Conocido popularmente como “Cococho”, jugó en lo que hoy se llama línea de cuatro. Sabía anticipar como pocos, aprovechando la intuición tanto como sus zancadas, para convertir en poderoso imán de la pelota su pierna izquierda.
Su fútbol era actual: buen quite y entrega a ras de suelo, impasable por alto, su cabeza era “el cementerio de los centros”. Ha ido al ataque, ha convertido goles, pero fundamentalmente dominaba una cueva donde todo parecía muy simple.
Recibió el mayor reconocimiento público que jamás se haya hecho a un futbolista en nuestro medio; un partido de homenaje, entre Nacional y el Resto de América.
El 10 de diciembre de 1969, cuarenta mil personas al unísono gritaron CO-CO-CHO en el Estadio Centenario de Montevideo, mientras este levantaba su mano en gratitud por el acontecimiento.
Falleció ayer jueves, con 71 años a cuestas y mil historias vividas. Se fue un grande. Tan grande como su propia figura. Seguro que no se necesita cerrar los ojos para recordar a «Cococho», porque estuvo, está y estará instalado en todos los que de una forma u otra pudieron verlo o conocerlo.
Jugó desde sus inicios, en el año 1954, en las inferiores de Nacional. En sus comienzos era entreala o volante izquierdo y posteriormente pasó a jugar de zaguero. Debutó en primera división en el año 1959 siendo Ondino Viera el técnico. Un año más tarde se consolidó en una defensa cuyo triangulo final formaban Taibo o Sosa, Troche y Emilio Álvarez.
Disputó 511 partidos, siendo el jugador que más partidos defendió a Nacional en toda nuestra historia. Fue Campeón Uruguayo en cuatro oportunidades (1963, 66, 69 y 70) y 18 veces internacional con la casaca celeste.
Lo llamaron “Mister Wembley” cuando fue seleccionado para integrar el equipo del “Resto del Mundo”, como representante uruguayo, en un partido conmemorativo del Centenario de la Liga Inglesa en 1963, disputado en estadio de Wembley.
Capitán tricolor en casi toda su trayectoria con la casaca alba, terminó su ciclo victorioso en 1970. En 1971 defendió a Sud América, emigrando a Venezuela un año después, país donde terminó su carrera en 1973.
