Entrevista a Inés Laxague
Usted, estimado amigo lector, habrá notado en esta última semana una publicidad donde aparece un candado uniendo dos cadenas y que una llave libera, y variantes de ese mismo dibujo con distintas leyendas explicativas. Se trata de una campaña que la docente Inés Laxague ha iniciado preocupada por la situación de algunos jóvenes que se han entregado al alcohol y a las drogas.
En esta entrevista concedida a EL PUEBLO, Laxague explica los alcances de dicha campaña y cuál es el motivo de la misma. Pero antes, quisimos saber…

Casada. Tiene 3 hijos. Es del signo de Tauro.
De chiquita quería ser periodista.
Es hincha de Nacional.
¿Una asignatura pendiente? Pienso que no, porque he hecho un poco de todo. ¿Una comida? Asado. ¿Un libro? El Principito.
¿Una película? Gandhi. ¿Un hobby? Caminar.
¿Qué música le gusta escuchar? Como profesora de música que fui, me gusta en general toda la música, siempre rescato algo de cada género.
¿Qué le gusta de la gente? Que vaya para adelante y que se comprometa.
¿Qué no le gusta de la gente? La falta de solidaridad.
– ¿Quién es Inés Laxague?
– Una docente, pero más que nada una activista social preocupada mucho por los jóvenes y por sus problemas y por la soledad en la que se encuentran.
– Cuando habla de la soledad de los jóvenes, ¿a qué se refiere?
– En general están muy solos. Familiarmente la gente se ha enfocado mucho en la parte económica, de su economía familiar y por esa razón los han dejado solos. Antes la madre estaba mucho en la casa y ellos tenían a quién recurrir, pero hoy en día la madre trabaja, entonces están muy solos.
– Le preguntaba porque a los jóvenes no se los ve solos, siempre andan en barra de amigos, en el ocio, sin nada qué hacer…
– Pero justamente, es ahí donde digo que están solos. Ellos buscan a sus pares, pero esos pares también están solos, están todos heridos emocionalmente y tratan de juntarse entre ellos, pero realmente ellos están solos. No tienen guías.
– ¿Los jóvenes se juntan porque tienen los mismos problemas?
– Claro, todos tienen los mismos problemas.
– Así que si hablamos de los problemas de la juventud, ¿básicamente se habla de la soledad del joven?
– De la soledad del joven, así es. El problema está en la soledad y en que ellos no tienen una guía para solucionar los problemas que ellos tienen, antes nosotros teníamos, y eran nuestros padres.
– Cuando los jóvenes ingresan a la droga o al alcohol, o incluso al delito, ¿esto podría solucionarse en la familia?
– Totalmente, se tratan de problemas solucionables porque el problema está en que ellos quieren tapar los problemas…
– Ellos, ¿quiénes?
– Los jóvenes, son quienes tapan con una adicción los problemas que tienen. Comienzan con alcohol, después siguen las drogas…
– ¿Ellos tapan sus problemas o en realidad tratan de enviar un mensaje a los padres para que los ayuden a reaccionar?
– No, tapan el problema. No se trata de enviar ningún mensaje sino más bien es tapar los problemas. No saben cómo solucionarlos porque no les enseñan a solucionar problemas. Los padres deben ser la varita al lado del árbol para ir corrigiéndolos, diciéndoles cómo deben solucionar alguna cosa, pdero lamentablemente eso ya no pasa más.
– ¿Usted está trabajando sobre estos temas?
– Sí.
– ¿Y hay alguna esperanza de obtener logros en esa problemática juvenil?
– Totalmente, porque sobre los niños tiene que ser un adulto el que lo corrija. Ahora, cuando son adolescentes, ellos mismos pueden, que es lo que nosotros queremos enseñarles a ellos en nuestro grupo, que sepan cómo solucionar los problemas, pero viéndolo desde otro punto de vista, porque no es miedo a las drogas, ni miedo al alcohol, no hay que enfocarse en el miedo sino en la conciencia.
Desde el momento que tengan conciencia que ellos pueden solucionar el problema, una puerta de esperanza se abrirá, porque ellos saben perfectamente qué herida están tapando, todos. A veces puede ser soledad o a veces, de repente, puede ser que no lo dejan ser niño, porque los padres necesitan ir a trabajar pero ponen al niño mayor a cargo de los hermanos, entonces no están viviendo la niñez, y esa es una herida para el chiquilín. El niño no puede enfocarse en cuidar a un hermanito y en cumplir la función del adulto.
– Usted inició una campaña para juntar a los jóvenes con problemas y tratar de darles soluciones o alternativas.
