De Cattani a Lazareto
Los capítulos pasados, al margen de la conciliación entre el ex técnico Ruben Walter Cattani y Lazareto F.C. O al margen del acuerdo de partes. Cabe recordar que Cattani plasmó el reclamo judicial al club, “por incumplimiento de contrato y daño moral”. A principio del año pasado, Cattani asumía el control de juveniles y plantel superior de Lazareto. Tras los primeros juegos, la Comisión Directiva decretó el cese de funciones de “Cocol”, por lo que existiendo “un contrato de trabajo”, el DT decidió plantear su reclamo. En Lazareto se retrucó con la invalidez del contrato, mientras Cattani a través de su abogada patrocinante, impulsó el reclamo a través en la vía judicial. Ahora, el episodio ingresa en un tiempo de acentuación.
EL INICIO DEL JUICIO
De acuerdo a lo que se revelara a EL PUEBLO, ahora hay que hablar del inicio del juicio por incumplimiento de contrato, pero además, “daño moral”. El incumplimiento implica de hecho 32.000 pesos y el daño moral superando los 100.000 pesos. El hecho es que Ruben Cattani debe presentar testigos a determinados niveles. Testigos de que el contrato realmente se suscribió. Testigos del cese de la función. Testigos del daño moral, entendiéndose en este caso, factores laborales, impacto sicológico de la situación, etc. En último término, Ruben Cattani necesita que surjan quienes se pronuncien a favor de lo que la Comisión Directiva rechaza: que el DT no tenía incumbencia alguna en el área juvenil de Lazareto. Cattani sostiene que sí. Lo suyo presuntamente no solo pasaba por la función al frente del plantel superior. Es lo que Cattani necesita demostrar.
LA PRIMERA VEZ SIN DIRIGIR
Consecuencias del juicio que no faltan en la vida deportiva de Ruben Walter Cattani, “desde el momento que en nueve años es la primera vez que no dirijo. Esto se puede inscribir claramente en daño moral. O sea, tener en que efectuar este tipo de reclamo, me genera esta consecuencia. No es lo que yo hubiese querido. Pero tengo mi derecho al hacerlo”. Cabe establecer que un ex directivo del club, Martín Da Silva, abogó para que el contrato se suscribiera, a los efectos de evitar el desamparo de Cattani, en caso de este ser cesado. A los dos partidos de iniciarse el Campeonato de la Divisional Primera “B”, así sucedió. Disconforme con la situación que se producía en Lazareto, Da Silva optó por alejarse. En tanto ahora el inicio del juicio plantea una posibilidad: que en el marco de la primera audiencia pueda celebrarse un acuerdo de partes. Es lo que está por verse.
