En este espacio dominical presentamos algunos grupos de personas que se han unido en diferentes proyectos, emprendimientos, tareas, para realizar una actividad que los une y a su vez que sea beneficiosa para la sociedad.
Sabemos que hay un sinfín de actividades que se realizan entre muchos, no solo en este tiempo de pandemia, sino desde todos los tiempos.
Para Pablo Texeira, de la Feria de Emprendedores
Pablo Texeira forma parte de la comunidad de emprendedores salteña, la que se ha visto duramente afectada por la pandemia. Sin embargo, apostaron a reinventarse para poder seguir trabajando, y si se hace unidos, la cuesta arriba es menos empinada.


- ¿Cuál ha sido su experiencia en la Feria de Emprendedores?
- Cuando uno se plantea un emprendimiento y está medio solo, a veces se hace un poco más difícil salir adelante, romper algunos mitos que nos ponemos nosotros mismos como el del «no puedo», o el que «¿será que puede funcionar?» Pero al estar en grupos con quienes venís trabajando, todo ese tipo de cosas se presentan más fáciles porque nos vamos ayudando. Eso es lo bueno que tiene el grupo. Los emprendedores que están de más tiempo, ya pasaron por esos obstáculos que nos generamos mentalmente, es una especie de ayuda mutua que suma. Más en este tiempo de pandemia, que nos hace replantear muchas cosas, ese volver a empezar y replantearse la forma de vender nuestros productos.
- Pero hoy nuestra sociedad se cimienta en algunas ideas publicitarias como el «hace la tuya» de Fido Dido o el «sálvese quien pueda», ¿cómo es encontrarse con personas que tienen como interés común salir adelante?
- Si pensáramos como eso de «hacé la tuya», se vuelve mucho más difícil. Ahora, si todos nos proponemos armar una feria para poder salir adelante, comenzamos a darnos una mano entre todos y cuando querés ver, ese «hacé la tuya» quedó de lado y pasó a ser «lo hacemos entre todos», con aciertos y con errores, pero siempre con la idea de tratar de ir mejorando, porque no es cierto que tengamos siempre la verdad de las cosas, vamos aprendiendo sobre la marcha. Sumado a la guía y apoyo de la Intendencia y del Centro Comercial, que nos van perfilando un poco más con concursos, por ejemplo.
- ¿Qué pasa cuando tienen todo medio encaminado y de repente les cae una pandemia planetaria que les limita bastante la posibilidad de trabajar?
- Eso es complicado. Nos pasó el año pasado, y lo hablo en forma personal, hacía poco que habíamos comenzado con el emprendimiento, nos agarra esa pandemia que nos hace poner un freno. Y como a nosotros, al 100% de los compañeros de la comunidad emprendedora les pasó lo mismo. En ese freno, en ese punto de reinventarnos, ¿qué hacemos? Tenemos este problema y varios compañeros viven de lo que producen, si nos quedamos solo con eso se complica, entonces, ¿esperamos a que pase la pandemia o nos reinventamos y comenzamos a perfilarnos en lo que podamos trabajar? ¿Cambiamos algo para poder dar una mano a otro compañero y buscar la forma de salir adelante? Y fue eso lo que hicimos.
En la Feria éramos cerca de 30 y algo de integrantes, tuvimos que reducirla. Nos pasó en la Expo Salto donde alquilamos un galpón bastante grande. Es así que, por ejemplo, en 2019 éramos cerca de 30 integrantes, al año siguiente y en plena pandemia bajamos casi un 50%, lo que subió más los costos de cada uno para poder solventar los gastos del salón, pero era la que nos quedaba. Era eso o nada. Hubo compañeros que se sumaron, otros no pudieron, pero continuaron en la comunidad. Para nosotros hubo un antes y un después de la pandemia, como a todos. Nos golpeó mal, nos reinventamos mucho y volvimos casi a la normalidad ajustándonos a todas las medidas.
Este año otra vez reinventándonos. Nosotros hacemos cumpleaños para niños, que ahora no se pueden realizar para evitar aglomeraciones y lo que estamos haciendo es una promoción de imágenes de pinturas. Sabemos que este tiempo impide que se liberen tensiones, nos pasa a los grandes, mucho más a los niños. Por eso se nos ocurrió hacer una diversión en casa, como la llamamos, donde brindamos imágenes de pintar acuarelas, y eso lo llevamos a domicilio con todas las medidas sanitarias, y entonces, el niño puede canalizar sus emociones, produce relajación y, además, une a las familias en estas horas complicadas que tenemos de cuarentena. - ¿La misma definición de emprendedor es la que da la clave de cómo salir de todo esto?
