La crítica no ha sido del todo complaciente con la nueva cinta de terror que ha llegado hasta nuestras salas de cine. Nos referimos a “Sinister” (Scott Derrickson, 2012), una de las propuestas más ambiciosas de cine de terror.
“Las buenas noticias son que ‘Sinister’ es una producción muy efectiva y honesta en todo lo que se propone, pero lo no tan estimulante es que podría haber dado mucho más de sí como historia de terror.
Sólo faltaba el ambientar la historia en Maine para que la premisa de ‘Sinister’ nos hiciera pensar en otra adaptación de una novela de Stephen King, ya que la figura del escritor obsesionado y la relación con su familia son unas de las principales marcas de estilo del autor de ‘El Resplandor’, pero la película se desmarca bien pronto de esa posibilidad con un uno de los prólogos más potentes que alcanzo a recordar dentro del cine de terror moderno: Una familia con una capucha en la cabeza pende ahorcada de la rama de un árbol que, como confirmaremos más tarde, es un fragmento de una grabación casera. Además, una de las hijas ha desaparecido y todo es un misterio acerca de lo que realmente ha sucedido. Poco más que una secuencia y ‘Sinister’ ya ha captado sin problema toda nuestra atención.
La credibilidad de que la familia de un escritor se mude con él cada dos por tres por el empeño de éste de encontrar un nuevo gran éxito que le permita reverdecer la gloria de antaño es un tanto cuestionable, pero en la película es algo creíble como una especie de última concesión de una mujer hacia un marido al que quiere con pasión.
Con la llegada al nuevo hogar, se produce el descubrimiento de unas grabaciones caseras en Súper 8 que no sólo permite al personaje de Ethan Hawke alcanzar un nivel de conocimiento idéntico al del espectador sobre lo que sucedió en esa casa, sino que permite avanzar la historia. ¿El motivo? Hay más latas de Súper 8 que muestran otros grave crímenes con una innegable relación con el prólogo de ‘Sinister’.
No es la primera vez que se explora el vampirismo que puede ejercer una película sobre una persona, ni tampoco la posibilidad de que una simple película pueda traer por el camino de la amargura a alguien, por lo que no procede hablar de originalidad alguna en el caso de ‘Sinister’.
Interesa el hecho de que se asimile la moda del found footage no tanto para ser el eje de toda la función, pero sí el elemento de desconcierto sobre el que fundamentar las posibilidades de ‘Sinister’ como relato de terror. Además, el guión de Scott Derrickson y C. Robert Cargill sabe jugar con la idea de si estamos viendo una historia de suspenso realista o de corte sobrenatural durante más de la mitad del metraje, apostando sólo por uno de ellos cuando es imprescindible para ir encaminando la acción hacia su desenlace. No hay tampoco espacio para el engaño, ya que ‘Sinister’ no juega a engañar al espectador con constantes sustos sonoros o giros de guión rebuscados, sino que va introduciendo pistas (quizá demasiado evidentes, eso sí) para que todo quede correctamente atado ante el (no tan) sorprendente desenlace.
Ya es raro pensar en Ethan Hawke como protagonista de una película de género, pero más aún lo es que sea en una producción de presupuesto tan reducido como ‘Sinister’, ya que apenas ha costado 3 millones de dólares (y ha recaudado ya más de 14 veces esa cifra), una cifra irrisoria para una cinta como la que nos ocupa. Dejando de lado su fuerza visual y que podría colar perfectamente como una película con un costo muy superior, aún sorprende más que Hawke se tome tan serio un personaje que, todo hay que reconocerlo, parece claramente pensado para el lucimiento de quien lo fuera a interpretar, algo que él sabe aprovechar.
Y es que una de las características principales de ‘Sinister’ es que prioriza los personajes a la propia historia de terror, algo que provoca que esta pierda fuerza y, por momentos, se difumine o abarque aspectos que no llevan a ninguna parte (los terrores nocturnos del hijo del protagonista). Todo ello se compensa porque el guión se toma su tiempo para que entendamos las motivaciones de Hawke, quien es capaz de sostener el peso del relato, compensar los tiempos muertos y funcionar como personaje guía para el espectador.
La presencia de Ethan Hawke eleva por encima de la media una propuesta honesta y efectiva, pero por debajo del nivel que sí alcanza en secuencias concretas”, concluye la crítica.
No puede despreciarse ir a ver una cinta del género de terror cuando llega a Salto, y cuando viene de la mano de un gran actor, dejemos al menos alguna cuota de esperanza de disfrutar una buena película.
