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miércoles, 9 de abril de 2025
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Crisis de 2002: Cuando las raíces de Uruguay temblaron

Diario EL PUEBLO digital
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VEINTE años han pasado de la crisis financiera que rozó lo institucional. Quienes pudimos vivirla terminamos siendo testigos privilegiados de un hecho histórico que fue un mojón en la economía de nuestro país. Quizás se pueda llegar a ser injusto a la hora de mirar en perspectiva con el transcurrir de los años al analizar fríamente los hechos que desembocaron en la crisis, así como también destacar positivamente de forma excesiva a quienes estuvieron al frente a la hora de comenzar a revertirla, pues la recuperación del país que comenzó a verse prácticamente enseguida, a partir de 2003, como han destacado renombrados analistas económicos del país, incluso el mismo exministro de Economía y exvicepresidente de la República Danilo Astori, se debió mayormente al llamado «viento de cola» provocado por el aumento histórico de los precios internacionales de los commodities uruguayos.
Seguramente, y para tener una mirada intermedia, podamos decir que todo tuvo que ver con todo. Alguien llegó a comparar a nuestro país con un pequeño barco a vela que es llevado por el gran océano de la economía mundial de un lado para otro de acuerdo a las corrientes marinas y los vientos que suelen acompañar, pero siempre se tratará de saber dónde, cómo y cuándo poner la vela para que nuestro barco llegue a buen puerto. Lo llaman saber capitanear el barco, pese a los vaivenes que siempre hay que enfrentar.
Usando la misma imagen, alguien deberá preguntarse si el capitán fue advertido oportunamente o quizás no supo entender los mensajes del clima que se vivía en la región, que llevó solito el barco a la tormenta que se avecinaba. Quizás se pueda afirmar también, con legítimo derecho, que incluso advertido no había forma de eludir la tormenta.

SEÑALES DE
LA ECONOMÍA

Notoriamente las economías de la región comenzaron a caer como fichas de dominó. Primero fue la gran devaluación de Brasil en 1999. Le siguió la crisis bancaria de Argentina de 2001. Aunque todo comenzó unos años antes, en 1994 con el llamado Efecto Tequila de México donde tuvo que intervenir Estados Unidos para evitar la caída de las instituciones políticas del gobierno azteca, y que llevó a John Taylor, quien en los años de la crisis uruguaya fue Subsecretario del Tesoro, a escribir un libro narrando esa experiencia recomendando que ningún otro gobierno norteamericano realizara un salvataje similar al ejecutado en México, tal como relata en nota exclusiva para EL PUEBLO el exembajador uruguayo en Estados Unidos Hugo Fernández Faingold.
Incluso la liberalización del precio del dólar llevado a cabo previamente a la crisis por el exministro de Economía Alberto Bensión, terminó agravando la situación debido a la implosión que hubo de las economías domésticas de los deudores en dólares que llevó a vivir momentos terribles como el ocurrido en un baño del edificio anexo del Palacio Legislativo donde una persona se quitó la vida, y que pudo haber sido una tragedia mayor si hubiese encontrado al legislador que fue a buscar.
En este apartado de los deudores en dólares destacamos la figura de la salteña María Luisa Nogueira, quien se embanderó con la causa por encontrarse su familia, como la de tantos uruguayos, en esa misma situación, quien terminó realizando una huelga de hambre durante varios días al extremo de resentir su salud y que decidió levantar tras la visita del entonces Ministro de Economía Alejandro Atchugarry quien se comprometió con ella a encontrar una solución al problema de miles de uruguayos.
En definitiva, alguien podrá decir que Uruguay se paró firme en medio de la autopista y vio venirse encima todas las luces de alarma que se encendieron, pero igualmente decidió quedarse incólume sin hacer nada y esperar que nada pasase. Pero lo cierto es que Uruguay en ese momento decidió su destino, y fue atropellado por la realidad de otros países que nos terminó arrastrando. Tan es así, que posteriormente el Banco Central del Uruguay introdujo modificaciones en los controles de la plaza financiera que permitieron blindar el sistema bancario de nuestro país que pudo soportar sin mayores problemas la crisis hipotecaria de Estados Unidos de 2008 que arrastró a varias economías del primer mundo y de América Latina.

