José Artigas no solo está en las páginas de los libros de historia. También es motivo para la creación lite-raria, y los escritores de Salto a lo largo de los años, no han escapado a ese tema. El nuevo libro de Leo-nardo Garet, de cuya aparición hoy damos la primicia por gentileza del autor y que pasa ahora a integrar la colección Biblioteca de Autores Salteños, se titula “José Artigas en la Poesía de Salto” y reúne lo que poetas salteños han escrito con ese motivo. Además comenta, en el prólogo y notas a pie de página, sobre las obras y los autores. Esos autores son Manuel Bernárdez, Horacio Quiroga, César Miranda, José María Delgado, Víctor Lima, Altamides Jardim, Leonardo Astiazarán y José María Rondán Martínez.
Como se aprecia en la foto, la carátula muestra sobre el contorno del departamento de Salto recortada la silueta de la estatua ecuestre de Artigas, realizada en bronce por Edmundo Prati como parte de un tríptico (se completa con un gaucho y un ciudadano), ubicada en Plaza Artigas (obra inaugurada el 29 de setiembre de 1940).
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En la primera solapa se observa detalles de la estatua de Prati y en la segunda la imagen de “Eran miles”, recreación de La Redota, obra de Diego Santurio emplazada en la ribera del río Uruguay junto a la desembocadura del arroyo San Antonio.
El libro requiere más de una lectura y, por supuesto, más que este espacio en EL PUEBLO. Ya habrá ocasión de profundizar en próximas ediciones. Lo que sigue son algunos fragmentos del prólogo:
JOSÉ ARTIGAS COMO TEMA
“Escribir un texto laudatorio de un personaje histórico supone, de alguna manera, aceptar que el devenir de las sociedades responde más que a intereses económicos o sociales a la inspiración y al esfuerzo individual. Carlyle en el Elogio de los héroes señaló el camino desarrollando la idea “la historia del mundo no es más que la biografía de grandes hombres”.
En un libro de historia no quedan mal los reparos y hasta la crítica a un personaje cuya actuación se está destacando -y hasta puede parecer signo de profundidad en cambio, se da como sobreentendido que la poesía tiene que ser siempre ditirámbica. Entre los incontables poemas dedicados a José Artigas no hay ninguno que señale un aspecto negativo o siquiera opinable. El héroe es inmaculado para la poesía. Por eso resulta repetitiva la lectura de varios poemas con el tema. Esta diferencia también puede extenderse a los géneros literarios. Para la poesía no hay medias tintas, ni en amores, ni en odios, ni en olvidos, ni en la indiferencia. A la narrativa y sobre todo al ensayo, se reservan las grietas de las personalidades y las relaciones humanas (…)
Los protagonistas de acontecimientos históricos de relevancia son una antena para el canto lírico y épico. Emilio Oribe razona: “Hay en nuestra independencia americana figuras que son eminentemente poéticas por sí mismas. Yo creo que Atahualpa, Lautaro, Guautémoc son de esa dinastía. Ninguno de los conquista
dores, individualmente, los iguala porque carecen de humanidad y de pureza. Pero la figura genérica del conquistador es indudablemente poética en sí mis-ma. De los héroes de la independencia me parecen los más iluminados por el esplendor poético Bolívar y Sucre. Después otros: San Martín, Miranda, Hidalgo. Pero entre todos, el más suscitador de la inspiración y la admiración, en tanto que contornean la figura de lo poético representativo, es Simón Bolívar. ¿Y Artigas? Indudablemente coloco la cuestión en los pla-nos superiores de la potencialidad y esencialidad de lo poético en sí. Existe en Artigas la predominancia de lo épico, lo narrativo, lo humano, lo trágico cotidiano, insistente que le dan cierta uniformidad como la figura estética (…)
La historia registra la presencia de Artigas en Salto, el departamento y la ciudad, en varias y decisivas oportunidades. Pero no es a esa presencia que se dedican los autores sino a su trayectoria. José Artigas en la Poesía de Salto reúne lo que sobre el tema y en poesía han escrito los salteños. El conjunto deja la sensación que para la poesía el tema está agotado. No queda aspecto del personaje histórico, o ya legendario, que no haya sido pintado en un marco extremadamente elogioso. Por supuesto que el clímax de la exaltación no es salteño y le corresponde al Himno a Artigas cuando expresa: “Para la historia un genio / para la Patria un Dios”
En el conjunto de textos salteños la felicidad poética debe buscarse cuando se logra superar el acatamiento al propósito inmediato. Algo similar ocurre con los textos poéticos que le han dedicado a la figura de Artigas desde las más variadas latitudes.
Los poetas de Salto que se dedicaron a la figura de Artigas fueron pocos, pero algunos de muy destaca-da presencia en el tema, desde el injustamente des-conocido Manuel Bernárdez y el premiado José María Delgado hasta los puntos altos de Víctor Lima y José María Rondán Martínez. Como mera curiosidad des-taca entre ellos la versificación de Horacio Quiroga.
José Artigas en la poesía de Salto reúne íntegros los aportes salteños -excepto el de Manuel Bernárdez que aparece en forma fragmentada, dado su extensión- con el convencimiento de que algunos textos se encuentran entre lo mejor de lo mucho que se ha escrito sobre el tema”.