La convivencia social es importante -como el riego de las plantas- manejarla a diario. Es importante el cumplimiento de determinadas reglas de conducta que nos permita coexistir sin vulnerar los derechos de los demás, así como exigimos que sean respetados los nuestros.
La posibilidad que todos tenemos de sacar pasear a nuestras mascotas, es algo que no debería transformarse en una mala experiencia, al contrario. Tanto para el animal como para el dueño es saludable; ahora, no siempre lo es para el resto de la comunidad.
La falta de consideración por parte de los propietarios de los animales al no limpiar las necesidades de estos, es una falta absoluta de responsabilidad.
El espacio público es de rodos los transeúntes; nadie tiene porque soportar al caminar, pisar ni ensuciarse con las necesidades dejadas por doquier.
Como en muchas ciudades civilizadas del mundo, eso constituye una falta a los códigos de esa convivencia de la que hablábamos y, su sanción, es una multa. Por lo tanto, y ante la desconsideración generalizada, las autoridades bien podrían implementarla en Salto.
En otro orden de cosas; ¿cada vez que existe una pérdida de agua en la vía pública, desechándose litros y litros, se demora tanto en solucionarlo como sucedió en calle Artigas al 700?