- Por supuesto. Al emprender, los miedos siempre están, pero cuando estás en esta movida de emprender, de lucharla, que si bien algunos tenemos un sueldo por tener otro trabajo, nos dedicamos al emprendedurismo de forma secundaria, pero que igualmente forma parte de nuestra vida y da una entrada más a la familia, que cuando empieza a verse afectada, termina afectando en todo sentido. Por eso siempre dijimos que teníamos que reinventarnos y que no podíamos quedarnos a esperar a que la pandemia pasara de largo, no, siempre tenés que estar ahí, en la primera línea, a no quedarse porque luego se te hace muy difícil salir en pleno cuesta arriba, por eso tenemos que darnos una mano entre todos.
«Un trabajo no individual sino colectivo, para alcanzar volúmenes más grandes y mejorar
la condición económica de los integrantes»
Organización de recicladores «Los horneros»:

unque el centro de acopio está ubicado en el barrio Gallino Oeste, son de muy diversos barrios (Mi Tío, Zona Este, Ceibal, etc.) las ocho o nueve personas (de 7 familias) que integran la organización Los horneros. Se trata de clasificadores en busca de material reciclable, que una vez entendieron que trabajando organizados, colectivamente, obtendrían mejores resultados, y así se constituyeron como Los horneros.
El paso del tiempo –llevan 4 años de labor- les ha hecho ganar en mejoras de todo tipo –incluso han logrado construir un galpón propio-, aunque aún hay cosas para solucionar, sostienen, como «la falta de un baño y agua corriente en nuestro centro de acopio».
Para este informe, EL PUEBLO dialogó con algunos de ellos, aunque fue puntualmente José Rodríguez quien respondió en este diálogo:
-¿Qué es los horneros? ¿Quiénes lo integran?
Somos un grupo de personas auto gestionadas que nos dedicamos al reciclaje, clasificación y acopio de materiales reciclables. Los integrantes están compuestos por siete familias…
-Háblenos del nombre, ¿qué representa «el hornero» para ustedes?
El nombre es en honor al pájaro Hornero por ser trabajador, perseverante, responsable, los horneros construyen con sacrificio y esfuerzo.
-¿Cómo surge esta agrupación; cuál es a grandes rasgos su historia?
Surge en el año 2017, con gente que siempre se dedicó al reciclaje, y vendiendo a un costo muy por debajo de todo su esfuerzo. Con apoyo de la Pastoral Social de Salto logramos reunirnos para mejorar las condiciones de venta y acopio de material. Es decir, hacer un trabajo no individual sino colectivo, para alcanzar volúmenes más grandes y mejorar la condición económica de los integrantes. A su vez, sin dejar de lado la parte ambiental, para aportar nuestro granito de arena al cuidado del planeta.
-¿Cómo es el funcionamiento de Los horneros?
Contamos con un centro de acopio donde recolectamos y clasificamos los distintos materiales. Tenemos distribuidos dieciocho bolsones en capillas, iglesias, escuelas, Caif, distribuidoras y casas de familias. Lo que recibimos es cartón limpio, botellas de plástico de todo tipo, pomos, aluminio, plástico, papeles…
-Si le pregunto por los objetivos principales que persigue este trabajo, ¿qué se puede decir?
Contribuir a una ciudad más limpia, concientizar a la sociedad de que los materiales se reciclan… Con esta tarea creemos que ayudamos al medio ambiente y se lleva un mensaje a las nuevas generaciones: no estigmatizar al reciclador, ya que es un trabajo digno; se ha tenido que superar cierta discriminación por la tarea que se realiza, muchas veces discriminación de la propia mirada de la gente que observa cómo se saca el cartón de los contenedores. Ser parte, junto con la sociedad en general, de un cambio en la forma de ver los materiales de un solo uso, que no lleguen al vertedero, aunque sabemos que esto es quizás una utopía, y además conseguir un sueldo digno.
-¿Cómo puede la población en general colaborar con Los horneros?
