Estuvo 27 años presos en las peores cárceles del Aparthaid sudafricano, por el ¨delito¨ de intentar concientizar al pueblo de su derecho de sacudirse de encima el gobierno de la minoría blanca que lo mantenía en condiciones de esclavitud y explotaba exclusivamente en su provecho la enorme riqueza material que la naturaleza le ha dado.
Por enarbolar esta misma bandera de libertad fue considerado un peligroso terrorista y mantenido durante más de 20 años en la ¨lista negra¨ de terroristas peligrosos que lleva Estados Unidos. Por este mismo motivo, cada vez que viajó a las reuniones de Naciones Unidas en Nueva York cuando fue presidente, debía pedir una autorización especial para ingresar al país norteamericano.
Sin embargo la grandeza de Mandela, que ayer festejó sus 93 años junto a sus nietos y demás familiares, nunca supo de rencores ni de revanchas. Lo primero que hizo al ser liberado fue invitar al ex presidente, blanco, a que lo acompañara en la fórmula presidencial que luego le dio por primera vez a un negro la presidencia de la gran nación de Sudáfrica.
Nelson Mandela tuvo ayer el honor de que millones de niños en el mundo le cantaran una canción al unísono, porque en todo el mundo hoy se reconoce su grandeza, su lucha por libertad y la paz mundial.
Nos animamos a decir que pocos son los hombres de piel blanca que han logrado tamaño reconocimiento.
Es que Mandela ha demostrado en su larga vida, como las mentiras y las versiones interesadas y deformadas que se emiten desde las naciones más poderosas en algún momento caen ante el peso de la verdad.
Nadie como Mandela ha hecho tanto por pacificar no sólo Sudáfrica sino otras naciones sudafricanas, tan sometidas y dominadas por intereses foráneos hasta el día de hoy.
Mandela es hoy un símbolo viviente de la libertad y felizmente aún lo tenemos entre nosotros.
Su lucha no ha sido vana y hoy el mundo entero se la agradece. Millones de personas en el mundo han logrado hacer valer sus derechos gracias a Mandela. Seguramente que falta mucho camino para que la lucha por los derechos humanos que fuera esgrimida por él tenga el lugar prioritario que le corresponde, pero Mandela supo vigorizarla y encauzarla por un camino del que seguramente nadie podrá hacerla retornar.
Honor a este gran hombre.
Estuvo 27 años presos en las peores cárceles del Aparthaid sudafricano, por el ¨delito¨ de intentar concientizar al pueblo de su derecho de sacudirse de encima el gobierno de la minoría blanca que lo mantenía en condiciones de esclavitud y explotaba exclusivamente en su provecho la enorme riqueza material que la naturaleza le ha dado.
Por enarbolar esta misma bandera de libertad fue considerado un peligroso terrorista y mantenido durante más de 20 años en la ¨lista negra¨ de terroristas peligrosos que lleva Estados Unidos. Por este mismo motivo, cada vez que viajó a las reuniones de Naciones Unidas en Nueva York cuando fue presidente, debía pedir una autorización especial para ingresar al país norteamericano.
Sin embargo la grandeza de Mandela, que ayer festejó sus 93 años junto a sus nietos y demás familiares, nunca supo de rencores ni de revanchas. Lo primero que hizo al ser liberado fue invitar al ex presidente, blanco, a que lo acompañara en la fórmula presidencial que luego le dio por primera vez a un negro la presidencia de la gran nación de Sudáfrica.
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Nelson Mandela tuvo ayer el honor de que millones de niños en el mundo le cantaran una canción al unísono, porque en todo el mundo hoy se reconoce su grandeza, su lucha por libertad y la paz mundial.
Nos animamos a decir que pocos son los hombres de piel blanca que han logrado tamaño reconocimiento.
Es que Mandela ha demostrado en su larga vida, como las mentiras y las versiones interesadas y deformadas que se emiten desde las naciones más poderosas en algún momento caen ante el peso de la verdad.
Nadie como Mandela ha hecho tanto por pacificar no sólo Sudáfrica sino otras naciones sudafricanas, tan sometidas y dominadas por intereses foráneos hasta el día de hoy.
Mandela es hoy un símbolo viviente de la libertad y felizmente aún lo tenemos entre nosotros.
Su lucha no ha sido vana y hoy el mundo entero se la agradece. Millones de personas en el mundo han logrado hacer valer sus derechos gracias a Mandela. Seguramente que falta mucho camino para que la lucha por los derechos humanos que fuera esgrimida por él tenga el lugar prioritario que le corresponde, pero Mandela supo vigorizarla y encauzarla por un camino del que seguramente nadie podrá hacerla retornar.
Honor a este gran hombre.
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