Muy preocupada nos llamaba ayer una vecina de las inmediaciones de Juan H. Paiva y Sarandí (zona Cementerio Central). Dos problemas principalmente “angustian a todos los que vivimos acá”, nos decía. Uno es la pésima costumbre de mucha gente de ir a arrojar basura a ese lugar, debajo del puente que une el Centro con Salto Nuevo; el otro, la inseguridad.
Según esta persona, “acá le aseguro que no se denuncia ni la mitad de las cosas que pasan, porque estamos cansados de denunciar”. Piden con urgencia más patrullaje. Sostienen que en las noches, en plena calle, hay algunas “reuniones” que no generan ninguna confianza.
Pero, como se dice siempre por parte de las autoridades, siempre es bueno denunciar los delitos, desde el más pequeño hasta el más grande, todos. Porque en base a la cantidad de denuncias que provienen de cierta zona, es que muchas veces se toman las decisiones, como por ejemplo las de reforzar patrullajes. Las denuncias determinan muchas veces cómo clasificar las zonas: de mayor o menor riesgo.
Hoy es 1° de agosto y sigue siendo firme la tradición de tomar unos tragos de caña con ruda. Con ella “sale lo malo y entra lo bueno”, dice la creencia. Pero además que muchas personas cumplen con este ritual, últimamente se está viendo que no son pocas las que elaboran petacas para la venta. Prueba clara que, con ingenio, todo puede ser un nuevo ingreso de dinero.