Depositando en los bolsones, entregándonos sus materiales desechables, clasificando cada uno en su casa, no juntando los elementos reciclables con los orgánicos…
LA VENTA
En cuanto a la etapa final de este trabajo, la venta del material, otro de los integrantes de la organización, Atilio Montichelli, comentó a este diario: «Lo que se comercializa, por ejemplo el plástico, lo viene a buscar un comprador de Rivera y eso sale hacia el lado brasilero. Con eso se hacen desde prendas hasta paredes para encofrar, para la construcción. Con las latitas de aluminio, que también se exportan hacia el lado brasilero, se hacen ollas de muy buena calidad. Todo lo que es cartón y papel en general lo estamos mandando para la papelera Pamer, de Mercedes, el mercado es muy variable entonces a veces Pamer deja de comprar y se le vende a otro, pero son ellos el principal comprador».
LOS 18 BOLSONES
Los siguientes son los 18 puntos de la ciudad en que se encuentran los bolsones donde se acumula el material para luego, en el local de acopio, ser prensado y continuar procesos de reciclaje:
UTE (By Pass Ruta 3)
Comunidad Pobres Siervas – Obra Don Calabria (Elías Pascale 385)
Parroquia Santa Cruz (Avda. Batlle 2230)
Misionera de los Pobres (Avda. Rodó 705)
Capilla Nuestra Señora de Guadalupe (Avda. Amorim 3415)
Capilla Maternidad de María (Avda. Amorim 2611)
Capilla San José (Avda. Seregni 1637)
Parroquia Sagrado Corazón de Jesús (Zorrilla 810)
Capilla San Eduardo (Julio Delgado 1551)
Chacra flia. Pereira (Apolón 75)
Capilla Nuestra Señora Divina Providencia (Reyles 186)
Capilla San Cayetano (Agraciada y Calle 2)
Flia. García Frosio (Amorim 424)
Curia (25 de Agosto 71)
Obra Social Don Bosco (Barrio San Martín)
Covifam (Chile 2003)
Escuela N° 3 (Brasil y Viera)
Caif Fátima (Avda. Paraguay)
«Cuando se es capaz de aunar esfuerzos, se puede superar cualquier obstáculo»
EL PUEBLO dialogó con Ramón Rivas, Presidente de la Cooperativa de Viviendas COVI SALTO, quien expresó su inmensa satisfacción por un emprendimiento que, este año, cumplirá 50 años, por el cual, muchas familias, a lo largo del tiempo, pudieron ver realizado su sueño de la casa propia.

UNA GRAN FAMILIA CON UN OBJETIVO EN COMÚN
Más allá de las diversidades que surgen, en este tema se conforma a lo largo una gran familia con un objetivo en común, el sueño de la casa propia. No queda exento, como sucede en cada familia, de las dificultades en el relacionamiento humano que implica; pero, obviamente que, si no fuera por esta herramienta que es el cooperativismo, nosotros por ejemplo, las 49 familias que hoy integramos COVISALTO, sería imposible pensar en el sueño de la casa propia como un objetivo. Después, obviamente que, uno logra ese objetivo, se va planteando otros desafíos y otras metas, que a veces va por el lado, por ejemplo, en cosas como lo que pensamos ahora que es el retechado de las casas que ya tienen 27 años de uso, entonces empieza a verse necesidades de refacción, o el mancomunar esfuerzos en la lucha para que podamos llegar todos dentro de nueve años y medio que terminamos el préstamo, quedándonos 117 cuotas aún, para que todos podamos usufructuar la casa, con las dificultades económicas que ello conlleva. La lucha, también, a través de FUCVAM ha posibilitado que nosotros logremos una herramienta que se llama el subsidio, que permite que, cuando hay alguna situación eventual que impide que podamos abonar la cuota de amortización del préstamo, esta sea contemplada por el subsidio ante la Agencia Nacional de Viviendas.
Ese es un poco el espíritu de todo esto. Creemos que, uno, cuando es capaz de aunar esfuerzos, puede superar cualquier obstáculo.
MUCHAS VIVENCIAS
Tenemos muchas vivencias, muchas anécdotas. Un buen grupo integraba lo que era la actividad en la noche, porque como trabajábamos durante todo el día, había un turno que empezaba a las 19:00 horas. A veces, más allá del cansancio, estaba lo que se llamaba la «hormigoneada», que consistía en llenar las planchas de hormigón para el segundo piso, por ejemplo, y alguno terminaba durmiéndose; pasa a veces que, terminaba la jornada y el sereno encontraba a algún compañero que se había quedado dormido después de bañarse, al lado de los montones de pedregullo o arena. Y también, a veces, la picardías, que no podían faltar, como el esconder la toalla o el jabón a aquellos que se bañaban en el galpón de obra, y quedar un rato en penitencia hasta que el sereno pasara y nos acercaba los elementos que nos habían sacado.
