasión para divulgarse el cronograma de actividades que canalizará el núcleo que orienta Danielo Núñez, el DT que ganara trascendencia a partir de sus años en Cerro Largo, con avance a copas internacionales.
Ahora Danielo es el mando de Cerro, que recupera este año su plaza en Primera División, tras el descenso que se consumara años atrás.
LOS SALTEÑOS QUE NO FALTAN
Al igual que otros equipos, en Cerro de Montevideo no faltan en su historia jugadores salteños, uno de ellos de notoria nombradía a principio de los años 70: Éver Hugo Almeida. Ya en 1974, Éver (golero), se nacionalizó paraguayo, para militar en la selección que enfrentó a Argentina y Bolivia por una plaza para el Campeonato Mundial de Alemania 1974.
Ya en los años 80, tres salteños más engrosaron la lista albiceleste: Alcides Edgardo «Bujía» Nieto, Italo Enrique «Yayo» Ortiz y Elbio «Cubilla» Hernández. En el caso de Ortiz, fue su primer equipo ya lejos de su Saladero «natal», para luego de ese paso por Cerro, sumarse a Racing de Avellaneda.
El «Bujía» no dejará de evocar ese Cerro de 1982, capaz de ser rescatado desde EL PUEBLO, desde el momento que compartió delantera con el argentino Carlos «Toti» Veglio, integrante de «Los Matadores» de San Lorenzo en 1968. Mientras «Cubilla» Hernández fue compañero de equipo del sanducero Oscar «la «Bruja» Vignolo, quien a principio de la década de los 90 defendió a Con los Mismos Colores de Bella Unión.
Otro salteño con pasado en Cerro de Montevideo: José Luis Cáceres (exChaná y radicado en México), hermano de Domingo Rufino Cáceres.
Desde la tierra «naranjera» y con la albiceleste en el pecho. Por eso, partes misma de la historia «villera». Ningún margen para la duda.
Después de todo…la historia no es traicionera. Ahí está.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
