Tito Aplanalp representará a Uruguay
Tito Aplanalp es una persona multifacética en la comunicación, decano en la televisión por cable con su programa “Cancha Abierta”, hombre de radio donde tuvo uno de sus puntos más destacados en popularidad al haber descubierto el “horóscopo sexual”, recitador y escritor de poemas e introduciendo en estos últimos tiempos la faceta de realizador de documentales, como el realizado el año pasado bajo el título “Celmira Blanco, enfermera”, cinta que justamente participará en el Festival Internacional de Cine Social de Concordia los días 1 al 10 de abril en el Cine y Teatro Auditórium de Concordia (Argentina), junto a películas de España, Francia, Ecuador, México, Colombia, El Salvador, Perú, Bolivia y Argentina.
EL PUEBLO dialogó con Aplanalp para conocer un poco sobre esta nueva forma de expresarse que descubrió recientemente y sus expectativas al ser el único representante de Uruguay que participará en dicho festival internacional.
– ¿Ahora también filma documentales?
– Así es. El documental que nos trae a este encuentro hacía mucho tiempo que lo tenía pensado hacer porque es sobre Celmira Blanco, una persona que fue importantísima en lo social en la zona de Pueblo Fernández y alrededores, toda esa zona de Cambará, Pueblo Ramos, Cayetano, Sarandí, ya que en la década del 50 y 60 ella fue enfermera, partera, hasta doctora. En el documental cuenta que hizo hasta una transfusión de sangre en una estancia donde balearon a una persona, además hizo muchas operaciones porque en aquel tiempo el doctor iba una vez al mes, era muy difícil llegar a Pueblo Fernández, todavía lo es un poco, porque los caminos eran terribles, cualquier lluvia quedaban aislados, tomabas el ómnibus de San Cono a las cuatro de la madrugada acá en Salto y llegabas a las siete y media de la noche. A veces se pasaba tres o cuatro días aislados en una estancia porque el arroyo no dejaba pasar, por esas razones el médico iba una vez al mes, y ella se las arreglaba allá con todo.
Vocacional, sin estudios, atendió más de cuatrocientos partos en un pueblo que siempre lo comparo con aquellos del “viejo oeste”, tenía muchas similitudes pero era peor, porque en el viejo oeste había ferrocarriles, estaba el médico del pueblo, tenían telégrafo. No hace mucho tiempo que recién llegó el teléfono a Pueblo Fernández, en aquel tiempo no había nada. La gente de allí era dura, violenta, que cuando terminaba una esquila las peleas eran abundantes, todo el mundo andaba armado con su revólver, cuchillo, estaban los malos del pueblo que tenían cuatro o cinco muertos en su haber, esto lo cuento porque lo viví y tengo recuerdos que a la noche pasaban galopando y tirando balazos para arriba, tenía siete u ocho años en ese entonces. Fueron años difíciles y ahí estaba Celmira, curando las heridas de bala, cuchillazos, machetazos, era más respetada que la policía, una mujer con una gran personalidad.
– Para documentar la vida de Celmira Blanco habían varias posibilidades, incluso escribir un libro sobre su vida, ¿por qué entonces eligió el documental?
– No tengo paciencia para escribir ni tengo el talento como el de Julio C. Da Rosa o de un Jorge Amado por ejemplo, esa capacidad de la expresión y del sabor que le ponen al contar la historia de un pueblo de su comarca. Mira que en ese Pueblo Fernández hay suficiente material como para hacer una buena novela, entonces, como sabía que la personalidad de ella, además de ser muy recordada, había tenido muchos premios y reconocimientos, merecía hacer sobre ella un documental, cosa que tenía en mente hacía muchísimo tiempo, porque más allá de los defectos técnicos o en la narración que tenga el documental, vale por el peso del personaje que lo salva, las anécdotas que ella cuenta, fuimos al pueblo, los vecinos que charlan y cuentan cosas.
– ¿Cómo llega a este festival internacional?
– Esta película la hice en abril del año pasado a través del programa Incertivarte de la intendencia, luego la presenté en Multicanal (hoy Cablevisión) que la pasaron muchas veces y gustó mucho, después hubo un festival de cine nacional que hizo el anterior gobierno en el Mercado 18 de Julio, ahí también se exhibió con otras películas uruguayas, tuvo también ahí buena respuesta, mucha gente se interesó, así que en cierta forma, espiritual y económicamente quedé muy conforme con el documental, me dio muchas satisfacciones. Sobre este festival en Concordia me enteré a través de diario EL PUEBLO que salió en la página de Cultura y lo mandé el último día, el 31 de diciembre un amigo lo llevó a Concordia.
– ¿Cuáles son sus expectativas de lo que pueda resultar en este festival?
– Con haber sido seleccionado ya estoy conforme, además de competir junto a documentales muy buenos, algunos ya fueron estrenados en Buenos Aires en el Instituto Cultural San Martín porque he leído críticas en revistas argentinas. En fin, no sé qué pueda pasar, pero ya estar ahí es importante y además representando a Uruguay ya que es la única película uruguaya que está.