En Guaraní, entre Asencio y Soca, existe un caño “rebelde” que dos por tres demanda la intervención de gente de OSE para reparar sus pérdidas. El tema es que las reparaciones son siempre precarias y por lo tanto la pérdida “reincide”.
Con las frecuentes lluvias de los últimos días, el problema resurgió. Nuevamente concurrió OSE y reparó precariamente. El hecho es que no se tuvo en cuenta la acción constante del chorro de agua en la vía pública,. Una vez reparada, se cubrió el lugar con tierra y se dejó armada una “excelente” trampa para los vehículos.
La víctima fue un automovilista que acertó a pasar por el lugar rato más tarde. Al pasar por este punto, la tierra cedió y el coche quedó “atrapado”. A raíz de este hecho se nos dijo que no es la primera vez que pasa. ¿No tiene una solución mejor?.
Gente de la gomería donde días atrás fotografiamos una crucera de grandes dimensiones, nos aclararon que el animal no apareció allí, sino que fue llevado por un productor de la zona de El Chircal, que al verla al costado de la ruta y conociendo la peligrosidad de este reptil ponzoñoso, la mató de un balazo.
Para tranquilizar a los vecinos de la gomería y del cercano “bagashopping”, entendimos oportuna la precisión.
