La situación planteada entre la Ministra de Salud Pública y el Intendente de San José, en relación a la información que proporciona el MSP en referencia a la Gripe A H1N1, plaga convertida en una pandemia de la que obviamente no escapa el Uruguay desnunda un punto polémico.
Concretamente el Intendente Chiruchi afirmó que el MSP “oculta información sobre la situación existente” y para ello argumenta que en su departamento murió una persona que no figuró entre las víctimas que reveló el Ministerio.
Las fuentes del Ministerio por su parte, señalaron que la persona a la que hacía referencia el Intendente, si bien era oriunda de San José fue tratada e internada en otro departamento y allí se produjo su deceso, por lo tanto figuraba entre los fallecimientos registrados en éste.
Por su parte la Ministra en persona admitió que ya no se están contabilizando los casos, debido a que se comprobó que alrededor del 80 por ciento de los casos de gripe actuales son de la que se ha extendido en pandemia universal y la Organización Mundial de la Salud entiende que nada aporta informar pormenorizadamente del número de casos y de muertes.
Aún así, aclaró la Dra. María Julia Muñoz, en el país se ha seguido informando de las muertes cuya causa confirmada es esta gripe.
Este es el punto que nos ocupa. Si la OMS considera que es irrelevante la información actualizada y veraz sobre la evolución de la enfermedad, se ha equivocado rotundamente.
Informar es darle seguridad a la ciudadanía sobre qué es lo que tiene enfrente. El manejo de la información evitando sensacionalismos y evitando alarmar innecesariamente es lo que debe condenarse. Esto no justifica que se despoje a la población de su derecho de estar informada.
El equilibrio que deben tener los medios de comunicación para manejar responsablemente la información, es el mismo que deben tener las fuentes médicas para informar con claridad, de cual es la situación, sin elucubraciones atemorizantes, pero con total sinceridad.
La mejor forma de aportar a evitar la psicosis del alarmismo es informando debidamente a la población.
La peor de todas quizás, es ocultando información que una vez que trasciende llega deformada o parcial y lo único que deja en el fondo de la cuestión es la sospecha de que no se le está dando la información correcta y veraz que corresponde.
Así la cuestión, es deseable que todos los responsables de la cuestión entiendan que la salud de los uruguayos debe anteponerse a cualquier interés puntual, electoral o similar y no jueguen con un bien demasiado caro como para manosearlo de esta forma.
Ni más ni menos.