SEÑALES
POLÍTICAS

Eran momentos de mucha tensión, donde el partido opositor en la palabra de su principal líder, quien tras esta crisis terminó siendo proclamado por el voto popular como Presidente de la República, llegó a recomendar que Uruguay entrara en default, algo que fue descartado por el gobierno por entender que esa medida podría derivar en mayores problemas para el país.
El libro «Con las horas contadas» de Claudio Paolillo, cuenta con exhaustivo rigor periodístico, el día a día que se vivió en el Poder Ejecutivo en el apogeo de la crisis, donde el título del libro da cuenta del pedido de renuncia que recibió de parte de grupos de presión del poder económico de nuestro país el mismo Presidente Jorge Batlle por intermedio del expresidente Julio María Sanguinetti, a quien se le sugirió que impusiera en la Presidencia al entonces vicepresidente Luis Hierro López para buscar una mejor salida a la crisis. Esto llevó a que Sanguinetti se negara a contemplar esa posibilidad y fortalecer su respaldo político e institucional a las autoridades constitucionales, que con la posterior llegada de Atchugarry al Ministerio de Economía, vino una mayor tranquilidad al organizar la economía del país, pero sobre todo, al mostrar mayor empatía con los uruguayos que estaban pasando mal que lo que solían mostrar los tecnócratas que el país había padecido hasta ese momento como titulares de la cartera de Economía.
Hoy abruman las historias y anécdotas de quienes lo vivieron en primera fila, lo que terminará engrosando la carpeta de documentos históricos cuando llegue el momento de analizar a fondo lo ocurrido, por aquello tan necesario de conocer bien nuestro pasado para no volver a repetirlo.

Usted sabe muy bien que fuimos estafados”, le dijo al Presidente Mujica

Luis A. Massarino, uno de los ahorristas de COFAC que perdió todos sus ahorros

Luis Massarino, fotógrafo sumamente conocido sobre todo por su amplia trayectoria en Diario EL PUEBLO, fue también de las personas que en los primeros años del nuevo milenio se vieron seriamente afectadas al perder el dinero que habían logrado ahorrar en COFAC.   

“Por allá por el año 2005, un domingo, a las 10 y 30 de la mañana me llama Miguel Cantos, de COFAC, diciéndome que tenía que ir a firmar un vale. Entonces le digo: ¿Cómo un domingo de mañana?, ¿Por qué están abiertos ahora si están todos los bancos cerrados? «Vení que te explicamos», me dijo. Entonces me explicó que firmara, que me iban a hacer una capitalizacion de 403.000 pesos, que eso era lo que me iban a sacar, que después eso iba al Banco Central y de ahí quedaba en el Tesoro para después devolvérmelos, etc. etc. Todo una parodia para quedarse con la plata. Lo cierto es que fui, firmé y nunca más pude juntarme con la plata. Nadie me supo decir: sacá la plata que vamos a cerrar…”, comienza narrando.

Desde unos cuantos años antes, Luis venía ahorrando dinero en esta cooperativa de ahorro y crédito. Se había sumado a ella porque “allí tenía mucha gente amiga”, comenta. Con mucho esfuerzo fue agregando peso tras peso, pero no solamente suyo, sino que también había en esa cuenta dinero que le enviaba uno de sus hijos, en ese momento radicado en España.

De esta manera, Massarino proseguía explicando su situación para el presente informe:

-¿Y cómo siguió la historia?

Lo seguí a este hombre que mencioné (Cantos); me disparaba; una vez lo corrí desde    calle Uruguay y Amorim, y él entró al Club Bancario. Y bueno… terminó todo. Porque después mi familia mismo me dijo que me tranquilizara, que me quedara quieto.

-¿Con políticos también habló?

Cuando venían a Salto los dirigentes políticos, hablaba con todos: Mujica, Astori, Tabaré Vázquez… Danilo Astori (siendo Ministro de Economía) vino a calle Amorim al 200 y le pregunté, me dijo que no era momento para contestarme esa pregunta. Recuerdo que unos periodistas le dijeron que tenía que contestarme como a cualquier vecino que llegaba con un pregunta, pero ya vinieron otras persona y me dijeron: «Ya te dijo que no, para afuera». Cuando vino Mujica en ese mismo lugar, le planteé y me dijo: «Vamos a ver cómo hacemos, vamos a ver cómo le hincamos el diente». Pero además me dijo: «Dígame caballero, ¿cuánto le sacaron?». Y para serle exacto, 403.000 pesos y moneditas, le dije. Entonces me dijo: «Uuuhhh…es mucha plata para un trabajador, mándeme con Cattani los papeles que tenga». Entonces le di todo a Cattani, intervino Muguruzza también… Pero nunca más…

-¿Y con Tabaré Vázquez?

