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Un domingo sin fútbol, pero con EL PUEBLO para proponer

El director técnico no sólo tiene que escoger a los 11 jugadores que saldrán a la cancha representando a su equipo, sino también cómo disponer de ellos en el campo de juego. ¿Cuántos jugadores colocará en la última línea? ¿Poblará el mediocampo o cargará el ataque? La ubicación de los jugadores se expresa como una fórmula de tres o cuatro números, uno por cada línea del equipo: defensa, medio y ataque, en ese orden. (El arquero no se incluye porque es un número invariable al sólo poder jugar con uno). Hoy domingo…un domingo sin fútbol. La propuesta desde EL PUEBLO es esta: un repaso por las formaciones más comunes.
4-4-2
La formación más típica del fútbol, al ser la más equilibrada. Parte con una defensa de cuatro jugadores, incluidos dos centrales que pueden jugar escalonados (líbero y stopper) o en línea, y dos laterales que se turnan para proyectarse al ataque con el fin de asegurar tres defensas en todo momento. El medio cuenta con dos volantes externos de mucha proyección y dos mediocampistas mixtos (que cumplen un rol defensivo y ofensivo a la vez) que pueden repartirse el centro del campo. El ataque va con dos jugadores que cumplen funciones generalmente complementarias: puede ser un ariete de área y un delantero externo que busca habilitar a su compañero desde las bandas; uno que recorra todo el frente de ataque y que sea asistido por un media punta que baje a buscar la pelota; o dos centro delanteros que pisen constantemente el área en busca de centros o pelotazos lanzados desde el medio o la defensa.
4-3-1-2
Se trata de la misma disposición que el 4-4-2 pero con un desdoblamiento en el mediocampo. Uno de los dos volantes centrales se adelanta para jugar de enlace o enganche entre el medio y la delantera.
El enlace buscará llegar a posiciones de gol y, principalmente, habilitar a los dos de punta. El otro volante central ahora será netamente de contención; es decir, intentará cortar el juego del rival y apoyará la labor de la última línea, arrimándose a los dos centrales.
4-3-3
Una formación histórica que volvió a ponerse de moda gracias al Barcelona.Es una apuesta neta al ataque, con tres hombres de punta que ocupan la banda derecha, el área rival y la banda izquierda. El medio lo componen dos volantes que se vuelcan hacia el medio para generar juego y no quitarle espacios a los delanteros extremos y los laterales. Más atrás, un volante de contención. En la defensa, el lateral derecho y el izquierdo deberán colaborar con los punteros extremos tanto en ataque como en defensa.
4-2-3-1
Ideal para los conjuntos que privilegian la posesión del balón y que cuentan con varios volantes ofensivos o media puntas en el plantel, como España en el Mundial 2010.
Adelante de una defensa de cuatro se posicionan dos volantes de contención y más arriba aún, tres creativos: uno que desborde por la derecha, un enganche en el medio y otro que desequilibre por la izquierda. En el ataque queda un delantero de área que en teoría se beneficiaría del juego de los tres creativos.
(El 4-1-4-1 es una variación más ofensiva en la que un contención pasa a ser creativo).
3-5-2 o 3-4-3
El técnico argentino Carlos Bilardo inventó el sistema de jugar con tres zagueros y dos laterales-volantes, con el cual ganó el Mundial 1986. Tras ser la formación predominante de la Copa del Mundo 1990 y 1994, sin embargo, cayó en desuso debido al gran desgaste que exige de los laterales-volantes. La defensa forma con dos stoppers que marcan hombre a hombre a los dos atacantes rivales, y otro zaguero que barre detrás de ellos, el líbero. Los dos laterales en teoría pasan a formar parte del mediocampo e incluso pueden transformarse en dos atacantes más. Pero también se les requiere que retrocedan a la posición de lateral tradicional para evitar que el oponente explote las bandas. Al haber muy pocos laterales en el mundo que reúnen la resistencia, velocidad y técnica para cumplir esta función, la formación fue abandonada por la mayoría de los equipos que la empleaban.
5-4-1 o 5-3-2
Una formación de neto corte defensivo, que en la jerga popular se conoce como «colgarse del travesaño». Por lo general es usada por equipos chicos que juegan de visita, o un cuadro que debe cuidar un resultado favorable en los últimos minutos de un encuentro. Implica agregar un central (generalmente un líbero) a una tradicional línea de cuatro, tener a cuatro mediocampistas tratando de cortar juego en su propio campo, y un «llanero solitario» corriendo detrás de largos pelotazos y peleando contra toda la defensa contraria.

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