Rebelde se ha mostrado el basural existente en calle Treinta y Tres, entre Vilardebó y Andrés Latorre, contiguo a la cancha de baby fútbol del Club River Plate, en el predio del INAU. Aunque hemos denunciado su existencia públicamente, sigue allí tan campante.
Es una imagen lamentable la proliferación de bolsas de nylon con residuos, pero además, no sabemos por qué se acumulan allí, ni quién o quienes las depositan, teniendo un servicio de recolección que funciona con eficiencia. Seguiremos ocupándonos de él.
También es lamentable ver como aumenta el número de paredes y muros «enchastrados» con leyendas a veces obscenas en el radio céntrico de la ciudad. No nos alarman estas cosas, pero tampoco compartimos que se «enchastren» bienes que a veces son incluso de todos.
Días atrás, hasta el monumento al prócer fue blanco de estos malentretenidos y la Intendencia debió ocuparse presurosamente de su limpieza al día siguiente para evitar que el daño fuera mayor.
Pero no son los únicos hechos. El pasado martes a la noche, un grupo de muchachotes, no tuvo mejor idea que encender fuego en el predio de la Escuela 120, un excelente local, orgullo del barrio, que pudo ser seriamente dañado de no acudir rápidamente la Policía. Sigue habiendo gente así.