Pero siempre reinó un espíritu muy jovial, muy cordial y compartiendo mucho el humor, el cual, en todo grupo humano ayuda a superar, sobre todo, el cansancio, y, también, las tensiones que se generan, porque, no estábamos exentos, tampoco de algunos enojos, porque, había alguno a quien no le gustaba las bromas, o por algún sobrenombre que se le ponía, o cosas por el estilo, lo que generaba un poco de resentimiento. Una vez, por ejemplo, había un compañero que estaba en todas las comisiones, y, siempre hay uno que es creativo, y un día dijo: «mirá, ahí viene el teflón», y le preguntamos por qué le decía así, y respondió: «porque quedó afuera de la rosca», refiriéndose a que quedó afuera de las comisiones. Y de esas muchas. Entonces, el humor hacía, permitía generar un clima propicio y llevadero.
EL ESFUERZO VALIÓ LA PENA
Hoy cuando llego a mi casa y recuesto la cabeza en la almohada o me pongo las zapatillas y me pongo a tomar unos mates, pienso en el poder de disfrutar esto. Además, lo otro que significa; porque uno va a portando una cuota mensual para algo con lo que uno se va capitalizando, contrariamente a si pagara un alquiler, dinero que se va y no vuelve. Y, también, la independencia que da el tener un hogar propio. Creemos ser privilegiados, sabemos que lo somos. Porque, gracias a la generosidad de mi suegro, con quien pudimos compartir los tres primeros años de matrimonio, luego pudimos llegar a esto, viviendo toda la vida acá, incluso, el sentido de pertenencia de mis hijos, dos de los cuales nacieron estando ya acá, es importante, increíble. También es increíble que, un gran porcentaje de los hijos de los socios de esta cooperativa, por ejemplo, son cooperativistas, e integran otras cooperativas de ayuda mutua. Obviamente que el sacrificio se hizo sentir; pero valió la pena.
“Somos un núcleo de trabajo bastante activo, firme, sólido, que permite la construcción de cosas a futuro”
COO.T.E.SA – Liceo Santa Cruz
Para el presente informe EL PUEBLO tomó contacto con integrantes de la cooperativa del Liceo Santa Cruz, COO.T.E.SA (Cooperativa de Trabajo Educadores de Salto), emblemática institución educativa de la Zona Este. Lo que sigue es una selección de fragmentos extraídos de la charla mantenida con el profesor Darwin Monzón, uno de sus miembros, quien se desempeña como Director del Liceo.

DESDE EL AÑO 2015
“La cooperativa surge en 2015 por iniciativa de educadores de Salto que un día, reunidos, entendieron que en un contexto determinado como es Santa Cruz y toda su comunidad, era necesario una propuesta educativa, de Educación Media, que diera respuesta a los egresados del colegio (Primaria) en primer lugar y a mucha gente que es de la zona, y que tuviese también un carácter social. En junio de 2015 se hizo el acto fundacional de la cooperativa, enseguida se comenzaron los trámites para obtener la Personería Jurídica, así presentarnos a Inspección de Institutos y Liceos quien nos autorizó a comenzar las inscripciones para un centro educativo de Educación Media. El 10 de agosto de 2015 se hizo el lanzamiento y comenzaron las inscripciones, logrando rápidamente una cantidad de alumnos; antes de llegar a noviembre teníamos los cupos completos para el próximo año, y se formaron dos grupos de primer año. El 8 de octubre llegó la Personería Jurídica y eso nos hizo posicionarnos mejor como empresa”.
10 PROFESORES –
COOPERATIVISTAS
“Éramos 10 los que comenzamos la propuesta, somos aún los 10 que estamos al frente de la cooperativa. En aquel momento lo que se hizo fue armar el equipo para el año siguiente. Sabíamos que en marzo de 2016 íbamos a dar respuesta a más de 60 familias que se habían inscripto, porque eran grupos de más de 30 alumnos. Se armó el equipo con nosotros 10, todos vinculados a la educación media, más algún que otro profesor que necesitábamos porque ninguno de nosotros daba Geografía por ejemplo. En 2016 comenzamos con esos dos grupos, al año siguiente aumentamos dos grupos más, porque esos alumnos pasaron a segundo y creamos otros dos de primero, y así fuimos creciendo hasta legar a cuarto año, que es lo que actualmente tenemos: dos primeros, dos segundos, dos terceros y un grupo de cuarto. Son 217 alumnos. Las características son bastante particulares. Son de familias de un contexto socio económico medio, gente trabajadora que apuesta a la educación, que entiende que la educación es una inversión; por eso manejamos costos muy accesibles”.
