El Pastor Pablo Navia representa a la Iglesia «La Bendición» establecida en barrio Artigas – perteneciente a la corriente Pentecostal que establece el gran predominio de las iglesias.
«Dios nos hizo nacer en lo apostólico; se trata de volver a las raíces del evangelio».
Navia explicó que «Jesús durante su vida nunca predicó en una Iglesia sino que se refería al Reino de su Padre». Estableció Apóstoles como fundamento y luego éstos establecieron como una ordenanza bíblica, apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, cinco ministerios que por años quedaron de lado».
«Ello dio lugar a una iglesia chata. En un principio no había alabanza, los instrumentos tales como una guitarra eléctrica o batería no eran algo usual. Vino luego una gran renovación durante los años 70 y 80, un despertar Pentecostal que persistió en el tiempo. Desde hace dos décadas se ha planteado una renovación diferente, una movida espiritual. La Iglesia Apostólica trae consigo una revelación del Reino de Dios. Los profetas existieron en todas las épocas y son los que guían la iglesia», adujo el entrevistado.
PALABRAS DE ÁNIMO Y ALIENTO
El Pastor Navia explicó que muchas veces «las palabras proféticas simplemente son de ánimo y aliento, no siempre es una reprimenda. Puede ser para alentar o recrear una promesa de lo que Dios hará a futuro».
En la iglesia de Barrio Artigas las reuniones son los miércoles y viernes a las 20.00 horas. Los domingos son a la hora 9.30. La parte musical se divide en dos partes, la primera de alabanza (música en diferentes ritmos) y la de adoración (en un ritmo más pausado y profundo, una expresión del corazón).
«Dios puede obrar en el interior de cada persona. De nada sirve llenar a una persona de cosas si su corazón está arruinado. Lo primero es tratar de sanar las heridas que se han producido a lo largo de la vida», reflexionó el religioso.
La iglesia «La Bendición» pretende dar a conocer las buenas nuevas y la salvación. En Colonia Garibaldi los encuentros son los martes jueves y sábados.
¿QUÉ EQUIPO?
El fútbol es un deporte que despierta pasión en millones de seguidores alrededor del mundo. Ya sea el equipo local de nuestros amores o la propia selección nacional. Los seguidores siempre anhelamos la victoria para nuestros colores. Haciendo un paralelismo con la fe, el pasto Navia dijo que «es posible que nuestro equipo no esté formado por los mejores jugadores, pero lo que esperamos es que lo den todo sobre el terreno de juego para brindarles nuestro apoyo incondicional».
«La vida es como un partido de fútbol entre dos equipos rivales. El bien contra el mal, la justicia contra la injusticia, la rectitud contra el pecado. Dios contra Satanás. Seamos conscientes de ello o no, todos nosotros jugamos en uno u otro equipo. A todos nos gusta pensar que estamos en el equipo de Dios, que estamos del lado del bien, que vamos camino al cielo. Queremos creer que somos del equipo ganador», expresó.
