Desde que la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner confirmó su deseo de venir a Salto para inaugurar, o reinaugurar simbólicamente el tren de pasajeros entre Uruguay y Argentina, la noticia ha puesto a la región en el candelero internacional.
Salto y Concordia han tenido y tienen una historia muy particular, que bien puede considerarse emblemática en lo que se refiere a integración regional, que incluso no tiene muchos antecedentes siquiera en la relación entre nuestro país y la provincia de Entre Ríos.
Debe saberse que a principios del siglo XX ambos pueblos comenzaron a acariciar la idea del aprovechamiento de los rápidos del Río Uruguay.
Debieron pasar casi 80 años para que las ideas, gestiones y movilizaciones encaminadas por aquellos visionarios lograran remover una a una todas las piedras que se necesitó mover para concretar el sueño de estos dos pueblos.
Hoy hace más de 30 años que la represa hidroeléctrica de Salto Grande proporciona la mayor parte de la energía que consume el Uruguay y un buen porcentaje de la que requiere la Argentina.
Pero la buena vecindad de los dos pueblos ha sido puesta a prueba en más de una oportunidad.
Como pueblos fronterizos enfrentan permanentemente la problemática del trasiego de mercadería hacia uno y otro lado.
Debieron enfrentar también el intento de quienes bloquearon el puente en Gualeguaychú, de hacer lo mismo en el puente de Salto Grande, intento que Concordia desbarató estoicamente y Salto reconoció como un aporte invalorable al mantenimiento de esta hermandad.
En este camino debe inscribirse también el esfuerzo iniciado ya tiempo atrás, por parte de los centros comerciales de Salto y Concordia para tratar de impulsar proyectos de integración regional capaces de superar las barreras físicas a lo largo de todo el río Uruguay.
Esta iniciativa ha sumado también a algunas instituciones comerciales brasileñas y hoy se orienta a encaminar concretamente algunos proyectos, como el corredor fluvial de las esclusas del arroyo San Antonio, para superar el obstáculo de la represa en cuanto a la navegación.
En definitiva, el Encuentro Presidencial que habrá de concretarse mañana, será también un espaldarazo para quienes han sido capaces de dejar los intereses pequeños y mezquinos de un sector o un pueblo para mirar por el bienestar de la mayor cantidad de gente posible, de esta bendita región.