A barrio Artigas vino Tabaré una vez y hablé con él. Le di una carta y le pregunté: ¿La va a leer, Señor Presidente?. «No sólo la voy a leer, también se la voy a contestar», me dijo. Nunca me contestó nada. Después quedó todo en agua de borrasca hasta ahora… Yo gracias a Dios seguí trabajando siempre, y mis gurises trabajan también. Por otra parte, una vez dijo Tabaré: “Apenas asumimos tuvimos que solucionar lo de COFAC”. Entonces le dije: Pero ¿dónde fueron a parar mis ahorros?.. Junto a los ahorristas capitalizados de COFAC seguiremos luchando. Para que no tenga duda esto fue lo que me sacaron, y le mostré: $ 403.219.98; ¿y usted dice que se solucionó? Por favor, Señor Tabaré, no mienta.

-Hay también una instancia en la que usted increpa a Mujica siendo Presidente, ¿es así?

Pasó el tiempo y vuelvo a estar frente a Mujica en la inauguración de la planta fotovoltaica, en Salto Grande. El diálogo fue el siguiente: ¿Cómo le va, don Pepe?… “Bien, bien”, me dice, dándome la mano izquierda. Y yo le pregunto: ¿Se acuerda de mí?, a lo cual me dice: “No, no recuerdo”. Yo soy Luis Massarino, el que usted me dijo que iba    a ver cómo le hincaba el diente al tema de mis ahorros de COFAC. “Ah sí, recuerdo; pero está fea la cosa”, me dice. Yo miro para el costado, mientras los demás miraban asombrados, y termino golpeándole la mesa y diciéndole: Usted sabe muy bien que fuimos estafados. Y volvió a murmurar: “Esta fea la cosa”.

-Lo cierto es que nunca más pudo recuperar ese dinero, que además no era solo suyo, ¿verdad?

Claro, no era solo mío, también de mi hijo que estaba en España, mandaba algo de dinero y yo lo depositaba ahí. Pero a mi hijo en aquel momento no le dije nada, le devolví peso por peso, perdí yo, pero a él le devolví todo.

La salteña que llegó a hacer huelgas de hambre

María Luisa Nogueira: «Eran horas de mucha angustia… Nos conteníamos entre todos a nivel nacional»

En aquellos tiempos de profunda crisis de hace veinte años atrás, hubo una mujer salteña que cobró un protagonismo inusual, al reclamar desesperadamente ante la dramática situación que le tocaba atravesar. Las formas de protestar y reclamar que adoptó esta salteña llamada María Luisa Nogueira, no fueron precisamente de las más habituales, sino extremas: llegó a la huelga de hambre y no solo una vez sino en más de una ocasión.

Es así que María Luisa se convirtió de pronto y sin imaginarlo, en una figura pública no solo en la sociedad salteña, sino aún más allá de fronteras. Y fue para muchos, una verdadera heroína.

Hoy, a veinte años de aquella odisea, EL PUEBLO volvió a mantener una conversaron ella, para la que se mostró animada y dispuesta. Aquí lo medular:

-Recuérdenos, ¿puntualmente en qué se vio afectada usted por aquella crisis del año 2002?

Nosotros habíamos adquirido una vivienda con el dólar a 10 pesos uruguayos, cuando en junio de ese año, el 2002, el dólar se dispara y entonces nos vimos imposibilitados de seguir pagando el importe de la cuota. Era nuestra única vivienda. La habíamos adquirido con la permuta de un apartamento y un préstamo bancario. Además había muchísimas familias en la misma situación.

-¿Al final qué pasó con esa vivienda?

Al final pudimos llegar a un arreglo con el Banco cuando ya estaba tasada para remate.

-Usted fue de las personas que tomaron medidas muy drásticas para reclamar. ¿Cuáles fueron esas medidas?

Sí… En realidad es muy larga la historia que me hizo llegar a realizar ayunos públicos.

-Más de uno, ¿verdad?

Sí, fueron tres. Fueron dos en Salto y uno que fue en Montevideo, donde participaron familias de todo el país, en carpas frente al Parlamento.

