Personas que pasan con frecuencia por la esquina de las avenidas Pascual Harriague y Solari, en la zona sur de la ciudad, nos dicen que «ya son varios vehículos que se han llevado puesta esa rotonda». Sucede que no hay una señalización adecuada, y es lo que reclaman, que se solucione pronto antes que ocurra algo realmente grave.
A propósito, el fin de semana tuvo una fea caída un hombre que transitaba en bicicleta por calle Artigas al 2100. El problema es que en todo el ancho, es decir de vereda a vereda, a mitad de cuadra, se ha formado una especie de cuneta -honda y con bordes filosos- que, como dicen los vecinos «es una trampa peligrosa para motos y bicicletas», y para romper neumáticos de otros vehículos también.
Hace un par de días se comunicaban con nuestra Redacción vecinos de la zona del Autódromo (“atrás de la chatarrería”, nos decían); piden que llegue hasta allí la red de alumbrado público que, según nos explicaban, se los prometió la Intendencia en una reunión con la comisión vecinal. Pero sucede que el tiempo acordado ya pasó, y todavía no se hizo la luz.
Hemos llegado al último día del mes que siempre parece ser el más largo. ¿Ahora sí se podrá hacer (al menos una pimera) evaluación de resultados en materia de turismo de verano? Veremos qué datos surgen sobre un tema que viene siendo polémico.