No me dedico a investigar profesional y sistematizadamente ninguna cuestión social (como hacen, gracias a sus conocimientos, sociólogos, politólogos, etc.). En realidad no me considero investigador de nada.
Creo que más bien soy un hurgador de verdades (así, en plural, porque me resisto a pensar que, salvo rarísimas excepciones, la verdad sea una sola), creo que soy un “preguntón” que trata de razonar y analizar en base a las respuestas que obtiene sobre diferentes temas.
Dicho esto, paso a decir que en las últimas semanas me he preocupado por preguntar a muchas personas, y de muy diferentes perfiles (de edad, de nivel cultural y económico, etc.) cuál es su principal esperanza con un nuevo gobierno, sea encabezado por Álvaro Delgado o por Yamandú Orsi. Claramente (¡pero muy claramente!) obtuve como respuesta una generalizada coincidencia en que la mayor esperanza de los uruguayos hoy en día, es estar más cómodos económicamente. En otras palabras: contar con algo de dinero todo el mes y no solo los primeros días. Los treinta o treintaiún días tener aunque sea algunos cambios en el bolsillo.
Por otra parte, he comprobado que existe una molestia generalizada cuando se observa, como dicen algunos, que “en el Uruguay hay plata para tantas cosas y para otras nada”. Cuando dicen “tantas cosas”, se refieren, por ejemplo, a sueldos tan abultados que parecen una burla al pueblo; mientras que cuando dicen “otras cosas”, apuntan sobre todo a los salarios, jubilaciones y pensiones más sumergidos.
Claro, es común que escuchemos decir también, que hay cuestiones que no se pueden comparar, simplemente porque son tan distintas que hasta se pagan con bolsillos distintos, es decir, no sería tan fácil como sacar de un lado para volcar en otro.
De todas maneras, yo siento que hay números que alarman; sin ser exagerado diría que escandalizan. Y hablo, sin ir más lejos, de algunas cifras a las que pudimos acceder sobre el dinero que recibirán los partidos políticos uruguayos tras las elecciones del pasado 27 de octubre. Un dinero que por supuesto y como se verá seguidamente, se destina en función de los votos obtenidos por cada colectividad. Es lo que ocurre en todas las elecciones: el Estado paga a los distintos partidos políticos por cada voto que recibieron en los comicios del pasado domingo 27.
Se trata de un monto a abonar por Rentas Generales. En el caso de las elecciones nacionales, es de 87 unidades indexadas por cada sufragio, según está previsto en la Ley Nº 14.485 de Partidos Políticos.
El valor de la Unidad Indexada (UI) en Uruguay el 30 de octubre de 2024 es de $6,1258. Por lo tanto, el importe equivalente a 87 unidades indexadas es de $ 532,90 (quinientos treinta y dos pesos uruguayos con 90, por cada voto).
Menor es el valor de los votos este próximo domingo 24. La ley establece que para el balotaje el monto a pagar por cada voto válido es de 10 Unidades Indexadas, es decir, unos $ 61.00 (sesenta y un pesos uruguayos), que en esta oportunidad solo recaudarán el Frente Amplio y el Partido Nacional (porque son los únicos partidos cuyos candidatos (Orsi – Delgado) participarán de esta segunda vuelta).
Si pensamos en mayo del año que viene, en las Elecciones Departamentales el monto fijado por la norma es de 13 Unidades Indexadas, es decir, unos $ 79,60 (setenta y nueve con sesenta pesos uruguayos) por cada voto.
El pago se hace, a través del Banco República, luego de que los partidos políticos presentan su rendición de cuentas, dentro de los 90 días posteriores a la elección correspondiente.
Otro dato interesante…De acuerdo a lo dispuesto en la ley, el 100% del monto por voto en las Elecciones Nacionales se reparte en cada partido en tres destinatarios. El candidato a la Presidencia de la República cobra el 20%, el 40% va para el conjunto de las listas de candidatos a Senadores del lema y el restante 40% se distribuye entre todas las listas de candidatos a la Cámara de Representantes del lema.
Ahora vayamos al detalle de la recaudación por los resultados del 27 de octubre, según el escrutinio realizado por la Corte Electoral (cuando todavía faltaba abrir los votos observados):
-El Frente Amplio obtuvo 1.058.625 (un millón cincuenta y ocho mil seiscientos veinticinco) sufragios, y por lo tanto recaudaría $ 564.141.262 (pesos uruguayos quinientos sesenta y cuatro millones, ciento cuarenta y un mil doscientos sesenta y dos), es decir unos US$ 13.600.000 (dólares americanos trece millones seiscientos mil).
-El Partido Nacional cosechó 644.638 (seiscientos cuarenta y cuatro mil seiscientos treinta y ocho) sufragios, lo que se traduce en $ 343.527.590 (pesos uruguayos trescientos cuarenta y tres millones quinientos veintisiete mil quinientos noventa), unos US$ 8.297.000 (dólares americanos ocho millones doscientos noventa y siete mil).
-En el caso del Partido Colorado, obtuvo 385.962 (trescientos ochenta y cinco mil novecientos sesenta y dos) votos, que significan $ 205.679.149 (pesos uruguayos doscientos cinco millones seiscientos setenta y nueve mil ciento cuarenta y nueve) , que serían US$ 4.968.000 (dólares americanos cuatro millones novecientos sesenta y ocho mil).
Miremos otros partidos de los comúnmente llamados “menores”:
-A Identidad Soberana le tocarían US$ 833.885 (64.735 votos), a Cabildo Abierto US$ 759.833 (59.000 votos) y al Partido Independiente US$ 530.621 (41.206 votos).
Entre los lemas que quedaron afuera del Parlamento, al Partido Constitucional Ambientalista sus 11.695 votos le significarían US$ 150.537; al Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), que tuvo 9.152 votos, US$ 117.842; a Asamblea Popular, que recogió 9.951 votos, US$ 128.179; al Partido por los Cambios Necesarios, de 3.128 votos, US$ 40.263; y al Partido Avanzar Republicano por sus 1.870 sufragios le tocarían US$ 24.070.
Estimado lector, si hasta acá ha podido soportar tantos números (por lo engorroso que se vuelve hasta su pronunciación y por el impacto que seguramente le resultó calcular esas cifras), le digo que en las líneas siguientes ya no mencionaré números (perdón, déjeme recordarle solo uno más: no llega a 23.000 pesos uruguayos el salario mínimo y aún más abajo de eso se ubican miles de jubilaciones y pensiones).
Ahora sí, solo lo invito a razonar: ¿En serio alguien puede pensar que si se aumentan salarios, jubilaciones y pensiones el Estado Uruguayo corre el riesgo de desfinanciarse? ¿De verdad nos dicen algunos que solo si se crean más impuestos se puede aumentar lo que ganamos los uruguayos? Y obsérvese que dije “Estado Uruguayo”, no gobierno de turno.
Dicho de otra manera, mientras no haya una política de Estado que, mediante leyes por supuesto, cambie esas exorbitantes cifras que manejamos en párrafos anteriores, entre tantas otras cosas que son verdaderos “agujeros” por donde se va la plata de todos, nada más cambiará significativamente.
Y no habrá Orsi ni Delgado que te salve…