-Uno recuerda que eso se mostraba en todos los informativos por ejemplo, todo el mundo hablaba de ustedes, pero ¿qué respuestas obtenía de quienes esperaban tener respuestas?

Muy pocas respuestas obteníamos de quienes nos gobernaban, y del Parlamento. Nosotros defendíamos caso a caso las ejecuciones, cada remate. ¡Eran historias de vidas! Eran horas de mucha angustia y de tratar de ver siempre positivamente, a pesar de todo, para no decaer.    Nos conteníamos entre todos a nivel nacional. Esa fue nuestra gran tarea, contenernos.

-Hablando de lo positivo, usted ahora está acá contando la historia, otros no superaron aquel trance…

Sí, perdimos muchos compañeros que decidieron que tomaron una decisión drástica. Otros, su salud no resistió o les dejó graves secuelas. así que hubo familias destruidas.

-Vulevo a la repuesta, o falta de respuesta, que obtenían de la clase política en aquel momento. Algo se les decía, ¿pero qué?

Ante toda esta realidad, la respuesta de quienes debían dar soluciónera mirar lo macro, lo que nos pasara a las familias en ese momento no les importaba. El costo humano y social no les importaba. Fue cuando se sintió más lejos de las personas a la clase política toda.

-Cuando hoy mira hacia atrás veinte años, ¿qué siente? Alguna vez la escuchamos decir que fue un gran aprendizaje…

Sí, para mí fue el gran aprendizaje humano, económico, principalmente de unidad. Formamos una gran familia, nos ayudábamos en todo buscando soluciones, cuando no se encontraban las soluciones tratábamos de minimizar los daños. Recorrimos todo el país. Tuve entrevistas con todas las autoridades políticas, económicas y sociales para encontrar juntos soluciones reales al endeudamiento que afectaba la única vivienda. Fue mucha la indiferencia de quienes eran responsables. Fueron muchas las promesas que luego no se cumplieron. Conocí personas extraordinarias con las cuales me une más que una amistad, son familia. Todo eso junto hace que hoy sienta que para mí fue un gran aprendizaje. Solo me resta decir gracias, gracias y gracias…

De Fernández Faingold a Batlle: “Nos salió todo muy bien, Taylor es de Peñarol”

Hugo Fernández Faingold, ex Embajador en Estados Unidos

Hugo Fernández Faingold fue uno de los protagonistas en la búsqueda de soluciones a la crisis de 2002 en su rol de Embajador uruguayo en Estados Unidos (EEUU) cuando una delegación del gobierno viajó al norte a entrevistarse con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Departamento del Tesoro de EEUU. En un testimonio exclusivo para este Informe de EL PUEBLO, cuenta detalles de los periplos que debieron sortear hasta que se consigue el préstamo puente de U$S 1.500 millones del que tanto se habló en su momento que trajo tranquilidad a la plaza financiera local e impidió un feriado bancario que podría haber sido catastrófico para los intereses del país.

La anécdota de la conversación telefónica del Embajador Fernández Faingold con el Presidente Jorge Batlle quedaría en aquellos anales poco comentados por la historia, cuando le explicó que finalmente las negociaciones con EEUU llegaban a buen puerto al expresarle que “Taylor es de Peñarol”.

“He estado mirando con curiosidad todos los relatos que han surgido alrededor del tema de los 20 años de la crisis y hay algunas ausencias, algunos huecos en el relato que me parece importante llenar porque creo que son críticos para entender lo que pasó”, comenzó expresando Fernández Faingold en diálogo telefónico con EL PUEBLO.

“En estos días lo que he leído en la prensa de una buena parte de quienes participaron en aquel momento, hacen un gran énfasis en el tema de la postura de Uruguay desde el punto de vista técnico, del profesional y de la seriedad de las instituciones, cosa que es cierta y que yo quiero recalcar con un par de anotaciones”.

VERTIENTE TÉCNICA

“En primer lugar, toda la gente que fue del lado técnico de Uruguay, o sea, de economía, de Planeamiento (OPP), del Banco Central, iba con una información completa, detallada, con explicaciones absolutamente contundentes que encontraban en los interlocutores del Tesoro y del FMI, yo le diría que posturas muy parecidas a las que venían aplicando en las negociaciones con el resto de los países. Recuerdo en particular la conversación con (Eduardo) Aninat, a la que hace referencia (Carlos) Steneri, en la cual Aninat trata de convencernos de que Uruguay debía entrar en un plan Bonex, parecido al de la Argentina, cuyas consecuencias si miramos a Argentina fueron absolutamente desastrosas. Y como respuesta a Aninat, los sectores técnicos uruguayos le presentaron más y mejor información porque la que manejaban eran muchos más razonamientos que terminaron siendo acertados sobre la calidad de las instituciones uruguayas y su capacidad para enfrentar la crisis por la que estaba atravesando el país”.

