El presupuesto de la locura
En la Liga Salteña, los quejidos proliferan ante el año deportivo que se viene y algunos renglones de la economía del fútbol. En la pasada sesión del Consejo Superior, más de un grito en el cielo y el imperativo que se plantea desde algunos clubes: que determinados aspectos del funcionamiento de la Liga, no se deriven e impacten en ellos. Que a través de la búsqueda de sponsor o colaboradores especiales, se puedan obtener aportes que equilibren las finanzas. O que eviten vaciamientos o riesgos en algunos sectores-soportes de esa economía.
El punto cardinal de la Liga Salteña de Fútbol y de los clubes, no es otro que el presupuesto mismo en el cual conviven. No hay entidad de la «A» en la Liga que sepa de un presupuesto menor a los 50 mil pesos. Y una gran mayoría, supera largamente los 100 mil. Algunos clubes han ido sabiendo o revelando graduales sendas de semi profesionalización. No solo que sus jugadores en una medida u otra cobran para jugar… sino que la dirigencia LES PAGA PARA PRACTICAR!.

Un hecho impensado en el fútbol salteño 25 años atrás. De lo que no hay dudas: el fútbol salteño se fue dimensionando o sobrevalorando en el tiempo. Los dirigentes fueron metiéndose en la vorágine que a más de uno ha consumido.
Cómo podría interpretarse acaso, la extinción de clubes-emblemas de la Liga Salteña de Fútbol?. El aspecto económico no fue una razón potencial, poderosa y decisiva?.
DE POLICIAS Y JUECES
Entre las últimas fechas de la segunda rueda y los tres fines de semana de liguilla, casi 80 mil dólares de recaudación. O sea: nadie podría con dos dedos de frente cuestionar que el fútbol salteño taquilla como ninguno a nivel del interior.
Pero cuál es el aspecto central?: entre jueces y policía (llámese seguridad), el 65% del presupuesto de la Liga Salteña de Fútbol.
Es cierto: las migajas que quedan a la cuenta de los clubes. Pero si quedan migajas, no es responsabilidad de los clubes o de algunos reglamentos que rigen a la Liga?.
Pregunta puntual: por qué tan limitado porcentaje a los clubes propietarios de cancha, por concepto de derecho de piso?. Por qué tantos aficionados ingresan sin pagar?. Por qué tantos carné de libre acceso?. De quienes ingresan a un escenario donde se juega fútbol, cuántos realmente abonan la entrada?. Son interrogantes a perpetuidad. De siempre. Casi oxidadas en el tiempo o rescatadas cuando van ardiendo la llamas. Todo en un medio como la Liga Salteña de Fútbol, donde el «costumbrismo uruguayesco» no falta: el análisis de la problemática, pero no de la solución.
No faltan lo que se preocupan. Y cuántos son los que se ocupan?.
Mientras el final para muchos en el tiempo, hasta con un condolido sentir tanguero… «en un mismo lodo, y todos manoseados».