En Salto, fue presentado el libro, “Las cartas contra el pecho” que tiene que ver con uno de los más destacados caudillos políticos de nuestro país, como lo fue Wilson Ferreira Aldunate. La presentación se llevó a cabo en la sede del Partido Nacional de Salto, en calle Artigas 883 y en la oportunidad estuvieron presentes, los periodistas Gerardo Sotelo (autor del libro) y Graziano Pascale, acompañados por el presidente departamental del Partido Nacional, el Dr. Carlos Albisu y el histórico dirigente de esa colectividad política en nuestro departamento, el escribano Alberto Beriau.
El evento fue acompañado por un importante marco de público que colmó las instalaciones de la sede nacionalista.
¿De qué se trata y qué es lo que se va a exponer?
Finalmente en Salto. Ya había estado en dos oportunidades en los últimos años por otras actividades y tenía muchas ganas de venir a presentar el libro acá. El libro recoge la crónica del regreso de Wilson en el Vapor de la Carrera, y todo el entorno político que se vivía por esos días en el Uruguay. Los días, los meses previos a su regreso, con él ya instalado en la Argentina; y es básicamente un libro de crónica periodística, no es un libro de ficción, son hechos reales, relatados, narrados de manera de algún modo novelada, pero básicamente un libro de investigación periodística.
¿Hay algo allí que se pueda conocer más allá de todo lo que ya se conoció de su regreso, de su llegada al país; hay algún otro toque que se le haya dado en el libro?
Sí, claro. Siempre aparecen anécdotas, historias que me contaron personas que venían en el barco, personas que organizaron las manifestaciones en Montevideo y en otras partes del país; hay muchas anécdotas y de algún modo la clave del libro es que esas anécdotas no sean anécdotas sueltas y que ayuden a entender lo que significó el regreso de Wilson, y de que el entorno de tensión es, de presiones, de incertidumbre política que vivió el país por esos meses.
¿Por qué es tan difícil que aparezcan figuras políticas como Wilson, por ejemplo?
Yo creo que no van a aparecer fácilmente; de hecho figuras como la de Wilson no aparecen todos los meses. Quizás también estemos hablando de un hombre de dimensiones particularmente grandes y también un caudillo que representaba valores permanentes, no sólo de la colectividad nacionalista, sino también del país, pero que respondía a una manera de hacer política y a una época diferente, por distintas razones, de todas maneras eso no le quita nada, al contrario, quizás en la época y en las circunstancias en que le tocó vivir era mucho más difícil que ahora hacer política. También, como todo ser humano, era buena parte hijo de su época.
¿Cómo tomó como trabajador del periodismo desde hace muchos años, la declaración del Frente Amplio con respecto a que el periodismo, o la derecha a través del periodismo, quieren desestabilizar a un gobierno que está actualmente rigiendo los destinos del país. Es tan así la situación, cómo la perciben ustedes?
Me parece que ante una declaración de ésta magnitud, hay que tomársela enserio, porque más allá de que todos sabemos, los propios frenteamplistas plantean que el Plenario no es representativo del electorado frenteamplista, allí están sobre representados sectores, y los comité de base, más allá de eso, es un órgano sumamente importante, a tal punto que el Presidente Vázquez, cuando había dudas sobre si Uruguay debía o no participar del TISA, dijo bueno, que lo resuelva el Plenario. Vázquez y el Canciller querían; el Plenario no quiso y el Presidente dijo: si el Plenario dijo que no, no se hace.
Y lo que dice el Plenario del Frente Amplio, es extremadamente grave. Porque digamos, no es una crítica a la oposición ni a los medios de comunicación, que al otro día las hizo el Presidente, uno puede coincidir o discrepar con una crítica, pero es legítimo, alguien puede tener una visión muy negativa de los medios de comunicación y uno puede contraponer otra opinión, eso es legítimo; lo que dice el Plenario del Frente Amplio, es que la prensa, por la oposición que hablen sus representantes, está llevando adelante una campaña destinada a desestabilizar las instituciones, no es un accidente, o sea, no es producto de la mala praxis periodística, habría una voluntad de desestabilizar; esto es una desmesura, es una agravio y también es una amenaza, porque si tu lees lo que dice, podríamos pensar que la prensa está al borde de violar los artículos previstos en el Código Penal para la seguridad interna del Estado y que en la próxima instancia en la que haya críticas a alguna figura del gobierno, alguien, del oficialismo eventualmente amparado en esta declaración, pueda pedir alguna forma de sanción. Por lo tanto, hay que tomárselo enserio, hay que decir que esto es una desmesura, y que es un agravio, y que es también una amenaza contra la libertad de prensa, independientemente de lo que piense el Presidente Vázquez, que seguramente tiene una opinión distinta, o lo que piense en buena parte la dirigencia frenteamplista, que bueno, que se hagan cargo de que un órgano tan representativo y tan importante, haya hecho semejante declaración.
¿Lo de Sendic tapó un poco el tema ANCAP por ejemplo?
No, no. Yo no creo en ese tipo de interpretaciones, porque Sendic seguramente sea citado a declarar por la Justicia por el tema ANCAP; en los próximos días la oposición va a presentar una o varias denuncias, por lo tanto el tema de ANCAP va a seguir presente en la agenda periodística y en la agenda de la actualidad, seguramente vengan otros temas más complicados todavía para el oficialismo. Después de todo fue un órgano de prensa el que supuestamente está queriendo desestabilizar, no tendría sentido que tratara de ocultarlo. Pero el tema de Sendic es un tema extremadamente delicado.
¿Cómo toma periodísticamente o a nivel personal toda esta situación que se ha generado, por ejemplo el tema en Paysandú y la situación en Salto con este joven que llamó un poco la atención a la sociedad salteña y a todo el país. Qué está pasando en ese sentido, hay que estar atentos?
De vuelta. Hay que tomárselo enserio. Alguien puede decir: era uno; era un loco o era alguien que estaba desequilibrado, claro, pero ese alguien que estaba desequilibrado, o esos dos, porque el muchacho de Salto no sé si estaba desequilibrado, de algún lado aprendió el odio contra los judíos, el odio contra los negros, el odio contra los homosexuales, se tienen que dar las dos cosas, se tiene que dar una psiquis proclive a ese tipo de prédica, pero se tiene que dar también la prédica del odio. Entonces, tendríamos que estar más atentos, sobre todo en estas épocas donde es muy sencillo aprender una profesión por internet, y también es muy sencillo aprender a odiar si uno tiene por distintas razones cierta predisposición a apoyar o a alentar ideologías o interpretaciones religiosas que alienten el odio.
Gerardo Sotelo presentó el libro que escribió sobre el regreso de Wilson al Uruguay en el ocaso de la dictadur
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