
Lo que es….es. La coincidencia también. Santiago Urrutia cumplió plenamente con el objetivo que se había planteado cuando llegó a la FIA WTCR: adquirir experiencia en la competitiva categoría y tratar de terminar la temporada entre los diez mejores. Y vaya si obtuvo lo esperado, con esa excepcional victoria en la última fecha, a lo que hay que sumarle que subió al podio en otras cuatro oportunidades y terminó ubicándose en el sexto lugar de la tabla de posiciones final. Por si fuera poco, para la escudería sueca fue un auténtico domingo de gloria, porque el francés Yann Ehrlacher logró coronarse campeón, convirtiéndose en el monarca más joven en la historia de la categoría. Además, su tío, el multi laureado piloto galo Yvan Muller, que ganó la segunda carrera, se ubicó como escolta y el equipo Cyan Racing Lynk & Co volvió a consagrarse campeón, reiterando el éxito alcanzado en la pasada temporada.
UN CANTO AL FUTURO
Es indudable que la inesperada incorporación del coloniense a la Copa Mundial de Turismos, (luego de que se cancelara el campeonato de Indy Lights y de que realizara un fugaz paso por la categoría estadounidense Fórmula Regional Américas), fue un acierto absoluto, un hecho totalmente positivo, que le ha permitido consolidarse en la competitiva categoría y, lo más importante, que le ofrecerá la opción de poder seguir compitiendo al máximo nivel, comenzando a ser un protagonista de primer nivel en un futuro próximo.