– Claro. Hace tiempo que estamos en esto, y de a poco vamos incrementando el grupo. Pero notamos que aún no ha habido mayor interés de parte de la sociedad por resolver estos problemas. La sociedad está pidiendo que el gobierno solucione estos problemas, y eso no es así, porque las soluciones deben provenir de las personas…
– Artigas dijo, «nada podemos esperar sino de nosotros mismos».
– Es así, porque debe partir de las personas que queramos solucionar estos problemas, porque somos quienes formamos la sociedad, y somos las personas las que hemos traspasado límites.
– Pero se nota como que la sociedad está cómodamente esperando que las soluciones lluevan desde el Estado.
– Totalmente, pero esa comodidad es porque la vieron de otra manera a la sociedad. La globalización y el consumismo en donde terminamos todos por entrar.
– Recuerdo a un triste personaje que solía decir en una renombrada propaganda, «hacé la tuya!»
– Es así, porque hoy no veo que haya solidaridad, no hay una mano que te ayude. El chiquilín pide ayuda y no hay. Es la soledad que se siente y que tiene que resolver pero no sabe cómo hacerlo. Pero también, hay un montón de adultos que no ven otro camino. Hay diez caminos para solucionar un problema, pero no lo ven, tampoco saben.
– ¿O sea que falta un guía para el joven y para el adulto?
– Así es, pero resulta que es el adulto el que debe ser guía del joven y él no puede ni siquiera ser guía de sí mismo.
– ¿Quién es más reacio a recibir ayuda?
– El adulto, porque cree que sabe. Pero digamos que el adulto en una edad intermedia, que es la que aprendió eso y encuentra patrones que se repiten. Ahora debemos buscar al adulto mayor. Los abuelos son la solución de cómo enseñar, porque los abuelos son los que saben cómo la sociedad se llevaba antes.
– Ahora bien, si los padres dejan en soledad a sus hijos, ¿serán ellos mismos los que dejen también en soledad a los abuelos del hogar?
– Pero totalmente, ¿usted no ve que los abuelos están solitos? Cuando no los internan los dejan solitos. Hay cantidad de personas que dice, «ah, yo no, lo dejo», pero ese abuelito también sufre por la soledad, de la misma forma que el adolescente, porque lo han dejado solo.
A los padres hay que darle educación, esa educación que no tuvieron, por eso los jóvenes están repitiendo esos mismos patrones. Tal vez los abuelos cometieron algunos errores en su momento, entonces los padres repiten esos errores con sus hijos.
– En definitiva estamos hablando de valores, pero el Estado no se encarga de educar en valores, ¿eso debe hacerlo la familia?
– Por eso mismo hay que enfocarse en la familia, y para eso tenemos que juntarnos más personas, como por ejemplo los psicólogos, que no los veo actuando en la sociedad, y deberían estar para volcar en la sociedad lo que han estudiado, al menos por unas horas de vez en cuando prestando servicios a la comunidad.
– ¿Y eso no debería estar institucionalizado?
– ¿Y para qué?
– Porque querrán cobrar un sueldo.
– Ahí está, todos están siempre pensando en sus economías. Los psicólogos tienen conocimientos de lo que está pasando, pero no quieren volcar sus enseñanzas en la sociedad. ¿Usted se dio cuenta que nadie enseña? Porque todos guardan sus enseñanzas para sí mismos, hay un egoísmo muy grande.
– Podemos decir que esta charla que estamos teniendo puede abrir alguna puerta en busca de soluciones, pero para eso se requiere de llaves, ¿qué es La Llave?
– Es la solución, es buscar un camino. Tener llaves es saber que uno abre puertas a las soluciones de todos nuestros problemas.
– Y digamos que esta charla es una puerta que se abre ante nuestros lectores y vean que hay una alternativa, ¿cómo hacen para contactarse con usted?
– Me ubican por Facebook por mi nombre. De todas formas vamos a salir por los barrios a dar una charla de esto con diapositivas, por eso compré un equipo de amplificación y un proyector… en definitiva, la llave es tomar conciencia de que no te podés escapar de los problemas. Que si te pasa algo, no lo tenés que esconder, tenés que hablarlo con alguien.
Si no puede ser un familiar, porque el problema suele estar en la familia, y sabés que en la familia no encontrás a alguien que te entienda, te tenés que buscar entonces a un amigo afuera, pero tenés que encontrar a alguien.
– ¿Cuándo comenzarían esa recorrida por los barrios?
– Pensábamos salir este mes, pero con el problema generado por la inundación hemos decidido esperar un poquito más, tal vez a fin de mes o principios de julio