“O sea que mi primera reacción a todo lo que he estado leyendo en estos días, es que Uruguay se plantó con una enorme seriedad con toda la información, y desde el punto de vista del análisis de lo que estaba sucediendo y sus posibles consecuencias en distintas hipótesis de solución. Incluso tuvo la valentía de decirle al FMI que de ninguna manera íbamos a seguir lo que entendíamos era una ruta equivocada de salida. Lo mismo sucedió cuando conversamos con el Secretario y con los funcionarios del Departamento del Tesoro”.

“Para resumir, técnicamente Uruguay llegó a la negociación desde una posición de absoluta sinceridad, con las cifras en la mano y con una claridad absoluta en cuanto a lo que íbamos a aceptar, a lo que no íbamos a aceptar y a lo que estábamos dispuestos a sacrificar en caso que nuestras gestiones no tuvieren éxito. Esta es una vertiente de lo que sucedió”.

VERTIENTE POLÍTICA

“La segunda vertiente, a la que sinceramente no he visto ninguna referencia en esta celebración de los 20 años, es la política. Déjeme hacer un poco de historia. En la política interna de los EEUU, el Subsecretario del Tesoro (John) Taylor venía de escribir un libro en el que decía que el ejercicio de salvataje que había hecho EEUU en la economía mexicana no podía de ninguna manera repetirse por razones económicas y políticas”.

“Como parte de ese anecdotario político, le cuento también que unos meses antes, el Presidente Batlle se había encontrado con el Presidente Bush, a quien no conocía, en una reunión en Canadá, en la cual el Presidente Bush estaba haciendo una propuesta para la creación del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). Allí en varias reuniones de pasillo y laterales informales, el Presidente Bush había quedado muy impresionado con los planteamientos del Presidente Batlle, tanto en los discursos de la reunión como en cuanto a la defensa de la institucionalidad republicana que hizo de Uruguay. Lo diferenció netamente de los discursos de casi todos los demás mandatarios que estaban presentes, tanto así que antes del final de la reunión, funcionarios cercanos al Presidente Bush me consultaron sobre si el Presidente Batlle estaría dispuesto a hacer una parada informal en Washington de regreso a Uruguay. Esto los norteamericanos lo llaman como que caiga por la Casa Blanca, no en una visita oficial, sin pompa ni ceremonia, sino una visita para continuar las conversaciones entre dos estadistas que ya se habían encontrado en Canadá”.

“Por supuesto que el Presidente Batlle accedió, y de regreso a Uruguay paró en Washington. Hubo una reunión en la Casa Blanca en la que del lado uruguayo estaba el Presidente Batlle, estaba el Canciller Didier Opertti y estaba yo en mi carácter de Embajador. Del lado norteamericano estaba el Presidente Bush, Colin Powell y Condoleezza Rice. Fue una reunión en el Salón Oval de la Casa Blanca absolutamente cordial, muy flexible en cuanto al ingreso de temas, no había una agenda formal, sino que fue una discusión entre dos estadistas sobre el destino de cada uno de sus países y sobre lo que estaba en juego en la política regional”.

“El Presidente Batlle hizo algunas observaciones en cuanto a los partidos políticos que representaba la postura que progresivamente iba tomando el Presidente Chávez en Venezuela y algunos otros temas vinculados a lo que estaba sucediendo en Cuba y en Nicaragua. Le diría que, a raíz de ese encuentro informal, se desarrolló una relación muy fuerte entre el Presidente Bush y el Presidente Batlle, el esfuerzo que venía haciendo la Embajada por tener otro nivel de interlocución con el gobierno americano se fortaleció muchísimo”.

