Recientes siniestros de tránsito, así como recientes fallos de la Justicia respecto a algunos de ellos, han despertado miles de comentarios en la población. Como decimos siempre: en el almacén del barrio, en la peluquería, en las redes sociales, todo el mundo comenta, opina, juzga…Y la verdad es que la polémica ha sido la tónica dominante.
A propósito, ayer escuchamos una discusión donde se planteaba esto: si alguien maneja alcoholizado, protagoniza un siniestro y fallece la otra persona involucrada; pero quien cruzó un semáforo en rojo (o cometió una infracción similar) fue la persona que terminó falleciendo y no quien conducía alcoholizado, ¿qué pasa?¿quién es responsable? La respuesta es clara: quien manejaba alcoholizado carga con un homicidio nada menos, y no hay vueltas, porque además, la primera gran infracción la cometió él, y fue precisamente tomar el volante luego de haber bebido.
Siguiendo el tema…Hace unos días nos llamó el papá de un adolescente para hacernos un comentario sobre “fiestas” donde van los jóvenes. Nos decía que le asombra que prácticamente “no haya control” respecto al consumo de bebidas en menores.
Vecinos de calle Artigas al 1900, donde hay un tramo de vía férrea, una vez más nos dicen que están “cansados de la basura” que la gente arroja allí. “La Intendencia limpia, pero ni un día pasa a veces, al rato nomás ya estamos en la misma”, nos contaban.