Belén de Brum Martínez
Cuando le propusimos a Belén la entrevista, obtuvimos un “no” rotundo.
Como lo imaginamos.
Motivo de un perfil muy bajo por parte de ella. Casi impensado para nosotros poder lograrlo.
Igual nos arriesgamos a tratar de convencerla. Y pasadas las horas, nos sorprende. Diciéndonos que luego de haberlo pensado e imaginando con certeza de que a su mamá Adriana le gustaría, aceptaba.
Belén, es estudiante de la carrera de Contadora en la Universidad Católica, trabaja en una empresa familiar, junto a su hermano Matías y su papá Julio y es la hija de nuestra Directora de Diario EL PUEBLO. Señora Adriana Martínez de de Brum.
Su historia nos conmueve, por apreciar de ambas partes, un compañerismo en todo lo que comparten:
“Si me pides recuerdos de mi vida al lado de mamá, son infinitos y todos agradables”, nos dice Belén.
“Cuando yo nací, mamá ya tenía un jardín, donde está actualmente la juguetería de Office, que se llamaba Mi jardín y era maestra.
Me llevaba y me quedaba con Ana, una gran compañera para mí y mi hermano Matías, ya que ella estuvo siempre con nosotros, desde que mamá se casó. Prácticamente Ana nos crió.
A la tardecita, cuando terminaban las clases, me quedaba con Ana, ya que era ella la encargada de hacer el mantenimiento de los salones.
Estuve concurriendo dos años al jardín de mamá, luego comencé en El Jardín de Ana y terminé esa etapa en el Botón-Tolón.
Mirando fotografías de aquella época, podemos ver a papá y mamá siempre presentes en las reuniones del colegio de fin de cursos.
¿Recuerdas la llegada de tu hermano Matías?
No logro recordar porque tenía apenas dos años cuando él nació.
Supuestamente, me trajo una muñeca de regalo.
Sí recuerdo la etapa del Colegio Salesiano, donde concurrimos con Matías.
Mamá me llevaba. Y muchas veces, pasábamos las amigas por la casa de otra, hasta que llegábamos a la escuela, en un grupo.
¿Cómo la veías a mamá en aquella época?
Re laburadora, pero siempre muy presente con nosotros.
Nunca descuidó, al igual que papá, a pesar del trabajo, la casa, nosotros y nuestras cosas.
Recuerdo de mamá que cuando salían del diario, siempre al mediodía, nos traía alguna golosina o alfajor del Kiosco que está al lado.
¿Cómo era un fin de semana juntos?
Cuando éramos niños, siempre salíamos a dar una vuelta o a comer en algún lugar.
Cuando se instalaban las calesitas, siempre nos llevaban y disfrutábamos mucho. Y de vacaciones, nos íbamos juntos con mis primos, abuelos, toda la familia.
Tengo muy presente a mamá, cuando yo tenía unos quince años, acompañándome a comprar ropa los fines de semana, para salir.
Es que tuvimos siempre la costumbre de combinar todo con ella, o avisarle a dónde iba o lo qué hacía. Hasta el día de hoy es así.
Fuimos criados de esa forma, porque somos muy unidas.
¿Cómo es hoy un fin de semana juntos?
El tiempo ha pasado, ya somos grandes y mamá tiene sus actividades, yo las mías.
Pero hay todavía cosas que las seguimos haciendo, como por ejemplo ir los sábados de tarde al supermercado juntas.
Yo la voy a buscar o va ella caminando, nos encontramos y luego de allí, salimos a dar una vuelta. Siempre.
A veces comparto ese paseo junto a una amiga y vamos las tres.
Y los domingos también salimos, vamos juntas a la capillita de Adoración Perpetua que está abierta las 24 horas. Solo que el trabajo del diario, muchas veces nos impide compartir más tiempo.
Pero ella también tiene sus amigas y sale frecuentemente a compartir un té o un café con ellas.
Le gusta mucho reunirse y charlar.
¿Cómo la defines a mamá?
¡Mamá es la mejor madre!
Me llevo re bien con ella, conversamos mucho y sé que le puedo contar lo que sea. Tengo esa tranquilidad.
Si me pasa algo malo o bueno, se lo cuento. Sé que puedo confiar en ella, porque me entiende y me apoya.
¡A veces me reta también! Pero es como que veo una amiga en ella.
Mamá estuvo y está en todo lo mío y en lo de la familia.
¿Qué te gustaría compartir con ella?
Siempre hemos realizado un viaje a Buenos Aires, una vez por año. Y tenemos pensado volver a hacerlo este también.
El año pasado lo hicimos y me encanta eso de ir de compras allá con ella. ¡Me encanta la ropa! (sonríe).
Hemos ido con papá y Matías también todos a algún paseo de vacaciones.
¿Ya tienes pensado el regalo que le vas a entregar en su día?
Todavía no. Estoy estudiando y tengo que salvar una tesis la semana que viene, después de eso, sí me voy a dedicar a encontrarlo.
Porque ella cuando viaja me trae hermosos regalos y siempre me queda todo bien, sabe perfectamente mi talle y mis gustos.
¿Un mensaje a mamá?
Que me gustaría siempre, siempre, seguir con la relación que nos une.
Que pueda continuar contándole lo más mínimo, hasta lo más feo que pueda pasarme. Que sigamos siendo siempre compañeras, porque es alguien en quien confío y deseo que eso nunca cambie.
¡Aunque a veces, me rete!
¡Que tengas un feliz día mamá!”.