¿QUIÉNES SON LOS 10?
“La presidente es Florencia Cabeza, el secretario es Juan Pablo Zapata, el tesorero es Ramiro López, fiscal Fabián Ferreira Pintos, y el resto de los cooperativistas somos Gabriela Da Silva, Marcela Acuña, Lourdes Franca de Lima, Luis Araújo, Ana Galli y quien te habla. La Comisión Directiva son los tres que te nombraba al comienzo. Florencia es profesora de Educación Física, Juan Pablo profesor de Química, Ramiro de Matemática, Fabián de Música, el protesorero que es Luis Araújo es profesor de Dibujo, Ana Galli de Biología, Gabriela Da Silva es profesora de Filosofía y Adscripta, Lourdes es profesora de Historia, Marcela de Idioma Español, en mi caso adscripto”.
UN NUEVO DESAFÍO Y LA BÚSQUEDA DE IMPACTO SOCIAL
“A partir de este año la cooperativa asumió el desafío de gestionar el Maternal, Maternidad de María. Entonces tenemos en la misma comunidad educativa, el liceo y maternidad, que es al lado del colegio, dos emprendimientos que gestionamos. Y ya estamos pensando en un tercer espacio de participación con el vínculo con la comunidad. El perfil que queremos darle a nuestro trabajo es el de generar emprendimientos que tengan impacto social; al ser cooperativa no tiene fines de lucro, lo que nos da la libertad de poder pensar en opciones y espacios accesibles a la comunidad. Los emprendimientos que gestiona la cooperativa tienen ese perfil de fin social, esa es la prioridad número uno, de vínculo activo con la comunidad, en todo lo que se ha hecho se trata de darle continuidad y vínculo. Se establecen vínculos con los centros educativos públicos y privados que existen en la Zona Este, pero también con otras organizaciones, buscando siempre vínculos en convenios y acuerdos interinstitucionales, como es el caso de Calsal, con quien tenemos una vinculación muy cercana, un vínculo muy estrecho intercooperativo. Se ha fortalecido en ese sentido la cooperativa, ha tenido un crecimiento cuantitativo y cualitativo, nos hemos preocupado por generar instancias de formación internas para todos los miembros y que nos prepare para situaciones complejas, por ejemplo lo que vivimos el año pasado y lo que estamos viviendo este año (pandemia), pero sobre todo el año pasado que nos agarró de sorpresa, la cooperativa como núcleo o como equipo de trabajo sobrevivió muy bien, en ese sentido tomamos decisiones muy acertadas en todo lo que es lo económico, lo logístico, que nos permitió no solo sostener la propuesta educativa sino también proyectarnos firmemente para este año. Somos un núcleo de trabajo bastante activo, firme, sólido, que permite la construcción de cosas a futuro”.
«Dicho proyecto apunta a abrir un poco más el aspecto, el abanico de posibilidades»
Una convocatoria un tanto particular se viene realizando para nuclear a artistas y artesanos en el área del reciclaje, con una visión cooperativa.
Fernando Villar, fundador de Crearte Ideas Creativas, es quien impulsa dicha iniciativa y, en diálogo con EL PUEBLO, cuenta cómo surgió la idea y hacia dónde va orientada.

UN PROYECTO INNOVADOR
En 2018 creamos una empresa unipersonal llamada Crearte, la cual se dedica a hacer programas artísticos alternativos, de apoyo a la educación, principalmente, y se viene trabajando en centros escolares desde el 2018.
Pero, también, nos dedicamos a desarrollar proyectos que sean innovadores, como por ejemplo, en este caso, el tema de reciclaje.
En las próximas horas estaremos reuniéndonos mediante una plataforma virtual, con un grupo que ya tenemos armado, para compartirles más o menos la idea del proyecto que queremos desarrollar.
