El árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez, quien además es pastor evangélico, fue designado por la FIFA para impartir justicia en el partido entre Uruguay e Italia, a disputarse mañana en el Estadio Arenas das Dunas de Natal.
A sus 40 años, Marco Antonio Rodríguez participa de su tercer Mundial, tras haber estado en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. En el actual evento, el juez azteca debutó en el partido Bélgica-Argelia.
Rodríguez se inició como árbitro a los 19 años y es internacional desde el año 2000, teniendo en su haber presencias en los Mundiales Sub 17 de 2003 y 2006, y la Copa América 2011.
Además de dedicar gran parte de su tiempo al arbitraje profesional, Rodríguez es pastor evangélico oriundo de una congregación cristiana ubicada en la capital mexicana.