Una actividad anual que organiza habitualmente el club Salto Uruguay, como lo es el encuentro de Mini Basket, este año según nos dicen organizado como una especie de tercerización por un grupo organizador de eventos, sumará a su brillantez acostumbrada el partido pactado como inicial de un ida y vuelta con la Liga de Paysandú en el rubro Sub 23. Además se suma un encuentro de básquetbol femenino que completa la ya excitante jornada para todos los más chicos, los que juegan bien, más o menos y también para los que jueguen todavía lejos del desarrollo porque han llegado recién a la práctica de este deporte. Incluso son edades pre-deportivas, donde la calidad técnica del juego es un rubro casi descartable para considerar, ante la importancia de toda otra serie de valores deportivos necesarios de cultivar en estas edades. Hay amistades que se generarán con gurises de otros departamentos que muchas veces quedan para siempre, sin necesidad de que esos amigos para casi siempre terminen convirtiéndose en jugadores profesionales de este deporte.
Bienvenidos los particulares que desarrollan estos eventos, aún sin hay un trabajo de promoción de eventos que lleve a una profesionalización de quién los organiza. Nosotros apoyamos sin dudar este tipo de organización que asegura actividad deportiva de gran calidad en lo que debemos buscar como promoción y desarrollo de la actividad deportiva.
Pero el objeto de mi nota será el de aprobar nuevamente la participación de los Sres. Neutrales de la Liga Salteña que se han empecinado en cubrir todas las áreas que se requiere cubrir desde una organización de Liga. Van varios meses que están luchando por sumar actividad en el sub 23, tramo de edades en los que nadie se había aventurado para generar competencia. Primero lograron la disputa del campeonato en Salto, durante la pasada Semana de Turismo. Ahora también, en esa expansión regional en la que también se dan el tiempo para incursionar, metieron en esta misma jornada un partido de los dos que habían pactado para jugarse ante la selección Sub 23 de Paysandú. Esto implica un entrenador trabajando, Atilio Lima, ya con prácticas desde la noche de ayer, con 11 jugadores (faltó Grille de Círculo Sportivo) que tienen otro nuevo incentivo para seguir agregando actividad, desarrollo, entrenamiento y mejoramiento. En algunos casos también está en juego el apego a nuestro deporte en esas edades en las que es fácil sentirse «expulsado» del mismo por falta de categoría propia y poca participación en las de mayores. Otra vez tenemos que elogiar a los presididos por Alejandro Menoni. Además lo bueno de este encuentro es que se nota el apoyo de empresas privadas, autoridades municipales y trabajo de personas que solo buscan arrimar una colaboración para que esto salga. Así funciona o debería hacerlo siempre el deporte de base.
El espectáculo va asociado con las mascotas de la AdJ argentina y la vida fuera de la cancha es un marco más de colaboración, familia a familia, en la recepción de cada uno de los chicos visitantes. Se verán paseos, movimiento de niños y despedidas con promesa de seguir conectados. Todo suma. Escribo esta nota con alegría y me parece que está bien que así sea. Es que uno opina como periodista, pero seguramente está influenciado por la carita de sus hijos, contentos, comprometidos, esperando que llegue el día…
Javier Espíndola