Dicho proyecto apunta a abrir un poco más el aspecto, el abanico de posibilidades, no solamente a artistas y artesanos, si bien está dirigido a ellos principalmente, sino, también, a gente que quiera o tenga la intensión de proyectarse en una iniciativa cooperativa, o sea, que sea parte de un proyecto que beneficie a todos.
El motivo de la reunión es plantearles la propuesta, con miras a una salida laboral que, de concretarse, beneficiaría a un gran número de artistas, que son los que están involucrados, pero, también, a gente que trabaje en esta área y quiera sumarse a la propuesta.
Si nos pusiéramos de acuerdo en los aspectos generales de la propuesta, vamos a desarrollar, posteriormente, el proyecto en sí, llamado Retro Mercado.
Este proyecto, tiene la intensión, de presentarse en el Centro Comercial, con la idea de poder recibir de los comercios de Salto la materia prima, es decir, los materiales para reciclar. Estos materiales van a ser destinados a elaborar productos, con lo que desechan los comercios diariamente, y, abriría la puerta de un sub mercado, dentro de lo que tiene que ver con el reciclaje, que se retroalimentaría, es decir que, constantemente estaría trabajando y entraría y saldría productos todo el tiempo.
El empleo que puede generar esto, sin dudas, es interesante; es decir, va a haber la posibilidad de que mucha gente pueda acceder a un ingreso por medio de este método, de esta iniciativa. También, obviamente, minimizar el impacto ambiental, que sabemos que es importante, y que sería bueno que pudiéramos tomar consciencia de eso.
Estos productos que se elaborarían pueden ser productos de uso cotidiano, adornos, por ejemplo, etc., ya que sabemos que hay un gran mercado y hay una gran creatividad en nuestros artistas salteños.
Desde Crearte esperamos que la propuesta genere interés, y principalmente, consciencia de la necesidad de reciclar. Pero reiteramos, no va dirigido solamente a los que nos vemos involucrados dentro del proyecto, es decir, elaborando, si hubiera apoyo de los comercios, sino, que también, del público en general.
Sabemos que, cuando consumimos un producto que viene de afuera, que de repente ni siquiera fue elaborado por manos humanos, sino que lo fue por una máquina, sería importante que, tomáramos consciencia de que, al consumir un producto artesanal, estamos, de alguna manera, también, sosteniendo una actividad y la fuente de ingreso de algunos artistas que trabajan en esta área en el ambiente local.
LA IDEA MÁS ALLÁ DE LA PANDEMIA
En realidad, esta propuesta ya se venía cocinando, por decirlo de alguna manera, y ahora, ante esta situación de pandemia, pensamos en la largarla; es decir, proponerla y ver qué impacto tiene. Porque creemos realmente que, la población más vulnerable, no es aquella que, de repente, tiene un sueldo fijo, quienes, a pesar del lema «Quedate en casa», pueden hacerlo, hay que tener en cuenta que, hay personas al mismo tiempo que, no pueden hacerlo, porque viven de la elaboración de estos productos que venden a diario. Por lo tanto, la idea es, también, es llegar a esa gente que se ve afectada, que no tiene un ingreso fijo, y que necesita de un peso extra, poder brindarle esa oportunidad, a través de la creatividad y, por supuesto, dando una mano reciclando, y sacando lo que consideramos basura de la calle y del ambiente. Si nosotros lográramos primero, la conciencia ciudadana de que no debemos ensuciar y afectar e ambiente, creemos que, podríamos estimular un poco más y que se desarrollaran políticas al respecto.
Hacen falta políticas ambientales. Creemos que se pueden lograr, pero, primero, hay que hacer un esfuerzo de parte de nosotros, de concientizar, que la gente entienda, que sepa, en este punto los comercios que simplemente desechan lo que no les sirve y que entiendan que, también, se pueden elaborar sub productos, se pueden dar fuentes de empleo a raíz de esa parte, y que no solamente ese reciclaje se vaya hacia fuera, como muchas veces pasa con el plástico, y después volvemos a consumir un producto de afuera. Entonces, lo ideal sería que, ese producto, se elabora y se quede acá en Salto, dando fuentes de trabajo acá, genere dinero acá y que el mismo se invierta acá, mejorando, de alguna forma, el mercado local.
Por eso le pedimos a quienes deseen unírsenos, que se comuniquen con nosotros, al 092202896, en Facebook tenemos la página de Crearteideascreativas, y al mail: [email protected]