El siniestro de tránsito que cobró otra vida ayer, atrapó la atención de los salteños durante toda la jornada. ¡Otro motonetista y otra vez la avenida Oribe!, era una frase que se repetía con tristeza.
En lo que hay coincidencia es que se trata de una arteria que desde hace años está en muy malas condiciones. Pozos que por su cantidad es imposible esquivar, reductores de velocidad muy rotos (como los de la esquina con calle Agustín Pedroza), etc. Pero a eso se suma, como nos vienen comentando algunos lectores desde hace tiempo, que siguen sin funcionar los semáforos. Parece que en cuanto a los de la esquina del Liceo 7, ¿ya debemos resignarnos a que no funcionarán más? Y agreguemos ahora los de la esquina siguiente (hacia el Este) que ya no funcionan tampoco.
Otra cosa: no cayó muy bien que inmediatamente después de ocurrido el siniestro fatal de ayer (como máximo una hora después) aparecieran máquinas y se pusieran a arreglar la avenida. No dudamos que quizás, casualmente, el trabajo ya estuviera planificado desde antes, pero realmente quedó (como nos decía una persona) la sensación que “tuvo que pasar lo peor para que se arreglara”.
Ayer fue el Día Mundial Sin Humo de Tabaco. Varias instituciones educativas lo recordaron. La verdad que se ha avanzado bastante en la concientización sobre esa droga, nos decía un especialista.
