Días pasados los esposos Sergio Hernández y María de Cuadro ofrecieron una hermosa fiesta agasajando a su hija Camila al cumplir quince años.
El sitio elegido fue Paseo Alemán hasta donde concurrieron familiares, amigos y compañeros de estudios, los que acompañaron a la agasajada en su noche de fiesta.
Admiraron la fina decoración en base a los colores blanco y rosado, en la entrada se cubrió una pared con cortina de globos, al frente estaba el atril con el cuadro de firmas, al ingresar al salón junto a la mesa de las golosinas se ubicó una gigantografía de Camila. Las mesas de los invitados fueron tendidas en armonía de colores, al centro lucía un corazón fucsia de brillantina, encima había un zapato de tacones altos de porcelana blanco, desde un pluch de tul fucsia daba nacimiento una varilla sosteniendo el Nº15 decorado en brillantina rosa y fucsia y plumas al tono.
En el techo colgaban telas y guirnaldas de globos, estos se extendían cada tanto hacia los laterales, descolgando por las paredes hasta el piso.
La quinceañera llegó vistiendo modelo de fiesta blanco, de estilo princesa, corsage de raso ricamente bordado en canutillos y perlas, formando guías y flores, en cuyo centro se entrecruzaban cintas, del talle señalado con ancho bordado nacía la falda ampulosa de tul laminado con sobrefalda abierta al frente realizada en tul bordado y tiara de strass adornando el peinado juvenil.
Fue recibida por sus padres y hermanos, llego con ellos hasta el salón donde sus invitados, todos presentes la recibieron de pie con un cerrado aplauso, inmediatamente con su papá llegó hasta el centro de la pista dando comienzo al vals. Luego de cambiar parejas por varios minutos, ritmos de moda de una excelente discoteca se pusieron al aire siendo estos toda una invitación a la alegría y diversión, máxime cuando actuó un grupo en vivo. Sobre la madrugada Camila cambió la falda por otra más corta, repartió el colorido cotillón, siendo este momento una explosión de alegría acompañado por las luces led y globos espejados que despedían mucha luminosidad sobre la pista.
Llegado el momento del brindis tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños, compuesta de tres pisos separadas por columnas y dos laterales, bañados de fondant blanco y rositas rosadas de azúcar, cayendo en casada desde un lateral, para culminar una muñeca vestida de fiesta y zapatos de Cenicienta, acompañaban las quince velas del centro de la felicidad ubicadas sobre soporte en forma de corazón. Muchas elegantes se lucieron en esta noche, su mamá solero de color azul, bordado el corsage con pailletes, falda larga de suave movimiento. Sus hermanas, Micaela lució vestido corto negro, la parte superior corset y vuelo de tul en el ruedo, Valentina vistió modelo estilo princesa, similar al de su hermana en color rosa.
Entre quienes le acompañaron en su fiesta recordamos a sus hermanos, Daniel, Micaela y Valentina, los abuelos María del Carmen González, Ernesto Hernández, Mirta Bernaola e Ismael Chulse, los padrinos José Pablo de Cuadro y Virginia Caram, tíos y primos.
Recibió la jovencita múltiples y finos obsequios, que perdurarán en el recuerdo de este su día feliz.
Días pasados los esposos Sergio Hernández y María de Cuadro ofrecieron una hermosa fiesta agasajando a su hija Camila al cumplir quince años.
El sitio elegido fue Paseo Alemán hasta donde concurrieron familiares, amigos y compañeros de estudios, los que acompañaron a la agasajada en su noche de fiesta.
Admiraron la fina decoración en base a los colores blanco y rosado, en la entrada se cubrió una pared con cortina de globos, al frente estaba el atril con el cuadro de firmas, al ingresar al salón junto a la mesa de las golosinas se ubicó una gigantografía de Camila. Las mesas de los invitados fueron tendidas en armonía de colores, al centro lucía un corazón fucsia de brillantina, encima había un zapato de tacones altos de porcelana blanco, desde un pluch de tul fucsia daba nacimiento una varilla sosteniendo el Nº15 decorado en brillantina rosa y fucsia y plumas al tono.
En el techo colgaban telas y guirnaldas de globos, estos se extendían cada tanto hacia los laterales, descolgando por las paredes hasta el piso.
La quinceañera llegó vistiendo modelo de fiesta blanco, de estilo princesa, corsage de raso ricamente bordado en canutillos y perlas, formando guías y flores, en cuyo centro se entrecruzaban cintas, del talle señalado con ancho bordado nacía la falda ampulosa de tul laminado con sobrefalda abierta al frente realizada en tul bordado y tiara de strass adornando el peinado juvenil.
Fue recibida por sus padres y hermanos, llego con ellos hasta el salón donde sus invitados, todos presentes la recibieron de pie con un cerrado aplauso, inmediatamente con su papá llegó hasta el centro de la pista dando comienzo al vals. Luego de cambiar parejas por varios minutos, ritmos de moda de una excelente discoteca se pusieron al aire siendo estos toda una invitación a la alegría y diversión, máxime cuando actuó un grupo en vivo. Sobre la madrugada Camila cambió la falda por otra más corta, repartió el colorido cotillón, siendo este momento una explosión de alegría acompañado por las luces led y globos espejados que despedían mucha luminosidad sobre la pista.
Llegado el momento del brindis tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños, compuesta de tres pisos separadas por columnas y dos laterales, bañados de fondant blanco y rositas rosadas de azúcar, cayendo en casada desde un lateral, para culminar una muñeca vestida de fiesta y zapatos de Cenicienta, acompañaban las quince velas del centro de la felicidad ubicadas sobre soporte en forma de corazón. Muchas elegantes se lucieron en esta noche, su mamá solero de color azul, bordado el corsage con pailletes, falda larga de suave movimiento. Sus hermanas, Micaela lució vestido corto negro, la parte superior corset y vuelo de tul en el ruedo, Valentina vistió modelo estilo princesa, similar al de su hermana en color rosa.
Entre quienes le acompañaron en su fiesta recordamos a sus hermanos, Daniel, Micaela y Valentina, los abuelos María del Carmen González, Ernesto Hernández, Mirta Bernaola e Ismael Chulse, los padrinos José Pablo de Cuadro y Virginia Caram, tíos y primos.
Recibió la jovencita múltiples y finos obsequios, que perdurarán en el recuerdo de este su día feliz.
