Algo no está bien. Nos referimos al tema de los denominados “cuidacoches”. En primer lugar debemos reconocer que se trata de trabajadores y en alguna medida, dependen de la Intendencia de Salto, que les marca las exigencias que deben satisfacer para ejercer su función.
Hemos escuchado por ahí, que se trata de trabajadores, pero que no tienen remuneración alguna y por lo tanto cumplen un servicio sin recibir nada a cambio, salvo de la buena voluntad de muchas personas. Felizmente esto está cambiando – y se entiende que estas personas cumplen un trabajo (cuidar su vehículo), por el que deberían recibir un sueldo.
Hemos oído también por parte de algún propietario de vehículo al que le dañan su vehículo o le roban decir al cuidacoches “que casualidad que justo no estabas”. Esto en la mayoría de los casos es así, porque el cuidacoches tiene también sus necesidades fisiológicas como cualquier otro ser humano. El delincuente espera, que esta persona se ausente para cometer su delito.
En más de una ocasión, aunque felizmente sólo se trata de excepciones, hemos visto a mujeres “luchar” para hacerse espacio donde estacionar, sin que el “cuidacoches” se digne en ayudarla.
Vale decir que hay personas, queridas y respetadas que cumplen un buen servicio, cuidando su vehículo y los hay de los otros.
En todos los casos entendemos que son empleados municipales, y es a la Intendencia que deben responder. Es más, no en todos los departamentos están autorizados a vender las boletas de estacionamiento tarifado y en estos casos, es a ellos a los primeros que se les reclama, por cualquier robo o similar.
Debiera saberse que la boleta confiere el derecho a estacionar, a usar ese lugar, pero no incluye el cuidado del vehículo, función que debieran de cumplir otros, la policía y demás.
Sin duda que su función resulta onerosa para los que usan vehículos menores (motos), que de tener que estacionarse en varios puntos del centro para hacer más de una gestión, deben de hacer frente varias veces a este servicio.
Su número está en relación a la ciudad donde se desempeñan, una de las más acuciadas por el desempleo y la pobreza.
En pocas palabras. El servicio del cuidacoches es un trabajo, que se cumple a veces con frío, con calor, con sol o con lluvia y como tal debe tener un sueldo. La cuestión es quien debería pagarlo y de donde obtener el dinero para hacerlo y como todo servicio de la Intendencia debería ser planificado y, coordinado y no como hasta el momento en que elijo un lugar y me presentó aspirando a cumplir esta función.
A.R.D.