LA CRISIS DE 2002

“Llegamos al momento de la crisis, cuando llega todo nuestro equipo técnico al que hice referencia, hace su presentación ante el Tesoro y ante el FMI, y se le dice al FMI que va a intentar hacer una negociación política con la Casa Blanca, porque el tema tal como estaba repercutiendo en Uruguay, tenía componentes políticos que Uruguay no podía manejar solo. Las primeras conversaciones con el Tesoro fueron muy en línea con lo que había escrito el Subsecretario del Tesoro Taylor en su libro, es decir, no había posibilidades de salvataje. En el FMI nos miraban con sorna, tan así que el señor Aninat nos dice, ‘vayan y planteen en la Casa Blanca, pero no le van a dar pelota, miren el libro de Taylor’. Y hubo un momento en que efectivamente los planteamientos que hicimos no tuvieron eco ni en el Departamento del Tesoro ni en el FMI”.

“Cuando nuestra respuesta fue que regresaríamos a Uruguay y que se establecería el feriado bancario para tratar de reordenar las cosas desde adentro, el Subsecretario Taylor nos dijo que lo pensáramos porque el feriado bancario era una cosa muy seria que podía tener consecuencias a largo plazo para Uruguay”.

“En el ínterin habíamos estado hablando también con varios asesores económicos del Presidente Bush que se encontraban en lo que se llama el Ala Oeste o West Wing de la Casa Blanca, planteando el tema de nuestras opciones desde el punto de vista político, no el técnico. Cuando el equipo económico sintió que no había más qué hacer, saliendo de la Embajada para ir al aeropuerto con las valijas hechas, nos llaman por teléfono del Tesoro y nos dicen ‘por favor, volvamos a conversar porque el Presidente de los Estados Unidos ha decidido políticamente ayudar a Uruguay para no poner en peligro ni las instituciones ni las cosas que Uruguay ha conseguido”.

“Ahí fue que se produjo el llamado donde en un arranque criollo le dije al Presidente Batlle, ‘mire, nos salió todo muy bien, Taylor es de Peñarol (risas). Estamos esperando que la gente vuelva del aeropuerto para reunirse con el Tesoro porque nos aseguran que hay una solución”.

“A ver, lo que esta historia trata de transmitir es que técnicamente fuimos impecables, actuamos con gran valentía, con enorme honestidad y con un profundo sentido institucional. Pero la dimensión que resolvió el problema fue la dimensión política, y surge a partir de la relación que el Presidente Batlle había establecido con el Presidente Bush, que dicho a la criolla, Bush dijo, ‘esto se arregla con U$S 1.500 millones en un préstamo puente y se salva una democracia que está haciendo un enorme esfuerzo por trascender. Es la mejor inversión que puede hacer EEUU en términos políticos’. Entonces, yo personalmente, puede ser que otros no piensen igual, le diría que hicimos todos los deberes que teníamos que hacer en términos técnicos y desde el punto de vista institucional del equipo económico, el Ministerio de Economía, la OPP y el Banco Central, pero lo que desvió lo que era un destino anunciado, fue una decisión política del Presidente Bush, que obligó al Subsecretario del Tesoro a actuar de la manera que unos meses antes había dicho que no había que hacer en su libro sobre el salvataje de la economía mexicana”.

– Hay un mito sobre la intervención del hermano del Presidente Batlle, el concertista Luis Batlle, por su amistad personal con el Presidente Bush, quien lo habría llamado para que cambie su posición para favorecer a Uruguay, ¿puede haber pasado eso?

– Mire, yo también escuché el asunto. A mí no me lo mencionó Batlle y no lo mencionó ninguno de nuestros interlocutores, pero creo que en ese momento todos los uruguayos que tenían un poquito de influencia en alguna parte, la pusieron todos al servicio de resolver el asunto. O sea que, no me llamaría la atención que eso haya sucedido de esa manera.

Crisis 2002- Elbio Monegal Pte. AEBU

Para nosotros lo principal era lograr que se mantuviera la calma y defender las instituciones democráticas.”

EL PUEBLO convocó también a AEBU para reflexionar, recordar y analizar la crisis del 2002. Elbio Monegal , el presidente actual de los bancarios dijo en primer lugar que aquella crisis tuvo dos componentes principales , los controles del BCU y la crisis del 2001 en Argentina. Además recordó el papel que jugó AEBU en esas instancias y destacó las figuras de Juan José Ramos y Alejandro Archugarry como quienes lograron que la crisis no se profundizara aún más.

