La década pasada fue el despertar. No solo a nivel de consagraciones en cadena, sino en CONCIENCIA DEPORTIVA. ¿Y qué implica este último aspecto?: validar los recursos que tiene para volverse vigente.
Desde el 2014 en que fue Campeón Salteño, Universitario expone el recetario del que no solo no se despega de aquella credibilidad en el punto de partida, sino que también lo mejora, lo rejuvenece.
No lo deja caer. Y como no se cae, esto de ser finalista otra vez del Campeonato del Interior, potencia no solo su imagen, sino que legitima el tránsito.

Días pasados en la emisión de Radio Arapey, el actual senador Germán Coutinho, que además es apasionado full-time de Universitario y con un sentido de colaboración que no le falta, dejó en claro que «somos también una cuestión sentimental. Somos ese sentimiento que nos hermana y no deja de juntarnos. Cuando las áreas funcionan, el producto es este».
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Es seguro que el propio Coutinho y el presidente Cr Edgardo Revello, no dejan de rehuirle a la reflexión básica, a lo que implica el criterio directriz, la influencia de la Dirección Técnica y desde los jugadores, la aplicación de una teoría que transforma en generosa y rentable práctica.
Universitario afronta tres campeonatos en paralelo. Luce en los tres y en la Copa Uruguay, en la primera semana de setiembre, se le viene Wanderers de Montevideo. Este domingo en el Dickinson, con Central de San José en la primera final y despegó con el 3 a 2 sobre Salto Uruguay en el Torneo Salteño.
El equipo no desmaya. Se nutre.
Amplifica la acción. Tiene coraza para evitar que lo hieran y es la vida propia de su alcance ganando y queriendo. Es la «U».
POR ESTE PRESENTE
En 1992 con la Dirección Técnica del «Macho» Alfieri, Universitario ganó el toneo de la «B» y ascendió a la «A». Al año siguiente, fue Campeón Salteño. Después, silenciado su querer. Hasta el 2014 en que desembarcó Ramón Rivas, «para abrirnos los ojos y enseñarnos la mejor consigna: que aprendiesemos a ganar», tal como coinciden el mismo Germán, y el mismo Edgardo.
O sea: Universitario, desde el 1995 a 2013, lejos de la corona. Después, todo es bien sabido lo que pasó. Por eso, la historia se impregna de este rojo protagonista, para que viva EL MÁS ENCENDIDO TIEMPO
DE SU HISTORIA.
En el siglo pasado, digamos las cosas como son, Universitario no fue un equipo con tendencia campeona. Hay que remontarse por ejemplo al 1981, siendo Campeón Salteño, con el Mayor José Vigo como DT. Pero esto de ahora, NO ADMITE PARALELO en la historia.
Mientras no hay razón para disminuir el sentido de válida conducción de este plantel, por parte de Emilio Silva, el «Profe» Carlos Ribero y desde el año pasado, la suma de Rodrigo Bartaburu. El refrescante Universitario de ahora, es así.
Invita a que se lo vea, porque además: JUEGA. Le hace asco el perfil de los que se escudan en la especulación gris y cargada de vacilaciones. Universitario, sale, cree y propone.
Hay que valorar esa esencia. Esa disfrutable esencia. La historia también también lo tendrá que ir sabiendo, Desde la razón. Y desde ese fuego.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
