Silvia Anair Aguirre Banchero: “Cuando yo cambio todo cambia… es mágico y maravilloso”

Maestras Conscientes: un camino hacia la transformación vital

Silvia Anair Aguirre Banchero es la creadora del movimiento Maestras Conscientes…. es oriunda de la ciudad de Carmelo departamento de Colonia.
“Me recibí de maestra en el año 2005 y en el 2011 tenía 37 años, una pareja, 2 hijos pequeños de 7 y 3 años y una rutina diaria como cualquier maestra. Además de las 20 hs daba clases de inglés en un instituto privado.

Una vida aparentemente normal y feliz.
Hasta que un día llegué a la escuela como todas las mañanas y no pude ingresar al aula porque me invadió el llanto y estaba en un estado que la directora tuvo que llevarme a un centro asistencial para ver el médico.
Ese año pasé por mi peor período de agotamiento y cansancio mental, me diagnosticaron depresión, y ataques de pánico” – así comienza relatando la docente a EL PUEBLO.
Luego inició un proceso de búsqueda que la llevó a un proceso de transformación y por ende un positivo cambio de vida… hete aquí su experiencia de vida…

• ¿Cómo fue ese momento caótico en su vida?
  -”Fue una crisis donde sentí que no soportaba más las exigencias, las presiones y el agotamiento mental, mi cabeza explotaba y mis pensamientos no fluían. Yo sólo quería desconectarme de mi mente, pero no lograba conseguirlo y no sabía cómo hacerlo.
  De todas formas, yo lo veía normal…. una maestra vive esa locura, (las aparentemente 4horas no son ciertas), una trabaja todo el día, incluso sábados y domingos.
  Pero es parte de la profesión docente y una maestra lo asimila y lo vive como normal.
  Cada año volvía a tener episodios donde decaía, me sentía desmotivada y sin entusiasmo, el médico me lo resolvía con medicación, pero yo no terminaba de sentirme feliz con mi vida nunca.
  En esa época mi hijo con 7 años comenzó a decirme que él no quería vivir y que estaba cansado de su vida. ¡Con 7 años!! Imagínense.
  Una profesional me dijo que mi hijo era un reflejo de mi propio cansancio mental, de mi agotamiento y mi rigidez y mi estructura de no permitirme sentir, de no aflojarle a las tareas de la escuela y del hogar, de no relajarme, y que cuando yo lograra sentirme relajada y feliz mi hijo seguramente así lo haría también.
  Mi hijo también estaba viviendo una vida de presiones y exigencias por parte mía. Yo era exigente conmigo misma y con mi hijo”.
• ¿Cómo se inició el proceso de cambio?
  -”Hoy después de todo un camino de terapias, cursos, libros, videos mi vida literalmente se transformó.
  Comencé a reunirme con otras amigas para compartir mis conocimientos, con maestras que se fueron sumando a querer saber cómo había hecho yo para sentirme tan bien, relajada, y sobre todo liberarme de las presiones y las exigencias del sistema.
  Empecé a dar talleres y se le sumaron consultas particulares.
  La voz se comenzó a correr de los beneficios de conocer estas herramientas que yo brindaba en mis consultas y los talleres.
  Descubrí que había llegado a un método propio….que la vida era mucho más sencilla de lo que yo creía.
  Dejar de mirar las exigencias que me imponía el afuera porque no las puedo cambiar y decidir como quería vivir yo esa situación en particular, algo que yo si podía modificar.
  Este método no sólo cambió mi estilo de vida sino la de mi familia, porque ahora todos nos sentíamos mucho más aliviados, descansados y en armonía.
  Durante estos años muchas maestras me han pedido que las ayude a liberarse de ese agotamiento, de esa presión y de esa exigencia que sufren a diario, obteniendo maravillosos resultados”.
  -¿Cómo define a Maestras Conscientes?
  Es un programa diseñado especialmente para cualquier maestra, cansada, agotada, desmotivada o bloqueada mentalmente, que desea ser libre, disfrutar su profesión y nunca más sentir las exigencias y las presiones del sistema educativo.
  Cuando yo cambio todo cambia, es mágico y maravilloso”.
  SU HISTORIA…
  “Les comparto algo de mi historia, que es bastante larga
  Muchas veces me dicen, a para vos es fácil Silvia. Y yo me rio porque ven el resultado final pero no todo el proceso.
  Yo soy quien soy porque he caminado un camino que no todas las maestras se anima a caminar.
  En realidad queremos llegar a destino pero sin encontrarnos piedras.
  No existe un destino final, porque cuando llegues a ese destino, aparecerán otros a los que quieras también llegar, la felicidad está en el propio camino, en caminar el camino y disfrutarlo a cada instante.
  Después de conocer a esta profesional que me ayudó a entender que mi hijo estaba muy bien y que era excelente (y lo sigue siendo), sólo tenía una gran exigencia encima debido a mi presión como madre, comenzó mi viaje hacia mi interior.
  Y acá viene la clave de todo lo que yo aprendí, la famosa ley del espejo: yo traía una información, una programación en mi de yo no puedo, yo no soy suficiente, lo que yo hago no vale, yo no sé nada.
  Eso pudo haberme hundido, sin embargo, en mi caso hizo que yo me lo pasara leyendo, estudiando, haciendo cosas en mi vida, para “ser alguien” para llegar a “algo”.
  Todo esto inconscientemente, pues el 95% de lo que hacemos es inconsciente.