“La crisis del 2002 tuvo dos componentes , primero , unos muy malos controles que hacía el BCU (Banco Central del Uruguay) , por lo que por ejemplo el Banco comercial cambió papeles de un banco argentino , papeles sin valor alguno , y nos enteramos de la situación después que se había consumado el fraude. El segundo factor fundamental tuvo que ver con la crisis provocada en la Argentina en el año 2001. Esas situaciones lo que hicieron fue generar una crisis tremenda que casi tira abajo el sistema financiero. Hay que tener en cuenta que los cuatro bancos privados más grandes cayeron, Banco Comercial, Banco La Caja Obrera, Banco de Crédito y el Banco Montevideo. El BROU (Banco República) estuvo en una situación de quiebre pero no llegó a quebrar porque es el banco insignia del gobierno , hubiera sido catastrófico , pero fue el único banco que reprogramó sus depósitos con una señal bastante clara de cual era su situación.”

Para Monegal, los depósitos de los argentinos también tuvieron que ver.

“No nos olvidemos que el stock de depósitos de argentinos era tremendamente importante , y ellos con los retiros masivos generaron una situación de inestabilidad y así la gente iba a buscar su dinero a los bancos por las dudas”

EL PAPEL DE AEBU

Monegal recuerda con claridad el papel de AEBU en aquel momento. Cuenta que “ el tema tomó al sistema político en su conjunto , a quien gobernaba en el momento, a quienes eran oposición en una situación de no saber que decir, y AEBU jugó el papel de dar tranquilidad , de reunir a los ahorristas para evitar que sucediera lo que había pasado un año antes en la Argentina, donde tuvieron desbordes de todo tipo y una crisis social brutal que terminó llevándose puesto al gobierno. Para nosotros lo principal era mantener la calma , de que las instituciones democráticas no corrieran riesgos a pesar que había algunos actores vinculados al gobierno que reclamaban un cambio en la conducción, entonces AEBU lo que hizo fue ponerse al frente de esa situación . Estuvimos tratando de ordenar a los ahorristas , junto a otros sindicatos ir a hacer asambleas para dar confianza porque no se olviden que la mayoría de los trabajadores cobraban sus salarios a través de los bancos y tenían sus salarios retenidos producto de que las instituciones bancarias habían cerrado en aquel feriado y no sabían si iban a abrir o no. Entonces la gente tenía una ansiedad enorme porque no eran ahorros , eran los salarios conque vivían durante el mes”

JUAN SOSE RAMOS Y ALEJANDRO ATCHUGARRY

“Hubo una figura de AEBU que fue Juan José Ramos, el Presidente del Sector Financiero Privado en aquel momento, que jugó un papel muy importante , conjuntamente con el ministro Alejandro Atchugarry” dijo Monegal, agregando que “ creo que son las dos personas en mi humilde opinión , que lograron que esa crisis que fue tremenda no fuera aún peor. Negociando, buscando salidas para que los bancos que estaban sin saber que hacer, si se iban o quedaban, finalmente optaran por quedarse y apostar a que el país iba a salir de esa. Pero la crisis fue tremenda.”

Para el principal del sindicato de los bancarios, esa crisis se pudo haber evitado si los controles del BCU hubieran sido otros. “Siempre hay alguna posibilidad de estafa pero el tema está en los controles . Desde aquella crisis el banco Central aplica controles que son de un nivel y una calidad capaces de evitar o minimizar situaciones de fraudes”

CRISIS ACTUAL Y FUTURO

EL PUEBLO consultó a Monegal si podría volver a darse una crisis de esas características en nuestro país , dado que según varios actores actualmente el país transita por una.

“La diferencia con la actualidad es que en aquella situación se rompió con la cadena de pagos y eso arrasó también con las empresas pequeñas, arrasó a los pequeños productores que tenían cheques dentro de los bancos y no los podían cobrar porque no tenían fondos . Eso hizo que la magnitud de esa crisis para la sociedad fuera peor que ésta , porque la crisis actual no afecta al sistema financiero , la cadena de pagos no se ha cortado . Es una situación que complica a los asalariados fundamentalmente , pero no arrasó a los pequeños productores y comerciantes.

“Mirando para adelante , seguramente no vuelva a suceder una situación igual a la de 2002 por los controles que se tienen. Aunque crisis vamos a seguir teniendo porque las crisis son cíclicas, cada 20 años calendario hay una , y hoy estamos en una crisis pero no a la magnitud de aquella. Y si bien la situación viene mejorando , el tema es que al no haber un derrame para la gente, para el trabajador, la situación sigue siendo la misma”

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