La Revuelta Subversiva cuestionó que docentes apoyaran la actividad
El pasado viernes, tal como estaba previsto y con total normalidad se llevó a cabo la charla titulada “Más cerca de los pupitres, más lejos de los tacones”, en la sede de la Asociación Magisterial de Salto. Decir que se cumplió con total normalidad, responde a que previamente había algunos temores. Puntualmente, quienes llegaron desde otros departamentos para disertar (mujeres integrantes de organizaciones sociales dedicadas a estos temas), dijeron a EL PUEBLO que “nos habían advertido que no iba a ser fácil llegar a Salto, que íbamos a encontrar cierta resistencia acá y que incluso podían boicotearnos la actividad”.

Sucede que la posición de estas organizaciones, y el hecho de abordar el tema en un ámbito vinculado a la Educación, no está bien visto por grupos como La Revuelta Subversiva; sin embargo, con este colectivo también se comunicó EL PUEBLO y descartaron de plano la posibilidad de hacer algún tipo de boicot: “nosotras nunca iríamos a boicotear una actividad que es además organizada por mujeres, por más que no compartamos su postura”, afirmaron. Esto, más allá que el mencionado grupo feminista salteño hizo público su desacuerdo con lo planteado en la charla, un desacuerdo que ya venía de antes, porque directamente no comparten la visión sobre el tema.
Quienes impulsaron la jornada académica del viernes, entienden que la prostitución se desprende comúnmente de la pobreza, la pobreza de la falta de oportunidades laborales y esto a su vez, en general del bajo nivel educativo. En tanto colectivos como La Revuelta Subversiva están completamente en contra que se asuma la prostitución como “un trabajo” o “una opción laboral”.
Postura “reduccionista”
En el marco de esta actividad en Salto, EL PUEBLO conversó con Karina Díaz, una de las disertantes llegada de Montevideo, quien explicó que su posición es “reduccionista de la prostitución” y se definió como “férrea defensora de los derechos humanos de la población LGBTQ+ y del combate a la explotación sexual y trata de personas”. Díaz fue además Asesora Parlamentaria para la redacción de la ley vigente sobre trabajo sexual, la 19.642. Pero además, contó que es la cuarta generación de trabajadoras sexuales en la familia: “fue mi bisabuela, mi abuela, mi madre y yo”, comentó. Y justamente su lucha apunta también a detener esa perpetuidad. Es además fundadora, en 2018, de OTRAS (Organización de Trabajadoras Sexuales), que en 2021 pasó a ser asociación civil y más tarde también sindicato al pasar a integrar el Pit Cnt. Actualmente forma parte de Visión Nocturna. Consultada de qué se trata este grupo, dijo que “somos ocho trabajadoras sexuales, de distintas partes del país, que fuimos seleccionadas por el Ministerio de Salud Pública para trabajar sobre todo en regulación del trabajo sexual y prevención de VIH y Sífilis, fuimos capacitadas para eso”. En ese marco -contó- “hicimos un relevamiento del trabajo sexual, entrevistándonos con unas 2.000 mujeres, y un protocolo de hábitos saludable al ofrecer servicios sexuales; los resultados fueron que hace unos diez años había unas 11.000, hoy son más de 15.000. Pero siempre hablando de personas mayores de 18 y que cumplen lo que indica la ley”. Con esta última afirmación, queda en evidencia, que el número es bastante mayor.
El rol de la Educación
La charla del viernes apuntaba especialmente al rol de los docentes en esta problemática. En ese sentido, dijo que “para nosotros la educación es fundamental; tenemos una postura reduccionista del trabajo sexual, entendemos que es producto de la opresión del sistema patriarcal sobre el cuerpo de las mujeres pobres, una explotación sexualizada por el marketing. Si fuera por nosotras la prostitución no existiría, pero no depende de nosotras. Y como no vemos a nadie dejando de contribuir con el sistema, a lo que podemos apuntar es a que cuando las personas lleguen a la oferta de servicios sexuales, estén la menor cantidad de tiempo posible. Hemos comprobado que cuanto menos tiempo estén en la oferta de estos servicios, reducen el daño que provoca la oferta de servicios sexuales, pero a su vez, reducen las cadenas intrafamiliares de naturalización de la prostitucion como forma válida de salida de la pobreza. Cuando hablamos con las 2.000 trabajadoras, en el cuestionario preguntamos en qué momento de la vida habían recibido mayor violencia y el 95% de la respuestas fue en la etapa de la escuela. Pero a su vez nos encontramos que dentro de la oferta de servicio sexual, la educación genera una categorización que hace que la persona que tiene un nivel educativo más alto no perpetúe la prostitutucion a través de los años, y ni sus hijos ni sus hijas entran en el círculo”
Algo de historia
Karina contó además, a modo de información, algunos aspectos de este tema a lo largo de la historia del Uruguay. “Uruguay no era República todavía y ya se había reglamentado la prostitución…Estamos hablando d ereglamentos de 1804 y no olvidemos que la primera Constitución es de 1830”, comentó. Habló asimismo “del trabajo de la Dra. Paulina Luisi para la redacción de la ley de 1927, ley 8.080 contra el proxenetismo, primera ley contra el proxenetismo en América”. Pero, “antes, en 1881, Batlle y Ordóñez intentó abolir la prostitución y se encontró con la resistencia de las fuerzas militares”.
¿QUÉ DIJO LA REVUELTA SUBVERSIVA?
Bajo el título ¿El lobby proxeneta en la Educación?, escribieron: “Hace días vimos placas de una actividad a realizarse en Salto con el título Trabajo sexual en Salto: cuánto más cerca de los pupitres, más lejos de los tacones. El rol de los y las maestras en la prostitución”, desde una perspectiva “reduccionista” de la prostitución. Pero, ¿De qué reduccionismo hablan? ¿Por qué desde una perspectiva de “trabajo sexual”? ¿Por qué tienen el apoyo de maestras y maestros en un tema tan delicado? ¿Por qué apuntan al “reduccionismo”? ¿Por qué nos resulta un mensaje peligroso en el ámbito educativo? Desde el mito del falso empoderamiento se reivindica el negocio criminal de la prostitución. Es la tercer industria ilícita del mundo después de la armamentística y el narcotráfico. Sin embargo no son las mujeres prostituidas las que se enriquecen en este negocio, sino las y los proxenetas. La prostitución es una institución fundacional del patriarcado, se basa en que debe de haber una mujer para cada hombre y unas pocas disponibles para todos los hombres. Esta institución se funda bajo la falsa premisa de que existe un supuesto deseo sexual irrefrenable de los varones, por lo cual tienen que haber mujeres prostituidas para evitar las violaciones. Sin embargo está más que comprobado que aún con la prostitución regulada las violaciones no bajan, basta con leer las noticias. La prostitución plantea a las mujeres como un objeto transaccional y un mero cuerpo de consumo, deshumanizándonos completamente. Y nos incluimos porque en la prostitución todas las niñas, todas las mujeres, son potencialmente prostituibles. Colectivos, agrupaciones, sindicatos, que dicen respetar los derechos humanos y los llevan como bandera reivindicando la dignidad, no deberían entrar en el peligroso discurso a que invita el lobby proxeneta y sus voceros/as para blanquear su negocio criminal, captando con su discurso a potenciales víctimas para la barbarie prostitucional…No existe el trabajo sexual, existe la explotación sexual. No hay libre elección en ello, hay realidades materiales que nos condicionan y el único camino es el ABOLICIONISMO”.