  Pero claro, solo me traía estrés y cansancio.
  Como yo no quería que mi hijo viviera mi misma experiencia le dije a él que si podía, que lo hacía muy bien, y lo alenté a hacer diferentes actividades, porque era excelente en todo. Eso jugó el efecto contrario a lo que yo deseaba. Es decir, al fin y al cabo, mi hijo estaba como yo, sintiendo que no podía, que no sabía, que nada era suficiente.
  Llegaron a mi libros, mucho libros, muchos videos al principio, porque como dice el dicho “el que busca encuentra”, mi marido en un momento me dijo, me preocupa porque te veo encerrada todo el tiempo leyendo, mirando videos, meditando”.
• ¿Y ese click para dónde la dirigió?
  -”Me surgió la interrogante ¿Cómo puede ser que busquemos la felicidad y cuando alguien te dice dónde encontrarla parece que le estás hablando en otro idioma? y te miran con cara rara.
  Ahí deje de querer contarle a los demás lo maravillosa que podía ser la vida si utilizaban las herramientas que yo estaba usando y aplicando en mi vida, porque entendí que cada uno está donde tiene que estar y que es como romper el capullo de la mariposa para que vuele antes. Cada ser humano volará cuando sea su momento, no antes. Así que me dije, el que tenga oídos que oiga-
  Así que me dedique a acompañar y ayudar a aquellas maestras que como yo querían ser libres y disfrutar la vida.
  Comencé con encuentros gratis, pero empezaron a pedirme consultas y la voz se fue corriendo de los buenos resultados que se obtenían haciendo lo que yo les contaba.
  Yo solo comparto mi experiencia de vida, simplemente hice y hago lo que muchas maestras no hacen, respetarse, valorarse y darse el lugar que se merecen.
  Yo creo que por eso tiene tan buenos resultados mis acompañamientos, yo siempre le digo a la maestra, yo no te voy a decir nada que yo no haya hecho y practicado en mi vida antes”.
  -¿Cómo entonces a partir de ese cambio organizó su rutina?
  -”Lo primero que empecé a trabajar fueron mis pensamientos, porque yo sabía que lo que yo estaba pensando estaba creando mi realidad.
  Y yo quería una realidad diferente por tanto tenía que ser consciente de lo que pensaba, de lo que decía, de lo que quería, de lo que hablaba.
  Debido a que todo lo que hacemos es dirigido por nuestro inconsciente, por la información que llevamos dentro, por nuestras creencias y valores, nada de lo que nos sucede es casual.
  Yo ya no quería que mi vida flotara a la deriva, quería una dirección porque ahora yo sabía que eso estaba en mis manos.
  Por eso el programa se llama Maestras Conscientes, porque para ser una maestra libre, vivir sin presiones y sin exigencias, sentirme valorada y respetada, yo maestra necesito ser consciente del camino a seguir, de la información que llevo dentro, de mi programación, de mis creencias, algo que muchas maestras no conocen y por eso enferman.
  El primer cambio que tuve lo noté en mis alumnos, que al igual que con mi hijo me reflejaron mi tranquilidad y mi armonía, yo estaba en paz, ellos también. la conexión con ellos ahora era diferente, era de comprensión era de un aprendizaje mucho más consciente también.
• Descríbanos un día de su vida…
  -”Mi vida comienza a las 7 de la mañana y termina a las 23 hs con una charla con mi hijo de 10 años en la cama grande, hablando de la vida.
  Me levanto alegre cada día porque siempre tengo algo hermoso por hacer, puede ser una consulta, preparar un clase online para las maestras que están en el programa, un video para el canal, o los vivos en Facebook o en Instagram.
  Durante la mañana puede que tenga una consulta presencial u online o estoy trabajando para el programa. Eso hasta las 10 de la mañana que ya comienza la hora de los mandados y las tareas del almuerzo.
  De 13 a 17 es el horario que concurro a la escuela.
  Después de las 17hs o tengo consultas, o estoy trabajando para las maestras que están en el programa, o para subir material a las redes.
  Siempre intercalando, horas de caminata, o clase de baile, la lectura de un libro, un video, llevar o traer mi hijo de algún lugar, descansar, tomar mate.
  Estoy feliz de lo que he conseguido porque ha sido todo mi trabajo interior que finalmente ha dado sus frutos, y la verdad que hoy no tengo nada de que quejarme solo agradezco cada día cada cosa que me pasa.
  Muchas maestras me dicen, para vos es fácil porque no estás en esta escuela, y yo me rio porque para que hoy mi vida sea “tan fácil” tuve que elegir que quería hacer en cada momento de mi vida, cada cosa que hice fue una elección, y esa elección a veces no es fácil, pero me ha traído hasta acá-
  Como dije antes, he aprendido que la felicidad es el propio camino, así que me dedico a vivir cada instante, mi momento presente y elijo como lo quiero vivir, porque sé que de esa elección depende como será mi futuro.
  Eso es lo que enseño.
  Cuando me encuentro con una situación que no me gusta, me pregunto ¿Para qué vivo esta experiencia y que tengo que aprender de ella?
  Después suelto y confío porque estoy en un momento de mi vida donde confío plenamente en que se me entrega lo que es mejor para mí, sé que nada es casual y que todo es correcto y perfecto”.