Unos 253 reclusos están alojados en la Cárcel de Salto, ahora denominada Centro de Rehabilitación, un lugar que tiene muy poco de lo que su denominación indica. Se trata de un establecimiento con unos 10 pabellones que fue construida para alojar a 80 presos y que además, cuenta con un bajísimo número de guardias para la cantidad de reclusos que actualmente ostenta, se estima que hay un efectivo cada 8 reclusos.
La situación se vio incrementada en los últimos tiempos y algunas de las autoridades más optimistas, esperan que el número de presos no supere las 270 personas en el verano.
Según pudo saber EL PUEBLO, las condiciones de reclusión son inhóspitas ya que en el lugar, existe un alto nivel de hacinamiento producto de la falta de celdas para alojar a los internos.
“Esto es una bomba de tiempo, la situación es muy vulnerable, acá no ha pasado nada hasta ahora y esperamos que siga así, pero no sabemos cuánto tiempo más va a reinar la tranquilidad que hay ahora”, dijeron a este diario fuentes policiales.
La situación es compleja y la cárcel vive uno de sus peores momentos. Las autoridades están “convencidas” de que “falta presupuesto y un modelo carcelario distinto”, dijeron a EL PUEBLO pero saben que “cuentan con esto y con esto hay que trabajar”.
Si bien se está construyendo un pabellón para alojar a las mujeres que están presas y que en este momento llegan a un pico histórico de 26 con 5 niños que viven en el mismo lugar de reclusión que sus madres, la situación es compleja y la construcción es muy lenta, ya que la Jefatura de Policía “no tiene recursos” para destinarlos a la construcción de un nuevo celdario para mujeres.
La mayoría de las personas que se encuentran en estado de reclusión en la Cárcel de Salto, fueron encarceladas por casos de tráfico de estupefacientes, lo siguen los encausados por hurtos y rapiñas, y en tercer lugar están los delitos sexuales.
La situación es compleja, sobre todo para las mujeres y los niños. Pero la calificación de “modelo” que recibió la cárcel local, se perdió cuando la misma alcanzó los niveles de superpoblación que las del resto del país.
Unos 253 reclusos están alojados en la Cárcel de Salto, ahora denominada Centro de Rehabilitación, un lugar que tiene muy poco de lo que su denominación indica. Se trata de un establecimiento con unos 10 pabellones que fue construida para alojar a 80 presos y que además, cuenta con un bajísimo número de guardias para la cantidad de reclusos que actualmente ostenta, se estima que hay un efectivo cada 8 reclusos.
La situación se vio incrementada en los últimos tiempos y algunas de las autoridades más optimistas, esperan que el número de presos no supere las 270 personas en el verano.
Según pudo saber EL PUEBLO, las condiciones de reclusión son inhóspitas ya que en el lugar, existe un alto nivel de hacinamiento producto de la falta de celdas para alojar a los internos.
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“Esto es una bomba de tiempo, la situación es muy vulnerable, acá no ha pasado nada hasta ahora y esperamos que siga así, pero no sabemos cuánto tiempo más va a reinar la tranquilidad que hay ahora”, dijeron a este diario fuentes policiales.
La situación es compleja y la cárcel vive uno de sus peores momentos. Las autoridades están “convencidas” de que “falta presupuesto y un modelo carcelario distinto”, dijeron a EL PUEBLO pero saben que “cuentan con esto y con esto hay que trabajar”.
Si bien se está construyendo un pabellón para alojar a las mujeres que están presas y que en este momento llegan a un pico histórico de 26 con 5 niños que viven en el mismo lugar de reclusión que sus madres, la situación es compleja y la construcción es muy lenta, ya que la Jefatura de Policía “no tiene recursos” para destinarlos a la construcción de un nuevo celdario para mujeres.
La mayoría de las personas que se encuentran en estado de reclusión en la Cárcel de Salto, fueron encarceladas por casos de tráfico de estupefacientes, lo siguen los encausados por hurtos y rapiñas, y en tercer lugar están los delitos sexuales.
La situación es compleja, sobre todo para las mujeres y los niños. Pero la calificación de “modelo” que recibió la cárcel local, se perdió cuando la misma alcanzó los niveles de superpoblación que las del resto del país.