Una salteña, residente en Alemania desde hace algunos meses, se comunicó con sus familiares en ésta, entre otras cosas para comentarles un aspecto que le ha llamado la atención en tierra germana. Hay dos bicicletas por persona, porque se manejan mucho con este vehículo y el coche es sólo para grandes distancias y traslados en familia.
Pero lo curioso es el respeto que existe por lo ajeno. Figúrate, le decía a una persona amiga, que hace días atrás tuve que viajar a un pueblo vecino. Dejé la bicicleta, sin seguro alguno, ni candado, ni cadena, en la estación de ómnibus.
Regresé a los tres días y la bici estaba en el mismo lugar. ¡Igualito que acá!. Si alguien deja la bici un ratito sin estar cuidándola, seguramente tendrá que volversecaminando, porque no encuentra ni las ruedas…
El lector se había dirigido la semana anterior, a las oficinas de Antel, para averiguar por un MODEM móvil. No hay en estos momentos, llame el viernes al 29696, para saber si llegaron, le dijeron.
Ayer a las 14,30 lo hizo. Luego de cuatro intentos logró que alguien – que no se dio a conocer lo atendiera – espere que le paso, fue la respuesta. Luego de escuchar una completa sinfonía de música de espera, el teléfono se colgó. Volvió a intentarlo y nunca más lo atendieron. ¡ Reforma del Estado ya!, porque hay mucha gente que se cree dueña de los servicios y basurea a los clientes, nos dijo muy molesto.