Con la aprobación de la recalificación de 390 hectáreas al Norte de Salto, el municipio de San Antonio se posiciona como una zona estratégica para el desarrollo urbano sostenible.
El proyecto de recalificación de suelo en el norte de Salto, aprobado recientemente por la Junta Departamental, abarca unas 390 hectáreas que hasta ahora eran consideradas suelo rural, específicamente dentro de la Zona de Huerto Norte. Gracias a la aprobación de la Junta Departamental, ahora se habilita su transformación en suelo urbano.
El área delimitada incluye Av. Ramón J. Vinci, Av. Líber Seregni, Arroyo San Antonio Y Río Uruguay
Esto significa que parte del polígono afectado toca los límites del municipio de San Antonio, lo que lo convierte en un actor clave en el desarrollo urbano futuro. Aunque el núcleo urbano de Salto es el principal beneficiario, San Antonio también se verá impactado, especialmente en lo que refiere a infraestructura, servicios y planificación ambiental
El edil Juan Pablo Rocca, integrante del Partido Socialista habló al respecto con EL PUEBLO explicando las implicancias del nuevo instrumento de ordenamiento.
“No es tanto la expansión territorial”, comienza Rocca, al explicar que el foco del instrumento no está puesto en simplemente habilitar más tierra para urbanizar, sino en responder a una problemática concreta que se viene observando, “tenés una expansión bastante desplanificada hacia los extremos, sobre todo el este de la ciudad, por el tema de los costos del alquiler y demás”. Esta presión social, según el edil, ha llevado a una ocupación dispersa y sin planificación adecuada.
En ese contexto se aprobó una normativa que reorganiza el norte del departamento, zona históricamente vinculada a huertos y producción. “Esa zona del norte era una zona mayormente vinculada a huertos… fue perdiendo la capacidad de producción porque nunca se la trabajó de forma correcta”, señaló Rocca, justificando así la recategorización de los suelos.
El nuevo instrumento divide el territorio en franjas según su cercanía con el núcleo urbano. “Cuanto más próximas a la zona urbana actual, son lotes más chiquitos que pueden ser utilizados para cooperativas de vivienda… cuanto más te alejás, más al norte, son padrones más grandes que pueden ser pensados para lo que es turismo, tipo zona residencial”. Esta fragmentación progresiva busca generar un equilibrio entre desarrollo habitacional, turístico y ambiental.
Rechazo a barrio cerrado
Pero uno de los aspectos más destacados por Rocca es el enfoque del instrumento hacia la integración social y el rechazo a modelos urbanos excluyentes. “Tiene una fuerte capacidad de prevenir proyectos inmobiliarios de tipo barrio cerrado que perjudica la integración social y va contra el desarrollo urbano”, afirmó. En este sentido, celebró que el documento aprobado “obliga a que los proyectos tengan una integración socioeconómica”, marcando una posición clara del Frente Amplio respecto al modelo de ciudad.
Otro de los ejes relevantes es el ambiental. Rocca detalló que la normativa es “muy estricta sobre la mirada ambiental ecologista”, con una serie de criterios exigentes que los proyectos deben cumplir, lo cual fue resaltado durante la sesión de aprobación. En este marco, también destacó que los desarrollos privados “tienen que presentar un plan vinculado a servicios de luz, agua y barrido”, lo cual asegura que “no puede recaer sobre la Intendencia el desarrollo de las calles, del alumbrado, del barrido y la recolección”.
Consultado sobre la titularidad de las tierras incluidas en la recategorización, Rocca fue enfático. “Esa información yo no la manejo… nosotros cuando damos la discusión, la damos en el marco general del instrumento”. Agregó que se analizó su coherencia con la Ley Nacional de Ordenamiento Territorial y con las directrices departamentales vigentes.
Potencial de desarrollo para San Antonio
Respecto al potencial de desarrollo turístico y habitacional en la zona de San Antonio y alrededores, fue cauto. “No sé si definirlo en términos de beneficios… lo que se hace es la recategorización y después se hace un llamado público a interesados”, refiriéndose a la fase que aún debe transitarse para concretar proyectos. “Nosotros podemos recategorizar… pero si los privados no tienen interés en ejecutar, el resultado dependerá de eso”.
En definitiva, el edil subrayó que “la herramienta fue votada, ahora empieza la etapa de ver qué proyectos llegan”. Será entonces, cuando las propuestas concretas arriben a la Junta, que se podrá evaluar si el instrumento genera impactos positivos. En ese punto fue claro al señalar que “yo voy a apoyar todos aquellos proyectos que cumplan con los requisitos básicos que no generen egresos al Estado, que no sean barrios cerrados y que sean respetuosos con lo ambiental”.
Finalmente reafirmó que la aprobación no es una decisión irreversible. “Si el instrumento no tuvo los resultados esperados, la propia ley permite revertirlo, rediscutirlo, mejorarlo”, aseguró. “Si llega este nuevo quinquenio y me caen cinco barrios cerrados es porque algo mal hicimos, claramente”.
Rocca insistió en que lo aprobado es apenas una base normativa que puede potenciar el desarrollo si es usada correctamente. “Le das la posibilidad, está todo el potencial ahí… después es cuestión de quiénes y cómo se aproveche”.
“Domos del San Antonio” sería uno de los proyectos de desarrollo inmobiliario
Según información extraoficial Domos de San Antonio sería un proyecto de desarrollo para la zona.
Los domos geodésicos ya se han utilizado para propuestas turísticas y espacios versátiles, destacándose por su eficiencia energética, diseño innovador y adaptación a distintas necesidades. Ahora, este proyecto propondría generar soluciones habitacionales sostenibles y de bajo impacto ambiental en San Antonio, sumando una opción distinta para quienes buscan vivir de manera más integrada con el entorno y con costos de mantenimiento reducidos.
Los domos ofrecen espacios luminosos, eficientes y con alta resistencia estructural, ideales tanto para viviendas permanentes como para cabañas turísticas, talleres o espacios culturales, abriendo un abanico de posibilidades en la nueva etapa de crecimiento.