-Fue histórico. Es histórico.
Universitario sabe que la fecha del 6 de agosto del 2023, se introduce en el capítulo de lo inolvidable.
Fue por primera vez Campeón del Interior. No es del caso hablar de milagro, porque de lo que se trató fue de ese Universitario expuesto a la más generosa reacción, después del 1-2 en el Dickinson.
El riesgo estaba planteado, porque de local, podía suponer que Laureles iría a ratificar propiedades. Pero el partido se transformó en la consecuencia opuesta. El tiempo vital de Universitario, creando,marcando, jugando. Exponiendo el caudal de tantas razones.
Para defender mejor, para sintonizar la búsqueda ofensiva sin resignar la aptitud del equilibrio y sobre todo….¡sacando balas de todos lados!
Porque el Universitario de Emilio Silva volvió a su propia fuente. Recuperó dimensión en todos los planos posibles y se hizo tan creíble como certero, a tal punto que Laureles no dejó de padecer.
El 1 a 0 del primer tiempo, cuando definió Facundo Barrientos tras el impacto en el larguero. El lateral recogió y fue letal. Laureles comenzó a desarmarse. Sin Zoryez en el fondo y Rosano en ofensiva, las limitaciones fueron puntuales.
Universitario aprovechó todo. Terreno y pelota.
En los 9′ del segundo tiempo, Valentín Fornaroli apareció por zurda, volcó al medio y Martín Silva empujó de cabeza sobre el palo izquierdo del arquero gol. Facundo Barrientos llegó al tercero, hasta que el turno de Jonathan Jorge no faltó, para que la gameta descubriera el espacio y el toque al gol, con sabor a goleada.
Fue el 4 a 0 de Universitario en la mágica tarde del Liebigs. Universitario lo transformó todo, en medio de un trámite que siempre manejó con sentido estricto de la propiedad.
Universitario fue imperando sin más giros y Laureles no le encontró nunca la vuelta.
El Universitario Campeón del Interior, fue total. Espantó las dudas de aquel hiriente 1-2. Derrumbó oposiciones. Remarcó certezas. Fue un lujoso campeón.
Solo hubo que aplaudirlo al nuevo rey. No le faltaron razones. Sobradas razones.
